Una vez alcanzado el ecuador de la Fase Regular de la Liga ACB, nuestros colaboradores analizan lo mejor y lo peor de cada club en esta primer parte de la temporada.

real madrid (1º,14-3)

Intachable. Así podría resumirse la primera vuelta del Real Madrid. Líder, con el mismo registro (14-3) que el FC Barcelona Regal, el conjunto de Pablo Laso camina con paso firme y dejando buenas sensaciones.

Cimentado en un estilo tremendamente atractivo, el cuadro blanco es sinónimo de espectáculo pero también de buenos resultados. Un perfecto contrapunto a la hegemonia defensiva y el minucioso orden que implanta su gran rival, un implacable reloj.

El Real Madrid, por el contrario, es transición, locura y tiro exterior. Un torrente de energía que acaba agotando a sus rivales. Es de los pocos equipos de la élite europea que siempre juega a ganar metiendo más puntos que su adversario y no recibiendo menos.

El nivel de intensidad defensiva es fundamental para el bloque, así como cerrar el rebote defensivo, antesala del juego a campo abierto que siempre intenta desplegar. Ambos objetivos están siendo alcanzados. Los de Laso defienden bien y son una garantía en los tableros (equipo que más rebotes defensivos captura en la ACB y cuarto en rechaces ofensivos).

Su ataque es variado, fluído y letal. El Real Madrid es el equipo que más anota de la ACB (83 ppp). Ha superado con eficiencia, sin bajones, la marcha de dos jugadores del nivel de Serge Ibaka y, sobre todo, Rudy Fernández. El colectivo es la base sobre la que se genera todo, ya que cualquier jugador se ve con la confianza de desequilibrar.

Jaycee Carroll ha encontrado su sitio muy rápido, Sergio Rodríguez y Carlos Suárez van tomando confianza y Begic ya no es marginal en la rotación. Todos tienen su hueco, todos aportan (el Real Madrid es el equipo que más valora por partido, con 99 puntos, casi diez puntos más que el segundo, Unicaja).

En casa sigue mostrándose intratable (26 partidos consecutivos ganando en la fase regular de la ACB) aunque fuera ha cedido tres derrotas (Bilbao, Badalona y el derbi ante Estudiantes), motivadas en parte por faltas de concentración e intensidad.

El equipo tiene una línea ascendente y ha encontrado un estilo que gusta (magníficas entradas en sus encuentros en el Palacio de los Deportes) y es efectivo. Puede decirse, por tanto, que el Real Madrid lleva el rumbo correcto para mostrarse competitivo en las citas decisivas del curso.

Lo mejor de la Temporada:

  • Dinamismo y juego en transición: Cuando pueden desplegar juego a campo abierto, los de Laso son sencillamente imparables. Velocidad y ejecución en las alas, movilidad y recursos ofensivos en sus interiores. Efectivo y efectista.
  • Nikola Mirotic: Sigue creciendo y se consagra como el gran referente del equipo. No sólo es un infinito abanico de recursos, cada vez es más liderazgo y continuidad. Su juego no parece tener límites.
  • Pablo Laso: Sí, sembraba dudas al comienzo del curso pero el técnico madridista está demostrando que no sólo está cumpliendo con las expectativas en cuanto a resultados, sino también implantando un estilo propio a un grupo joven y ávido de títulos. Él es una de las claves del gran rendimiento, como colectivo, de su equipo.

Lo peor de la temporada:

  • Dudas en los bases: Sergio Rodríguez va ganando confianza y exhibe, aunque aún irregularmente, su talento en la creación. Sin embargo, Sergio Llull sigue sin adaptarse del todo al puesto de ‘uno’. Su mejor virtud no es generar para el resto y en este Real Madrid la fluidez ofensiva es aspecto capital.
  • Falta de poder físico en la zona: El parche de Serge Ibaka solucionó puntualmente este problema, pero su regreso a la NBA ha vuelto a descubrir una carencia apreciable. Begic y Tomic son grandes, incluso muy grandes, pero no suponen (especialmente en el caso del croata) una presencia intimidatoria para el rival. Existe un déficit de potencia defensiva en el puesto de ‘cinco’.
  • Ritmos lentos: El equipo de Laso está hecho para correr pero sufre en ataque estático. Si no controla el ritmo del encuentro y puede jugar en transición, atraviesa dificultades, suele atascarse. Ante determinadas situaciones y equipos, en los que será más complicado dominar siempre el juego, esa debilidad puede ser decisiva. El Real Madrid debe aprender a ofrecer una gran versión, constante, también en partidos correosos y a pocos puntos.

