Otra temporada más en la que Monbus Obradoiro consigue el objetivo de la permanencia en la Liga Endesa, al tiempo que ejerce de escaparate de recién llegados a la ACB que pronto comienzan a copar titulares en la prensa especializada. El curso 2020/21 será el décimo consecutivo en el que Moncho Fernández, Gonzalo Rodríguez y Víctor Pérez dirigirán la nave gallega en la mejor liga de Europa con los mimbres que les proporcione José Luis Mateo. Nunca nos cansaremos de destacar el éxito que ello significa para un club con uno de los presupuestos más bajos de la categoría y representativo de una ciudad que no alcanza por poco los 100.000 habitantes censados.
ANÁLISIS GENERAL DE LA TEMPORADA: “LA VIDA SIGUE IGUAL”
Comenzábamos el análisis del proyecto del Obra 2019/20 con la referencia a una canción de un gallego universal como Julio Iglesias y efectivamente la vida ha seguido igual. Al menos lo ha hecho hasta la llegada del COVID19, que nos ha privado de uno de esos finales de temporada “made in Obra”, con penas y alegrías hasta llegar a la celebración de la permanencia en comunión con la afición del Fontes do Sar. La suspensión por la pandemia no empaña otra buena temporada en la que se habría conseguido el objetivo marcado, ya que los gallegos estaban cuatro victorias por encima del descenso y han empatado a triunfos (9) con el último clasificado para el playoff de doce decidido para terminar la competición, si finalmente se puede.
En dicho análisis comentábamos que el equipo gallego había conformado una muy buena plantilla, manteniendo la apuesta por el tiro de tres pero reforzando otros aspectos del juego con los fichajes de jugadores como Dejan Kravic, Earl Calloway, Chris Czerapowicz y Álvaro Muñoz. La llegada del pívot campeón de la BCL con la Virtus Bolonia era la que más ilusión generaba y se esperaba mucho de la pareja que formaría en la zona con Vladimir Brodziansky, ya con un año de experiencia profesional. Este dúo no ha decepcionado y ha sido una de las mejores combinaciones interiores de la Liga Endesa, como demuestran sus 39’9 de valoración conjunta, con Kravic de principal protagonista finalizando su primera participación en la ACB como el octavo jugador con mayor valoración media.

Muñoz y Czerapowicz se convirtieron en el pegamento de la plantilla casi desde el primera día, aportando carácter, defensa, versatilidad y también acoplándose a la perfección al sistema ofensivo de Moncho Fernández, que podrá seguir contando con ellos la temporada que viene. También se esperaba la mejora en el puesto de base con un veterano “de la guerra del Vietnam” como Calloway pero los problemas físicos le impidieron tener un rendimiento regular y perderse los últimos seis partidos. Aún así fue clave en las victorias, siendo el termómetro del equipo con 14’4 de valoración en los triunfos por 3’3 en las derrotas.
En el equipo que más apuesta por los rookies recién salidos de la NCAA en el baloncesto español siempre hay que hacer un aparte para analizar el rendimiento de estas jóvenes promesas. El resultado de este curso es sin duda positivo, ya que tanto Fletcher Magee como Mike Daum han dado grandes momentos y un buen rendimiento general. Ninguno de ellos ha sido un Matt Thomas o un Mike Muscala, pero el hombre récord de triples en la NCAA deslumbró en varios partidos siendo el mayor responsable de las victorias contra UCAM Murcia, RETAbet Bilbao Basket, MoraBanc Andorra y BAXI Manresa. Por su parte, Mike Daum fue el encargado de anotar varias canastas decisivas, como la que dio la victoria contra Fuenlabrada y la que decidió contra Valencia. y con su versatilidad permitió al Alquimista de Pontepedriña experimentar con un juego de hombres altos que tuvo su culminación en el “Giant Ball” del partido contra Valencia Basket.
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En cuanto a los veteranos, Pepe Pozas ha seguido acumulando récords dentro del club gallego para ser ya el jugador con más partidos ACB en el club, honor que une al de ser el máximo asistente y ladrón en la historia del Obra en la Liga Endesa. Kostas Vasileiadis ha seguido sumando triples a pesar de la lesión que le permitió jugar solo diez partidos y justo estaba en su mejor momento antes de la suspensión de la competición. El francotirador griego ha convertido 16 triples lo que le ha permitido subir al puesto número 44 en la clasificación de máximos triplistas históricos de la ACB con 491, superando a otro histórico triplista de un club gallego como Manel Sánchez y dejando atrás a Andres Nocioni y Brian Jackson, con los que estaba empatado al comienzo de la temporada. De haber mantenido su media de 1’6 por partido en los 11 restantes, hubiera anotado sobre 509, superando a Mirza Teletovic, Elmer Bennet y José Antonio Paraiso, peleando con Pau Ribas por el puesto 40. David Navarro y Maxime De Zeeuw han sido importantes en momentos puntuales a pesar de sus pocos minutos.

