Nuevo mes de Marzo difícil en la Costa del Sol, como viene siendo habitual en los últimos años. Cuando va llegando el final de la competición, cuando se van decidiendo los títulos y los objetivos, aparecen los problemas y la falta de recursos y movimientos para revertir la situación.

Este año la situación es distinta. No parece peligrar la presencia del equipo en Playoff y se encontraba metido de lleno en la lucha por superar el Top16 en un grupo bastante potente, el equipo compite y es capaz de plantar cara a cualquier rival. Pero una mala racha de lesiones ha vuelto a dejar al descubierto la falta de previsión de las oficinas de Los Guindos.

Unicaja ha disputado las dos semanas más importantes del calendario hasta el momento con una pintura convertida en un solar, con dos de sus cinco integrantes lesionados. Principalmente dolorosa ha sido la lesión de Nik Caner-Medley, llamado a ser el líder del equipo y que ha dejado el puesto de ala-pívot muy cojo, con Domantas Sabonis sólo en esa posición, que a muchos se nos olvida que tiene 17 años y nula experiencia en la disputa de Euroliga.

La ausencia de Caner-Medley se une a la prolongada lesión de Rafael Hettsheimeir, que con una rotura de fibras en el gemelo lleva más de un mes lesionado y no tiene fecha prevista de vuelta. Por ello, con sólo tres pívots, Plaza ha tenido que tirar de Carlos Suárez para jugar de 4. Pese al trabajo incansable del ‘Chimpa’, se le ha notado las carencias en la posición ante pívots curtidos.

Porque desde el club han decidido que no se ficha. Plaza ya pidió una incorporación tras la lesión de Hettsheimeir, pues tampoco estaba satisfecho con el rendimiento del brasileño, que vino a Málaga para ser importante y terminó con un papel residual antes de romperse, siendo el quinto pívot y quedándose algunos partidos sin siquiera disputar un minuto. Desde el club se habló en verano de una partida de dinero para imprevistos durante la temporada, incluso tras la Copa del Rey, el presidente declaró a Diario SUR que “los cambios en plantilla se podrán dar por lesiones o cuestiones extradeportivas”, pero lo cierto es que, tras la petición del técnico, la respuesta fue que no había dinero para incorporar un jugador.

En palabras de Eduardo García, “no merece la pena firmar un jugador para un mes”, pero lo cierto es que, en sólo 15 días, Unicaja ha acumulado cinco derrotas, tres en Euroliga que le han dejado prácticamente sin opciones de pasar al Top8 después de estar en muy buena situación para lograr una fantástica clasificación, y dos derrotas en Liga Endesa que provocan que los malagueños caigan a la quinta plaza, debiendo estar más pendientes del sexto clasificado que del tercero o cuarto, todas estas derrotas con un equipo que se muestra agotado.

¿Ha podido la falta de reacción o previsión de la directiva de Unicaja echar al traste todo el trabajo de la plantilla y equipo técnico durante la temporada? Es el debate abierto en estos momentos por la capital de la Costa del Sol, que ya conoce la falta de movilidad en las oficinas de Los Guindos ante los infortunios que surgen durante las temporadas.