Por Andrés Monje.

Air
Avellino

Barcelona regal (2º, 14-3)

La trayectoria del FC Barcelona Regal durante la primera parte de la competición puede medirse de varias maneras, pero en todas ellas el sabor que deja el conjunto de Xavi Pascual, es agridulce. El equipo es colíder junto con el Real Madrid y sin embargo las sensaciones son bien distintas.

Si medimos al Barça con frialdad, con la que dan los números y estadísticas, nos encontramos con un equipo que se encuentra en lo más alto de la clasificación. Tan sólo tres derrotas en diecisiete partidos, todas ellas ante equipos de la zona noble y fuera de casa. El sexto mejor ataque, con más de 74 puntos de media y la mejor defensa encajando poco más de 64. Individualmente encontramos a Ndong, un jugador en teoría llamado a ocupar un papel secundario, como mejor valorado del equipo y entre los quince mejores de la liga.

Si bien todo lo anterior es cierto, no lo es menos que el juego que despliega el equipo blaugrana no es todo lo satisfactorio que cabría esperar del talento de los jugadores de la plantilla culé. Desconocemos hasta que punto Pascual estará contento con los suyos, pero no cabe duda que los aficionados esperaban algo más. Por si fuera poco, la lesión de Juan Carlos Navarro acentuó todavía más los problemas ofensivos del conjunto catalán.

Lo que si que nos ha permitido la primera parte de la temporada es despejar alguna de las incógnitas que se cernían sobre el FC Barcelona. Por una parte, la recuperación total de Pete Mickeal, que sin haber logrado la regularidad de antaño, si que ha mostrado en momentos puntuales su mejor versión de juego. Que Marcelinho no es Ricky, para bien y para mal, capaz de liderar al equipo por unos momentos y diluido en el juego estático en otros. Y sobretodo que la plantilla del Barça es seguramente la mejor de la competición. ¿Por qué?, porque puede permitirse el lujo de dejar fuera de la lista a nombres como Perovic o Ingles, jugadores que además, cuando juegan son capaces de aportar y ayudar al equipo con efectividad.

En el debe, la irregularidad del equipo. Más allá de la imagen que ofrezca el equipo, lo cierto es que posiblemente solo haya dos jugadores sobre los que no se puede dudar, Navarro y Lorbek, dos jugadores que siempre están ahí y siempre tiran del carro cuando el equipo lo necesita, incluso pese a no encontrarse en plenitud de condiciones físicas. Al margen de ambos, quizás sólo Eidson y Ndong están ofreciendo el nivel esperado, o incluso por encima en el caso del pívot senegalés. La mayor duda se centra en el rendimiento de CJ Wallace, mayor exponente de la ya mencionada irregularidad del equipo y cuyo rendimiento se encuentra por debajo de lo que debería exigirse a un jugador cuyo equipo piensa luchar por todos los títulos. Para todos ellos, la segunda vuelta ofrece una nueva oportunidad para mantener el nivel y seguir creciendo.

Lo mejor de la temporada:

  • Navarro y Lorbek demuestra cada partido que son dos de los mejores jugadores de Europa .
  • Eidson ha demostrado que puede llegar a ser tan importante para el Barça como parecía cuando se le fichó
  • La recuperación de Mickeal.

Lo peor de la temporada:

  • Un juego poco atractivo de cara al espectador, que también se deja notar en las flojas entradas que suele ofrecer el Palau.
  • La irregularidad de algunos jugadores llamados a ser importantes.

