El Baxi Manresa ha vuelto a coronarse campeón de la Lliga Catalana tras una final vibrante que reflejó el carácter de equipo sólido, trabajador y efectivo en momentos decisivos. Se notó, además, la importancia de jugadores recién llegados al nuevo proyecto del Bages, que ha empezado a marcar las diferencias.

El regreso al trono de la Lliga Catalana

Después de cuatro años sin saborear la victoria en este torneo, Manresa ha logrado levantar de nuevo el título. La última vez que lo consiguió fue en 2021, cuando venció al Barça por 81-70. En esta edición, superó a la Joventut de Badalona por 83-79 en la final, demostrando firmeza defensiva, control del tempo, y sangre fría en los últimos instantes.

Manresa supo sobreponerse a la presión final de la Penya, gestionar los momentos críticos, ejecutar sus mejores armas cuando más falta hacían y cerrar un partido que dominaron en todo momento. Esa victoria supone no sólo un título en la vitrina, sino una inyección de moral para afrontar la temporada con credibilidad.

Llegado desde Francia para marcar diferencias

Hugo Benítez ha sido pieza clave en el rendimiento del equipo esta semana. Más allá de su temple y capacidad para dar fluidez al juego, su presencia en pista ha elevado el nivel competitivo de Baxi Manresa, aportando serenidad en la dirección y liderazgo silencioso en situaciones de máxima exigencia.

Los números avalan su impacto: en los tres partidos disputados, firmó 5 puntos contra Lleida, 14 ante Girona y volvió a anotar 14 en la final contra la Penya. En ese último choque añadió además 6 rebotes y 4 asistencias, lo que le valió para ser uno de los jugadores más destacados de la final. Además, en frente tenía a toda una leyenda como Ricky Rubio. Un escenario inmejorable que ha resuelto con balance de regularidad y eficacia que anticipa un futuro muy ilusionante en la temporada que arranca.

Cambio en la dirección deportiva, mismos resultados

El éxito de este título no llega por casualidad. En los últimos años, Manresa ha realizado fichajes inteligentes que han fortalecido todas las posiciones del equipo. Aunque Xevi Pujol, el anterior director deportivo, marchó al Baskonia, el club ha dejado el relevo en manos de Biel Colominas, que ha sabido mantener la filosofía y la identidad del equipo.

Esta continuidad permite que el proyecto avance a pesar de perder grandes jugadores que van pasando por el Nou Congost: se sigue apostando por combinar experiencia y juventud, talento exterior y control del juego, y potenciar a los nuevos fichajes que llegan al club. Con esta estructura consolidada, Manresa no solo ha vuelto a ganar un título, sino que siguen siendo un ejemplo de aprovechar hasta el último recurso que tiene su pequeño proyecto.