El lunes 1 de septiembre el Real Madrid comenzó su andadura (no oficial) por la nueva temporada. El Torneo de la Ciudad de Albacete, contra el UCAM Murcia, fue la primera parada de una pretemporada más breve de lo habitual por los Juegos Olímpicos.
Los blancos tuvieron dificultades desde el momento que el balón se lanzó al aire. Un parcial de 0-10 inicial a favor de los universitarios dejó patente que a los madridistas les queda mucho por hacer. Más allá del resultado y las cuantiosas (y valiosas) bajas que tenía el cuadro de Pablo Laso, más impactante fue la falta de fluidez en la dirección de juego.
Nigel Williams-Goss fue el base titular como se esperaba desde el momento de su fichaje. Sin embargo, en ningún momento fue capaz de imponer su ritmo de juego y de jugar en situaciones sencillas para explotar su capacidad anotadora. Solo los arreones ofensivos de Fabien Causeur les permitían a los merengues reengancharse al partido.
A finales del primer cuarto Heurtel y Hanga debutaron con sus nuevos colores. El francés, más adaptado al baloncesto español, se encontró algo más cómodo. Pese a esto, arriesgó con varios pases elevados desde la cabecera a las esquinas que, en ocasiones, la defensa murciana era capaz de leer e interceptar. Tras el partido, el ex del ASVEL reconoció que queda mucho trabajo por hacer y que la carga de trabajo durante los últimos diez días es exigente en el plano físico.

El húngaro, por su parte, tuvo un rol secundario en cuanto a la dirección de juego. Todavía se encuentra en el proceso de encontrar su encaje en los esquemas y jugó alejado del balón. Esto es diametralmente opuesto a su papel en el Barça durante las últimas temporadas donde ejercía de base alto.
Finalmente, Laso apostó por la pareja de bases. En algunos momentos coincidieron sobre el parqué Williams-Goss y Juan Núñez. El americano también formó junto a Alocén, quien todavía está entrando en el equipo después de sus vacaciones. El mismo caso que Llull, que probablemente juegue más de dos que de ‘playmaker’ esta campaña. El menorquín formó con Heurtel a su lado.
El UCAM Murcia se mostró como el equipo más en forma. Desde el principio superó en intensidad a los subcampeones de Liga. Además, mantuvieron la ventaja durante el último minuto de encuentro después de que el Madrid redujera una ventaja que llegó a ser de 16 puntos. De todas maneras, con más partidos y entrenamientos, el Madrid volverá a funcionar como el reloj suizo que ha sido esta última década.