 Por Daniel Marzo.

unicaja (3º, 12-5)

Con el precedente de la temporada anterior, la valoración que puede hacerse del Unicaja de esta temporada debe ser profundamente positiva. Se trata de un equipo muy renovado con respecto al que se encontró Chus Mateo cuando se hizo cargo del equipo: salieron Terrell McIntyre; Giorgos Printezis; Guille Rubio; Robert Archibald, … y esta misma temporada se ha cortado a otros dos jugadores que no han tenido hueco o no han podido aprovechar las oportunidades: Uros Tripkovic y Saúl Blanco. Lejos de fichar a grandes estrellas del basket continental, como ocurriera en el pasado con resultados poco satisfactorios, Unicaja ha procurado formar un equipo en el que abundaran jugadores con alto grado de compromiso y sin demasiada fama más allá de los círculos especializados. Pese a la epidemia de lesiones que ha sufrido el club malagueño, el entrenador ha logrado fomentar entre los jugadores un clima de sacrificio y compromiso, que ha permitido la clasificación para el Top16 de Euroliga y, lo que es más importante tras dos años de fracaso consecutivos de Aíto García Reneses, para la Copa del Rey, haciéndolo como cabeza de serie.

Resulta evidente que el equipo tiene carencias como la falta de un base que permita un ataque más dinámico y una mejor circulación de balón (el que mejor ha logrado hacerlo ha sido Mark Payne, pero su pasaporte estadounidense limita sus opciones de jugar); de un tirador letal desde el perímetro, más allá de Valters, que permita abrir espacios en la pintura para Freeland y Zoric; y de un center de garantías ante el decepcionante rendimiento de Sinanovic. Pese a ello, los aficionados de Unicaja pueden estar más que satisfechos del resultado del equipo a estas alturas de la temporada (3º, con un balance de 12-5), teniendo en cuenta las lesiones sufridas hasta la fecha y la preocupante situación del año pasado (10º con un balance de 8-9, y una situación anímica muy deteriorada).

Lo mejor de la temporada:

  • La cohesión del grupo ante las adversidades en forma de lesión.
  • Los fichajes que han rendido mejor de lo que a priori pudiera pensarse: Luka Zoric, Tremmell Darden y, sobre todo, Hrvoje Peric, descartado en principio, pero logrando hacerse un hueco en el equipo a base de trabajo y esfuerzo. Además, el papel que Garbajosa desempeña en el equipo, al aportar toda su inteligencia y saber estar, especialmente en facetas defensivas.
  • El juego dinámico y alegre que Chus Mateo ha fomentado, y que permite al equipo correr el contraataque, ofreciendo un juego vistoso y dinámico.

Lo peor de la temporada:

  • El fracaso en la adaptación de Saúl Blanco. Pese a que llegó como uno de los fichajes llamados a liderar el equipo, Saúl Blanco no ha funcionado en Unicaja. Oportunidades ha tenido muchas, pero la falta de confianza en sus posibilidades, ha supuesto su marcha a Fuenlabrada tras dos años y medio aciagos.

 Por Sebastián Souvirón Bono.

caja laboral (4º, 12-5)

 El Caja Laboral de Dusko Ivanovic no ha vuelto a cumplir lo que siempre se espera de un equipo de este nivel. Si bien su primera vuelta en la Liga Endesa podría haber sido aún peor, debido al juego mostrado, también podía haber sido mejor.

La mala estructura de la plantilla, en la que la lesión de larga duración del polaco Maciej Lampe ha tenido mucho que ver, ha hecho que el equipo esté descompensado y que su juego interior, a pesar de la evolución de Teletovic, haya sido arrasado partido tras partido.

 La eliminación temprana en Euroliga ha hecho más daño del que pensaba, teniendo al equipo parado en demasía durante las largas semanas sin competición en mitad de la misma. Después de esto el Baskonia ha tenido actuaciones de mérito como la victoria en Badalona, como partidos para el olvido como los últimos en el Iradier Arena como ante Fuenlabrada y Assignia Manresa.

