Ha sido de los hechos más inesperados del equipo en lo que va de competición. Cuando en verano la plantilla de Unicaja se veía totalmente renovada, echando un vistazo al plantel resultante daba la sensación de que donde mejor se habían reforzado los malagueños era en la pintura.
La terna de pívots parecía de puro lujo. Los dos únicos supervivientes de la anterior campaña, Luka Zoric y Augusto Lima, veían como la llegada de tres importantes jugadores como son Fran Vázquez, Kosta Perovic y James Gist reforzaban la pintura malagueña, conformando un grupo de cinco jugadores que parecían de garantías y, sobre el papel, de los más potentes que el Unicaja había tenido cerca del aro desde varios años atrás.
Pero con el paso de los encuentros las tornas han cambiado. Tanto los bases como los hombres exteriores han ido encontrado su espacio en el equipo, asumiendo sus roles y sabiendo cada uno cuándo y qué se espera de ellos. Por ejemplo, Calloway y Williams se van complementando, el primero controla más el ritmo del encuentro mientras que Marcus le da el picante y el vértigo para intentar romper los partidos. Parecido es el caso entre escoltas y aleros, a falta de la llegada de Sergi Vidal.
Es en la pintura donde Jasmin Repesa está teniendo más quebraderos de cabeza. No da con la tecla para hacer funcionar a los pívots. Es cierto que, teniendo tantos hombres importantes, es difícil repartir los roles. Además, la versatilidad de alguno de ellos, que puede jugar de cuatro o de cinco, provoca también más posibilidades de combinaciones entre ellos, con sus consecuentes aumento de dudas en el técnico.
Fijándonos en las titularidades, parece ser que en Euroliga Repesa tiene más claro su pareja de inicio. En cuatro encuentros, los cuatro últimos, la titularidad ha sido para la pareja formada por Fran Vázquez y Luka Zoric. En el primer encuentro ante Maccabi la pareja elegida fue el pívot de Chantada junto a Perovic mientras que en la visita al Asseco Prokom fueron el croata junto a James Gist quienes fueron titulares.
Más cambios ha tenido el técnico croata en la Liga Endesa. De las ocho jornadas disputadas hasta la fecha, en cinco de ellas, las tres primeras y las dos últimas, ha repetido el dúo Vázquez – Zoric, mientras que en las otras tres jornadas ha sacado parejas distintas: Lima – Perovic ante el Fuenlabrada, Lima – Zoric ante Manresa y la más sorprendente de todas, Gist – Perovic en Bilbao, donde, para más inri, Perovic jugó los cuatro primeros minutos y no volvió a salir a pista.
Y sorprendente es porque son Gist y Perovic los más discutidos. Luka Zoric está rayando a un buen nivel con asiduidad, algo que le faltó en su primera campaña en el club. Se ha convertido en el pívot más fiable hasta el momento. Por su parte Augusto Lima ha progresado y ha logrado importantes minutos, aunque está pasando de jugar muchos minutos en algunos partidos a quedarse casi inédito en otros, lo que ha podido descolocar a veces al jugador. En cuanto a Fran Vázquez, no está haciendo malos números aunque se espera de él un progreso y que sea más dominante y más determinante, aunque ya en alguna ocasión Repesa ha salido en defensa del pívot gallego, alegando que quizás saca peores números en las estadísticas por ayudar a sus compañeros en otras tareas.
Pero del serbio y del americano se espera mucho más e incluso se ha llegado a rumorear con sus salidas. Kosta Perovic llegó a Málaga fuera de forma, con kilos de más, y muy falto de ritmo debido a las dos campañas con pocos minutos que ha tenido en Barcelona. Lo peor ha venido con la falta de confianza del jugador en sí mismo, que quedó reflejada en el tiempo muerto que se pudo ver donde Repesa le acusa de tener más fe el técnico en él que él en sí mismo.
Por su parte James Gist ha dado algunos fogonazos del jugador que puede llegar a ser. Un jugador espectacular, que cuando va al aro con decisión es casi imparable, y que ha dejado grandes momentos, sobre todo en Euroliga. Pero han sido más las partes donde ha sido un jugador gris, timorato, alejado del aro y abusando del triple, además de blando en defensa, lo que ha desesperado a su técnico en bastantes ocasiones, que lo termina sustituyendo con grandes ademanes y gestos que reflejaban su descontento. Incluso ha llegado a rumorearse que podía ser cortado por su bajo rendimiento, algo que ha corrido en desmentir el club, aunque es cierto que hay descontento con el jugador, como ya declaró Repesa en una rueda de prensa, afirmando que esperaba que Gist viniese con más hambre después de un año flojo en el Fenerbahce.
Unicaja es un equipo que sigue progresando y formándose, que está bien posicionado en la Euroliga y en una situación dentro de lo normal en Liga Endesa, pero que necesita que su pintura reaccione y empiece a dar el nivel que de ellos se espera. Por ahí pasarán muchas de las opciones de Unicaja de tener una temporada muy positiva, pudiendo hacer un buen año tanto en Europa como en la liga doméstica. Si los hombres grandes del conjunto malagueño empiezan a aportar del mismo modo que los exteriores, Unicaja tiene carta blanca para soñar en tener un año peleando en las partes importantes de todas las competiciones que dispute.