Joe McNaull, pívot de 33 años y 2.09 metros, ya ejerce como jugador del Leche Río Breogán. Después de realizar su primer entreno con el equipo que dirige Moncho López (fundamentalmente sesiones de tiro), ha sido presentado ante los medios. En principio realizará un prueba de diez días, tras la cual, si es del agrado del cuerpo técnico, permanecerá en la plantilla breoganista durante al menos dos meses; sin descartarse su continuidad durante toda la temporada.

Tras el frustado fichaje del uruguayo Esteban Batista, quien ha firmado por los Atlanta Hawks para los dos próximas temporadas y un total de 900.000$ aproximadamente. El técnico de Narón ya tiene la tan ansiada pieza que le permita afrontar con mayores garantías el trabajo de pretemporada, después de las múltiples lesiones que han mermado al equipo en las posiciones interiores. Así explicaba la incorporación del jugador polaco: “Viene para ayudarnos a trabajar, el motivo por el que buscábamos un jugador era debido a las enfermedades y lesiones de nuestros hombres grandes. Viene para aportar centrímetros y calidad física en los postes bajos que nos permitan ser competitivos en los entrenamientos y en los partidos de preparación”.

Moncho López también se refirió a la posibilidad de incorporar a un quinto pívot en caso de no convencer McNaull: “no tengo eso tan claro, ahora mismo estamos mirando al corto plazo. Si no continuase McNaull imagino que volveríamos a dialogar para analizar el mercado, el estado de todos los pívots en ese momento y podría seguir ese planteamiento encima de la mesa, el de buscar un quinto pívot”.

Por su parte, el veterano jugador se mostró muy ilusionado ante la oportunidad que se le ha presentado: “estoy muy contento de estar en Lugo, sé que se está ensamblando un buen equipo y quiero formar parte de ese esamblaje. Estoy aquí para ayudar al equipo y si al entrenador le gusta mi manera de jugar, estaré encantado de permanecer en el Leche Río Breogán toda la temporada. Estoy seguro de que puedo jugar aquí y voy a demostrarlo”

McNaull también se definió como un jugador “que hace lo necesario para ayudar al equipo a ganar. Puedo defender, rebotear, hacer el trabajo sucio; no vengo a ser una estrella, vengo aquí para ganar”

El nuevo jugador celeste coincidió en la HEBA griega con su nuevo compañero Pete Mickeal, al que no dudó en alabar: “me acuerdo de verle jugar y preguntarme cómo era posible que anotara todos esos tiros. Es un anotador increible, no es un tirador, pero sabe como poner el balón dentro de la canasta”