Llegará un día en que, a la hora de retirarse o marcharse a otro equipo, alguien le deberá dar las gracias eternamente a Hernan Jasen. En unos tiempos en los que se pone en duda el apego a los colores de los profesionales del deporte, Pancho demuestra cada día, cada minuto, cada triple, que le importa de verdad el escudo que defiende. Cuesta recordar un hombre tan motivado para un reto como el que tenía encima el Estudiantes. Y esa afrenta era ni más ni menos que salvar la categoría, lo que pasaba por ganar al Menorca sí o sí. Desde el prisma más calmado que da el paso de las horas, lo que más recuerda uno es a un Jasen alzando los brazos tras cada jugada, gritando, reclamando el apoyo de un Madrid Arena impresionante. Hay veces que el dicho de que los partidos los gana la afición se acerca mucho a la realidad.
No obstante, parte de la culpa de la derrota del los menorquines la tuvo también Mario Stojic. Es curioso el cambio que ha pegado este jugador. Nada que ver con aquel alero tímido que aterrizó en 2002 en España. Tras su paso por Alicante y su nada satisfactoria etapa en Madrid, el croata ha encontrado en la isla su sitio. Anota más y es uno de los líderes de una plantilla que se ha complicado muchísimo la vida en las últimas jornadas. Pues en esas estaba Stojic, en encestar y mantener a su equipo lejos del peligro cuando sobrevino lo peor. El Menorca controlaba el encuentro, más o menos, y se hizo de noche en el banquillo visitante. Stojic empieza con su repertorio de gestos obscenos al público tras cada acción de canasta. Los dos primeros pasaron por alto los árbitros pero a la tercera fue la vencida: técnica, el Madrid Arena colérico y el Estudiantes que se mete en el partido. A esto último también ayudó la vuelta de Gonzalo Martínez, otro al que se le iba la vida ahí abajo. El partido estaba tensísimo, Stojic volvía a la cancha y Jasen decidió que era para él. El croata no volvió a ser el mismo y aunque anotó un espectacular triple para empatar con poco por jugar, sus errores pasados pesaban demasiado en la cabeza del pupilo de Casas.
Con un final ajustadísimo, Jasen y Stojic, los auténticos protagonistas, eliminados por faltas y dos arriba el Estu, Perasovic se la jugó a defender porque según él mismo comentaba hemos tenido dificultades para anotar en los últimos minutos. La bola es para Marinovic que la bota y bota hasta que la medio pierde y con un segundo por jugar, recoge el rechace Ivanov y 60 años de historia estudiantil vuelan por el antiguo Rocódromo. Apenas tocó aro. El Estudiantes sigue en pie. No se olviden de dar las gracias a Jasen.