El no tener un killer exterior y una floja batería interior han hecho que el juego baskonista transcurra en una falta de ideas clara, un poco equilibrio entre exterior e interior y la excesiva dependencia del lanzamiento exterior.

Añadir que los fichajes realizados esta temporada no han sido los más acertados, habiendo salido rana demasiados nombres como Reggie Williams, Joey Dorsey, Vladimir Golubovic o Matt Walsh.

Finalmente, visto lo visto sobre la cancha, el balance de 12-5, estando cuarto clasificado y siendo cabeza de serie en la Copa del Rey debe calificarse como aceptable.

Lo mejor de la temporada:

  •  El partido en el Iradier Arena contra el Barcelona Regal, en el que se vio cual es el camino a seguir. Buen baloncesto defensivo con buenas ayudas y equilibrio y paciencia en ataque.
  • Pablo Prigioni, el regreso del hijo pródigo, realmente el mejor fichaje del año junto a la conversión de Teletovic como hombre polivalente.

Lo peor de la temporada:

  • La eliminación de la Euroliga, siendo la primera vez que el equipo vitoriano no llega al Top 16.
  • La pobre imagen ofrecida en muchos partidos de este año. Siendo el triple la única arma ofensiva.

Por Jon de la Presa.

Air
Avellino

lucentum alicante (5º, 12-5)

 El Lucentum Alicante se ha ganado a pulso el cartel de equipo revelación de la liga. Un club que hace apenas medio año estaba a un paso de la desaparición y que se encuentra ahora viviendo uno de los momentos más dulces de su historia.

El arranque de liga del Lucentum estuvo liderado por Kyle Singler, un jugador que llegó a Alicante para jugar mientras durase el lockout y que resultó ser una apuesta perfecta para el club alicantino. MVP de la primera jornada de liga y una de las sensaciones del comienzo de temporada.
Tras el fin del lockout y su marcha al Real Madrid muchos apostaban por un desplome del Lucentum. Nada más lejos de la realidad. El equipo consiguió vencer cuatro partidos consecutivos tras la marcha de la estrella universitaria, demostrando que los buenos resultados del equipo eran algo más profundo que la dependencia de Singler.

Kaloyan Ivanov se ha erigido en el jugador franquicia del Lucentum, firmando números de MVP y convirtiéndose en la referencia del equipo, Pedro Llompart es la extensión de Vidorreta en la cancha y está a un nivel sensacional, la llegada de Tyrone Ellis y Andy Rautins han dotado al equipo de una amenaza exterior incluso mayor que cuando estaba Singler en el equipo.

Hasta aquí hemos hablado de los jugadores que más destacan en las estadísticas, pero detrás de ellos hay unos pilares fundamentales que sustentan al bloque. Ben Dewar, un jugador completísimo que aporta intensidad y eficacia, y Lamont Barnes, un trabajador nato en la pintura.

La piedra angular que hace que este milagro llamado Lucentum se sustente se sienta en el banquillo y es Txus Vidorreta. El técnico vasco ha confeccionado un equipo muy de su estilo y está sabiendo gestionar de una manera magistral sus piezas, haciendo que contratiempos como la marcha de Singler, la sustitución de Hazell por Ellis o la lesión de Rafa Luz, no supongan una merma en la competitividad del bloque. En su haber figura también la gran fuerza mental de un equipo que ha remontado muchos partidos y que se ha impuesto en casi todos los finales igualados.

Con el premio de la Copa y con la permanencia asegurada, falta ver si el equipo es capaz de aguantar el ritmo durante la segunda vuelta y consigue el hito de alcanzar los Playoff por tercera vez en la historia del club.

Lo mejor de la temporada:

  • La espectacular temporada de Kaloyan Ivanov y Pedro Llompart. Dos jugadores que, de la mano de Vidorreta, han crecido y están liderando de manera magistral a un equipo que hace soñar en Alicante.

Lo peor de la temporada:

  • A nivel deportivo es difícil encontrarle un pero al equipo. El único punto negro es que la situación económica del club es delicada y es una pena que a pesar de la sensacional marcha del equipo no haya terminado de cerrarse la llegada de ningún patrocinador principal que dote de estabilidad el presente y el futuro del club.

