Fue uno de los fichajes de más relumbrón en el verano de Unicaja. Los malagueños sufrieron una amplia renovación en su plantilla y la llegada de James Gist parecía significar la guinda del pastel. Ala pívot americano, con gran capacidad de salto, muy atlético, capaz de lanzar algunos tiros de tres puntos y que aseguraba espectáculo y jugadas que levantarían del asiento a los aficionados.

Para ampliar su leyenda, Gist participó en el concurso de mates en la presentación de la temporada de la Liga Endesa, imponiéndose con un espectacular machaque de aro que provocó mayor ilusión aún en Málaga con su rendimiento. Pero, tras once partidos en Liga Endesa y nueve de Euroliga, su aportación ha sido casi nula, ha restado más que sumado y su actitud en muchas ocasiones ha dejado mucho que desear.

Tras once partidos en Liga Endesa, Gist suma 12 puntos de valoración en total. En cinco ocasiones su valoración ha sido negativa, tocando fondo en el último encuentro ante el Blusens Monbus, donde hizo un triste -7, y sin lograr en ningún partido llegar a sumar diez puntos de valoración. Algo mejores fueron sus encuentros en Euroliga, aunque sin excesivo brillo, sólo dando pequeñas muestras en momentos puntuales de lo que es capaz de aportar. Pero, ¿por qué no está cuajando en Málaga?

Jasmin Repesa ya ha mostrado en más de una ocasión su descontento con la actitud que suele mostrar James Gist en los encuentros. Tras los primeros partidos, el técnico dijo verse sorprendido por la falta de hambre que mostraba el jugador tras una pobre temporada en el Fenerbahçe. Repesa esperaba a un jugador más ambicioso en sus filas, con ganas de demostrar cosas, pero se quejaba de tener una persona algo indolente a sus órdenes.

Hubo una leve mejoría en el ala-pívot tras las duras palabras de Repesa hacia él, pero fue un espejismo. Su rendimiento volvió a bajar, llegando a rumorearse que podía tener un ultimátum desde el club en caso de no mejorar su aportación al equipo, algo que quisieron desmentir desde las oficinas del Unicaja. Pero su nuevo bajón ha vuelto a despertar las iras del técnico croata, que en la última rueda de prensa llegó a solicitar que no se le preguntase por ningún jugador de forma directa, aunque lo nombró claramente para explicar una jugada donde criticaba la falta de actitud defensiva del americano.

Se esperaba de él poderío físico cerca de los aros, intimidación y mates, pero lo cierto es que se le ve poco pisar la pintura, jugando mucho por fuera y realizando excesivos tiros de tres puntos con escaso acierto. El matador que no mata tiene muchas papeletas de convertirse en otro ilusionante fichaje que termina fracasando, algo que se hizo habitual en los ultimos años en Unicaja, con los principales ejemplos de Giorgios Printezis y Terrell McIntyre. Ambos llegaron como estrellas y terminaron saliendo antes de tiempo y por la puerta de atrás. ¿Seguira James Gist sus pasos?