Copa del Rey 2004, el TAU acaba de ganar el título en Sevilla ante el DKV en aquella edición que encumbró a Rudy Fernández. Me encuentro en primera fila de la rueda de prensa posterior a la final junto a mi buen amigo Alberto Tirado Castro, redactor de Estadio Deportivo y que cubría la competición para ABC. Ante nosotros comparece Ivanovic, semblante serio, ni una forzada sonrisa ante los fotógrafos a pesar de ser el campeón, ¡¡acababa de ganar la final!!. Se levanta un compañero y realiza la primera pregunta:
-Dusko, esta noche fiesta y mañana ¿celebración en Vitoria?….
La contestación del coach no tiene desperdicio:
– No fiesta, mañana diez de la mañana entrenamiento.
¿Se pueden imaginar la cara que se nos quedó a todo el mundo?, incluso los que reían en el pasillo exterior pararon de hacerlo, se pasó de la fiesta al silencio, ¿hablaba en serio Ivanovic?…
“Había oído hablar muchísimo de la dureza de don Dusko Ivanovic, pero jamás hubiese esperado que, tras imponerse con autoridad en la Copa del Rey de Sevilla, el entrenador del Tau sólo pensase en volver al trabajo. Cuando dijo que aquella noche no irían a celebrar el título, sino a la cama para regresar a los entrenamientos al día siguiente en Vitoria, muchos nos miramos diciendo: estará de guasa, ¿no? Pues no, lo dijo en serio, ¡muy en serio! Eso sí, los del Joventut bien que pudieron ahogar sus penas en la fiesta de la ACB post-Copa. ¿Quién diría que los de Dusko acababan de ganar la Copa y los de Aito perderla? En fin, como reza el proverbio: cada maestrillo tiene su librillo” nos comenta Alberto T.
Efectivamente, el TAU cenó en el hotel y se marchó a Vitoria, me comentan que más de uno no encajó muy bien eso de tener que levantarse temprano el día siguiente para entrenar, máxime 12 horas después de levantar el primer título del año. Ver para creer.