 Por Ramón Juan.

Air
Avellino

banca cívica (6º, 10-7)

 El equipo sevillano ha ido de menos a más para acabar la primera vuelta con billete a la Copa del Rey. El proyecto de Joan Plaza parece haber madurado en su 3ª temporada para terminar ofreciendo a estas alturas un bloque sólido, más afilado en ataque (5º de la Liga Endesa con una media de 75.59 por partidos) y que sigue apostando por la defensa y el rebote ofensivo como garantía de vida. Si bien su defensa no parece tan ordenada y dura como la de la temporada 2009/10 (actualmente, también la 5ª de la liga), ha paliado sus mayores carencias respecto al año pasado: el acierto desde 6.75 y el rendimiento de sus ala-pívots.

En el acierto de tiro de 3 ocupa de nuevo la 5ª posición, lo que le ha permitido castigar a equipos de la parte alta de la tabla como son Barcelona y Lucentum Alicante, y tanto Bogdanovic como Guille Rubio se han adaptado rápidamente a sus roles, pieza ofensiva de artillería y jugador en la primera línea de fuego respectivamente. A la labor de Rubio se une precisamente la de Triguero, cada vez más sólido como interior defensivo. No tan brillantes se han visto a English, Jasen (combina grandes partidos con actuaciones discretas) y Tepic, que completan un equipo con un banquillo profundo y carácter peleón, cada vez más rodado, al que se unen la gran temporada que está cumpliendo Paul Davis y el regreso del prometedor Joan Sastre.

Lo mejor la temporada:

  • La ferocidad de Davis, mejoría en el triple y rápido funcionamiento de los ala-pívots, clave para su presencia en la Copa del Rey.

Lo peor de la temporada:

  • La falta de concentración para evitar algunas derrotas y una bomba que a pesar de su mejoría está tardando más de lo esperado en estallar: Carl English.

Por Borja de Diego.

baloncesto fuenlabrada (7º, 9-8)

 Tres años consecutivos se ha quedado el conjunto madrileño a las puertas de la Copa y siempre en la última jornada de la primera vuelta. Esta temporada lo han logrado, pese a la multitud de inconvenientes que han tenido por el camino. Este equipo ha demostrado que sabe sobreponerse a las adversidades que van surgiendo a lo largo de la temporada.

De nuevo, como cada año el Baloncesto Fuenlabrada inició la liga con muchas incógnitas acerca del nivel que podía demostrar el equipo. Además se contaba con un nuevo entrenador, Porfirio Fisac, que debía imponer su estilo. Poco tardaron en disiparse esas dudas con importantes victorias y con el paso que dieron algunos jugadores como Quino Colom que tuvo que adaptarse a ser el base titular. También aumentaron su frecuencia de juego los canteranos Javier Vega, Álvaro Muñoz y Adrián Laso que han ayudado mucho, sobre todo, en la competición europea de la Eurochallenge en la que el `Fuenla´ está inmerso.

Lo mejor de la temporada:

  • El retorno de Saúl Blanco ha sido uno de las noticias más agradables para el Fuenlabrada. Está volviendo a encontrarse cómodo con su juego y cuenta con la confianza de un entrenador que le conoce bastante bien. Se cuenta con dos nuevos jugadores que están adaptándose muy bien al juego del equipo. Mike Hall que se dio a conocer con un mate que se coló en el Top 1 de la Jornada 17. Y el otro es Michel Diouf, una apuesta de futuro que cuenta con contrato hasta junio del 2016.
  • Y sin duda, la mejor noticia es la clasificación para la Copa del Rey de Barcelona que podrá disputar el Fuenlabrada por tercera vez en su historia.

Lo peor de la temporada:

  • Está marcado por la marcha de Gustavo Ayón a la NBA en mitad de temporada y la lesión de Mou Sené que, pese a ser operado con éxito, se perderá el resto de campaña. También hay que sumar la pequeña mala racha que pasó Barton y en la que ahora ha vuelto a recaer por una lumbalgia.
  • Pese a los grandes logros del equipo, todavía no se ha encontrado un patrocinador principal que pueda aportar un cierto dinero al club.

