Lo más normal en la parte baja de la Liga Endesa, es que cualquier equipo esté acostumbrado a reinventarse cada temporada. Hay un equipo que ha empezado a romper esta norma. Y lo ha hecho a lo grande, con un nombre propio. No es una estrella mediática, ni un veterano de renombre, pero sus números, y su manera de conectar con la grada, lo han convertido a él y a su equipo en una de las revelaciones más sólidas del arranque de la Liga Endesa.
Eficiencia, liderazgo y regularidad de James Batemon
James Batemon, base estadounidense de 1,85 metros y 28 años, ha firmado un inicio de temporada que confirma su peso creciente en el equipo. En sus primeros partidos promedia 14,8 puntos, 3 asistencias y cerca de 13,3 de valoración, con un impresionante 45,5 % en triples y 94,7 % desde la línea de personal.
Más allá de los números, lo que ha sorprendido en Lleida es su capacidad adaptarse al baloncesto en España y ser el termómetro de este Lleida. Batemon no solo anota: ordena, calma y contagia energía en los tramos donde el partido se complica. Su figura ha pasado de ser la del ejecutor a la del jugador que marca el tono competitivo del grupo, un termómetro que refleja cuándo el Hiopos está cómodo y con quién va a intentar reaccionar.
De salvador a líder compartido con la grada de Barris Nord
El Hiopos Lleida tiene muchas caras. Pero sin duda, es el Hiopos Lleida de Gerard Encuentra. Él es el líder espiritual. Tras una gran salvación en el primer año, la ciudad ha apostado por él y por su proyecto. Cuando la temporada comenzó, los focos apuntaron rapidamente a Caleb Agada, con grandes actuaciones. Sin embargo, el que más entiende qué es Lleida es Batemon, que ha recordado por qué el club apostó tanto por él: menos estridente, más cerebral, pero igual de decisivo.
Su capacidad para liderar desde la serenidad se ha ganado tanto el respeto del vestuario como el cariño de un Barris Nord que vibra con su entrega. Llegado como un refuerzo provisional en febrero de 2025, Batemon se ha transformado en el corazón competitivo de un Lleida que busca estabilidad en la élite. Su conexión con la afición y su papel de líder discreto lo han consolidado como una de las mejores noticias del presente curso para el conjunto de Gerard Encuentra.
Batemon y el Hiopos Lleida, dos caminos paralelos hacia el equilibrio
El Hiopos Lleida ha firmado un inicio de temporada notable, con tres victorias en cinco jornadas que lo mantienen en la parte media-alta de la clasificación. El conjunto de Gerard Encuentra ha demostrado que puede competir con cualquiera: venció con autoridad al Río Breogán (87-68), dio la gran sorpresa ganando en la pista del Barça Basket (86-91) y se impuso también al Coviran Granada (99-90). Solo ha caído ante el líder, Valencia Basket y frente a Joventut de Badalona el pasado domingo, dos de los equipos más sólidos del campeonato. Más allá de los resultados, lo que ha entusiasmado al público del Barris Nord es la sensación de equilibrio y carácter que transmite el grupo, con una identidad defensiva firme y una energía contagiosa en cada partido.
En ese contexto, James Batemon se ha consolidado como una pieza esencial en el engranaje ofensivo. Promedia cerca de 14 puntos por partido, con minutos de liderazgo y eficacia en los cierres de encuentro. Su actuación en el triunfo en el Palau Blaugrana fue el ejemplo más claro: 14 puntos, temple en la dirección y presencia en los momentos decisivos. Cuando Batemon está cómodo, el equipo fluye; cuando su ritmo se corta, el Lleida lo nota. Su constancia, más que sus picos de anotación, refleja la madurez de un jugador que entiende cuándo acelerar, cuándo frenar y cómo contagiar confianza a un grupo que, como él, ha aprendido a competir sin miedo y con personalidad.