Europa es un destino cada vez más apetecible para jugadores que han tenido un pasado importante en la NBA. Lejos de descartes o gente perdida en las profundidades de los extensos rosters norteamericanos, cada vez jugadores más importantes optan por dar el salto a las ligas importantes del viejo continente.

Sólo en los fichajes ACB de este año nos encontramos con ex-NBA de la talla de Casey Jacobsen, Pregrad Drobnjak, Rodney White, Raül López, Curtis Borchardt… jugadores que han decidido buscar un lugar donde poder demostrar el verdadero potencial de su baloncesto renunciando a la otrora soñada participación en la mejor liga del mundo.

En los últimos días se han escuchado rumores acerca del posible fichaje de Marcus Fizer por el Real Madrid o el Barcelona, y de Rodney Buford por el Akasvayu Girona. Además, equipos de Euroliga como el Panathinaikos se han hecho con los servicios de otros NBAs como Brandon Hunter, dispuesto a seguir los pasos de Mike Batiste, único americano del equipo hasta la fecha.

De acuerdo con las informaciones obtenidas de algunos agentes americanos, hay varios jugadores de categoría NBA que en este momento se encuentran sin equipo y estarían interesados en recalar en algún club europeo. El caso más llamativo es el del base de 36 años Kenny Anderson, que tras casi un año en blanco está en forma y dispuesto a escuchar ofertas de equipos ACB.

Anderson destacó en el apartado de asistencias desde que llegó a la NBA procedente de la Universidad de Georgia Tech. Jugó cuatro años en los Nets tras los que consiguió firmar un contrato multimillonario (50 millones de dólares por 8 años), aunque en 1995 sufrió su primera lesión grave y de alguna manera comenzó su declive como jugador. desde 1998 jugó en los Celtics a un nivel más que aceptable y después cambió de equipo cada año:Seattle, Indiana y Atlanta han sido sus últimos destinos.

Ahora, aún no habiendo perdido la esperanza de recibir la llamada de una franquicia NBA necesitada de un base puro que de minutos de descanso a sus hombres importantes, Anderson se plantea entrar en el mercado europeo siguiendo el nuevo flujo migratorio: De la NBA al territorio FIBA Europa.