Elías García Cepeda.

Air
Avellino

lagun aro GBC (8º, 8-9)

Guipúzcoa está de enhorabuena. Y quién nos lo iba a decir cuando pasado el ecuador de la primera vuelta, un equipo del que se esperaban energías renovadas, veía en su casillero de victorias un alarmante 2-8. Dos victorias en las diez primeras jornadas eran el producto de un equipo al que se presuponían anhelos de gloria y promesas de calidad.

La directiva del club se veía en la tesitura de manejar un sinfín de contratiempos (problemas –muchos problemas— para fichar un poste, sufrimos cuatro lesiones y una fuga en los puestos interiores…); nadie lo podía prever. Los resultados tardaron en llegar, más de lo que los corazones de muchos aficionados creían poder soportar. Se perdía jornada tras jornada, –por poco, pero se perdía–, y un proyecto que parecía funcionar, no terminaba de obtener los frutos que hacían suspirar a la capital guipuzcoana.

Tras ello llegó la pregunta: –“Sito, ¿Cuántos partidos esperas ganar en los siete que restan en esta primera vuelta?”. –“Los siete. (…) ¿Me ves dudar?. Si ganamos los siete vamos a la Copa”. Seis resultaron ser suficiente. Se nos atascó el Barcelona en casa, pero obtener un pasaporte in extremis para la Copa del Rey, pasando de un desesperanzador 2-8, a un alentador 8-9, logrando la mejor primera vuelta de la historia del equipo, deja en San Sebastián un regusto tan dulce, que ninguno de los locos aficionados del equipo blanquiazul podrá olvidar con facilidad. Este es sólo el comienzo. Lo mejor está por llegar.

Lo mejor de la temporada:

  • Sito Alonso: necesitábamos un cambio como el comer. El técnico llegaba al equipo donostiarra en un momento de aprieto. Con una etapa gris en la mochila, el Lagun Aro GBC asumía la dirección de un nuevo entrenador como quién espera una señal que le indique el camino cuando uno se encuentra perdido en medio de la nada. Sito Alonso prometía una nueva era para el baloncesto guipuzcoano. Un técnico apasionado, instruido, paciente, capaz; un técnico que mediante la cultura del esfuerzo y el trabajo, nos lleva de la mano hacia el momento más ilusionante de la historia del club.
  • Carácter de Equipo: por fin sabemos a qué jugamos. Podremos obtener mejores o peores resultados pero el rival siempre sabe que es el equipo de Sito Alonso el que tiene enfrente. El Lagun Aro GBC tiene esencia, alma y corazón; y los deja bien pegados al parquet en cada partido con un equipo que se me antoja como el más unido y concienciado de cuantos hemos tenido.
  • La Marea azul: si había algo que necesitaba recuperar el equipo donostiarra eso era la ilusión de su afición. Las cifras de asistencia al Donostia Arena caían en picado desde finales de la pasada campaña. El entrenador, los jugadores, el club y el patrocinador se han encargado de dejar claro a cada aficionado que si juegan a esto es por y para ellos. Sin el calor de la grada esto no habría sido posible.
  • Nos vamos a la Copa: el pase copero sólo era un premio, no una obligación. Teniendo esto bien presente y con la mirada fijada en el día a día, en el partido a partido… el Lagun Aro ha logrado un regalo que venía tocando con la punta de los dedos demasiadas campañas. Pero como ya hemos dicho, esto no es más que el principio del camino.

