“Contra el Madrid hemos hecho los dos peores partidos de la temporada”, afirmaba Joan Plaza al término del encuentro que midió a los suyos contra el Real Madrid. Regresaba el que un día fue entrenador de los blancos a un feudo que, por la cercanía en el tiempo, le sigue siendo muy familiar. “Imagino que cuando venga por quinta o sexta vez la impresión quizá sea menor”.
El entrenador catalán no acertaba a explicar las razones por las que su equipo encajó un definitivo 50-19 en los primeros 20 minutos. Aunque asumía que el Real Madrid pertenece a otra liga, no comprendía la pájara monumental de sus hombres al comienzo. “No ha habido excesiva presión los días de antes, se ha trabajado igual” y buscaba, como siempre, sacar las cosas positivas, incluso en la derrota. “Espero que esto nos sirva para el futuro”.
Más allá de lo sucedido en la capital, Plaza debe estar contento con el trabajo realizado hasta la fecha. Tras muchos años, el Cajasol vuelve a la Copa del Rey. La clasificación se consiguió con una jornada de antelación, calma total comparada con temporadas recientes, las de fichajes salvadores y cuentas y cuentas para evitar el descenso. Son tiempos mejores para el club hispalense, sin duda, y parte de la responsabilidad del éxito, o la mejora, se la deben a Plaza.
Posiblemente, una muestra de que las cosas han cambiado en Sevilla es la reacción tras los primeros 20 minutos. De acuerdo que es lógico, o comprensible, que el Madrid no mantuviese el rodillo inicial al regreso de los vestuarios. “Era difícil volver con la misma intensidad” según Messina. Pero en ello, en que la ventaja quedase algo más reducida,contribuyó una peleona actitud del visitante, con el enemigo relajado sí, pero que en ningún momento se dejó llevar. Hay palizas antológicas que se han producido por el dejarse llevar. El sábado, Plaza se negó a que eso ocurriera.
De actitud habló también Messina, ensalzando la labor de sus pupilos y conectando el inicio del partido contra el Cajasol con los “12 últimos minutos de Milán. Además, en el último cuarto supimos reaccionar”. Contento con el trabajo de Dasic, no descartó una posible cesión del montenegrino “si llegamos a recuperar a todos los jugadores”.
Seguro que Plaza se sintió extraño en la sala de prensa de Vistalegre, hablando desde donde lo hizo durante tres temporadas, pero refiriéndose ahora al Madrid como algo ajeno, como el rival al que se había medido.
“Nadie cree nunca que pueda llegar a tener participación en un club como este. Me siento halagado por el recibimiento. Esté donde esté, una parte de mi corazón siempre será blanca. Ellos me dieron la oportunidad”.