Herbalife Gran Canaria acaba de anunciar el fichaje de Jacob Wiley, interior de 2.03 y 24 años procedente de los Adelaide 36ers de la NBL australiana. Tras salir de la universidad consiguió un contrato con Brooklyn Nets, con los que disputó cinco partidos en la NBA y participó en la liga de desarrollo con su equipo asimilado, los Long Island Nets. En marzo de 2018 fichó por el MHP Riesen Ludwigsburg alemán con el que disputó las eliminatorias de la Basketball Champions League, pero con poca relevancia como demuestran los escasos dos minutos que disputó en el partido por el tercer puesto contra UCAM Murcia y sus medias de 4 puntos y 1’4 rebotes. Sus números en la competición australiana han sido de 12’2 puntos y 4’9 rebotes.

Nuestro redactor Iñigo Doñabeitia lo incluía en su análisis sobre jugadores NCAA que pueden brillar en Europa de 2017:

ALA-PÍVOT: JAKE WILEY (EASTERN WASHINGTON)

-Promedios: 20.4 puntos, 9.1 rebotes y 2.4 asistencias.

Jake Wiley (23 años, 2.02 metros) es un móvil y atlético ala-pívot, que destaca por lo explosivo y contundente de su juego. Es habitual verle colgado del aro, especialmente en continuaciones de bloqueo directo, desde donde su contundencia le permite sumar puntos con relativa facilidad.

Wiley es un jugador que destaca por su energía en la cancha, por su movilidad y por su envergadura. No se prodiga en el juego de espaldas, donde sufre frente a jugadores más pesados, pero es capaz de echar el balón al suelo y atacar el aro con eficiencia. Posee una buena mecánica de tiro, y sus porcentajes de tiro libre le avalan, sin embargo, su tiro de media y larga distancia es un punto que potenciar de su juego. Es habitual verle corriendo a campo abierto, donde disfruta dejando muestra de sus potentes muelles.

Defensivamente Wiley es un jugador muy interesante, su combinación de velocidad y envergadura le convierten en un buen defensor de situaciones de pick&roll, en donde es capaz de soportar los cambios y las ayudas largas. Suma rebotes con facilidad, y muestra mucha hambre en este aspecto del juego.