Lo peor de la temporada:

  • La enfermería: Cuatro lesiones en los puestos interiores han mermado el juego en la pintura donostiarra. A los fijos de la enfermería debemos sumar las visitas esporádicas de quienes por hacer un doble esfuerzo se han visto resentidos (Betts, Panko…). Las lesiones en esta primera vuelta se han cebado con los blanquiazules.
  • Contratiempos para fichar: El sonado fichaje de Alexis Ajinka parecía cerrado cuando llegaba el comienzo del desastre. Su negativa a la hora de rematar el acuerdo dejaba al equipo con el reloj jugando en contra y la necesidad disparando las alarmas. La lesión de menisco de Paulao Prestes también alejaba al brasileño del que parecía su futuro destino y la marcha de Kenny Adeleke por motivos personales terminaba de sentenciar la suerte del Lagun Aro.
  • La maldición del tres: Hasta cuatro choques llegaron a perderse por esta diferencia en las primeras jornadas, –las tres primeras de forma consecutiva–. Supimos dar la vuelta a la situación y hacer de nuestras debilidades fortalezas.

Por Leyre González Grande.

Air
Avellino

valencia basket (9º, 8-9)

Fin de la primera parte la temporada y fin de un nuevo capítulo en la reciente y tortuosa historia del Valencia Basket. Otro proyecto mal esbozado durante el verano que no llega a su fin como debería y se ve abortado por las circunstancias a las primeras de cambio. El duro golpe que supone para el club y la afición no tener al equipo valenciano en la Copa del Rey, resulta en que la nota asignada a los taronja tras la primera evaluación de la temporada sea claramente un suspenso.

El varapalo sufrido se ha visto refrendado a nivel interno con la reciente destitución de Paco Olmos, quien ha resultado en la víctima de las dos últimas desastrosas derrotas del Valencia Basket. Con el pase a la Copa prácticamente asegurado hace tan solo quince días, salvando los infortunios de las lesiones con parches temporales (Splitter, Rakocevic y Newley, quien seguirá en el equipo hasta final de temporada), jugadores de la cantera y rotaciones más cortas, perder en casa ante el Fuenlabrada no entraba en los planes de nadie. Tampoco la derrota en Badalona, de la forma en la que se produjo, era un resultado esperado.

Y es que, la peor sensación que ha transmitido el Valencia Basket en su particular batacazo de final de primera vuelta no han sido simplemente los resultados, sino la forma en que éstos se han producido. El equipo, procedente de su segunda temporada en Euroliga, ha vuelto a comportarse como un conjunto sin alma ante las adversidades. Con apenas muestras de reacción anímica cuando la situación lo requería. Así, el Fuenla primero y el FIATC Joventut después, encontraron en el equipo de Paco Olmos una víctima propiciatoria, que no encontraba la forma de luchar por sus intereses.

En Europa, de momento, la historia es distinta. Se ha pasado la primera ronda con buenos resultados -excepción hecha del varapalo sufrido ante el ASVEL, por entonces comandado por Tony Parker- y se está jugando el Last 16 con serias opciones de llegar a la fase final de la competición.

La plantilla, una vez se recuperen los jugadores lesionados, tiene capacidad para competir en la Eurocup y mejorar su posición en la Liga Endesa de aquí a final de temporada. Las sensaciones dejadas por Ogilvy, Caner-Medley y Markovic son buenas. Claver debe recuperar su mejor nivel de juego y Rafa Martínez, Serhiy Lishchuk y Nando de Colo están cumpliendo. Más dudas crean Vitor Faverani, Rodrigo San Miguel y Rihards Kuksiks. Éste parece con un pie fuera del equipo tras la llegada de Newley, mientras que el base suplente de Markovic acumula parciales negativos cada vez que salta al parquet.

Lo mejor de la temporada:

  • Que aún queda la segunda vuelta y las posibilidades de virar la trayectoria hacia arriba son claras, como se demostró la pasada campaña.
  • Poder haber visto a Tiago Splitter jugando con la camiseta del Valencia Basket.

Lo peor de la temporada:

  • No estar clasificado para la Copa es un duro golpe al prestigio del equipo, más por lo que supone la presencia en el torneo del KO que por posibilidades reales de hacerse con el trofeo.
  • Un nuevo proyecto que queda en agua de borrajas a las primeras de cambio. Paco Olmos ha sido considerado como único responsable. O, al menos, ha sido el único damnificado hasta ahora. Veremos si el cambio en el banquillo conduce a la reacción.

Por Jaime Martínez Lafargue.