Se esperaba una semana con mucho movimiento en el 127 de la calle Serrano: con la Junta de Accionistas a la vuelta de la esquina, los pactos y apoyos entre las dos partes que pugnan en el conflicto abierto por el poder eran protagonistas. Encierros, comunicados y declaraciones eran el tema de conversación hasta el miércoles.
Ese día arrancó la última ofensiva de Javier Tejedor, máximo accionista y presidente de la entidad colegial. Tejedor, que ha intentado desde su entrada aferrarse a su cargo, tuvo que ver como un juez devolvía a la Fundación y al Club Deportivo (los rivales en la guerra colegial) sus derechos políticos de cara a la tan sonada Junta. Su mayoría se caía y necesitaba un golpe de efecto: sin fichajes a la vista (Carlos Montes trabaja para cerrar refuerzos pero la situación no ayuda), había que tomar medidas desesperadas. El primer paso ha sido dejar sin un puesto en el cuerpo técnico del equipo ACB a Nacho Azofra, todo un símbolo del Ramiro.
El siguiente paso de Tejedor y el Consejo de la S.A.D. ha sido suspender la Junta de Accionistas un día antes de la misma, incurriendo en una ilegalidad que indica la Ley de Sociedades Anónimas, que estipula que una suspensión debe anunciarse con 48 horas de antelación. Los accionistas han decidido seguir adelante con la misma (con el Consejo presente o sin él) y se han autoconvocado este viernes en el Magariños a las siete de la tarde: los miembros del Consejo, mientras tanto, tendrán que atenerse a las consecuencias, dado que incurren en un delito penal y no mercantil.
De haber quorum en la primera o en la segunda convocatoria (que será el sábado a la misma hora), el grupo formado por la Fundación y el Club Deportivo (ambos presididos por Jose Castellanos) asumirá el poder de la S.A.D., que controla los destinos de la plantilla ACB. Desde ese momento, tendrán que arrancar con su plan de trabajo para sanear al equipo antes del 16 de junio, fecha en la que el comité de competición de la Liga decidirá si inscribe o no a los colegiales.