Para describir la temporada general del Obra tenemos que ser redundantes y hacer referencia otra vez a “La vida sigue igual”. Como en anteriores años se han sucedido rachas positivas y negativas, lesiones que se han suplido más con el esfuerzo colectivo que con fichajes, algunas esperanzas de alcanzar la Copa del Rey y emotivas victorias que han alegrado el corazón de los cantantes del Miudiño. También se ha repetido la irrupción destacada de fichajes no tan conocidos y la consolidación de jugadores al más alto nivel, lo que como siempre provocará la salida veraniega en busca de pastos más verdes en lo económico.
Y no podían faltar los momentos “made in” Moncho Fernández, tanto en sus apariciones permanentes en los sonidos del banquillo como en alguna sorpresa táctica. El uso de Mike Daum como tres y la apuesta por un quinteto con cuatro jugadores de más de dos metros para vencer a un equipo euroliga como Valencia Basket fue su movimiento más destacado y que en Solobasket bautizamos como “Giant Ball”. La inclinación por el triple ha seguido siendo clara, como confirma su primer puesto como equipo en triples intentados (29’1) y el tercero en anotados (10’5), pero ese uso táctico de Daum y Czerapowicz fue un pequeño zasca a quien analiza al Obra como un equipo que solo amenaza desde la línea de tres.

Y pasando a valorar brevemente el futuro, no cabe duda que Monbus Obradoiro ya está trabajando al cien por cien en la confección de la plantilla del curso 2020/21. En el caso del equipo gallego no se puede decir que la suspensión de la competición haya sido el pistoletazo de salida, ya que José Luis Mateo trabaja en futuros fichajes los 365 días del año, pero si que ya han comenzado a salir nombres como el base turco Kartal Özmizrak, cuyo fichaje aún no es oficial pero lo ha adelantado el fiable Chema de Lucas, así como se ha hablado de las ofertas de renovación a Mike Daum y el gran capitán Pepe Pozas. También se buscará la continuidad de la fenomenal pareja interior formada por Kravic y Brodziansky pero será complicado tras su gran rendimiento. En cualquier caso, obviando lo más importante que es la salida general de esta pandemia, el aspecto más a tener en cuenta va a ser adecuarse a las nuevas realidades económicas tras la crisis generada a todos los niveles por el COVID19.
EL MOMENTO CLAVE: LA VICTORIA EN MANRESA INICIÓ LA RACHA DEL AÑO
Monbus Obradoiro llegaba a la novena jornada ocupando la última posición de la tabla. Pero los gallegos no estaban nerviosos ya que en las ocho primeras habían tenido un calendario tremendamente complicado en el que había jugado contra Barça, Real Madrid y Kirolbet Baskonia, tres equipos de Euroliga, además de visitar las canchas de Casademont Zaragoza, Iberostar Tenerife y Joventut de Badalona, todos ellos equipos de playoff la temporada anterior. Se habían sacado dos importantes y sufridas victorias contra RETAbet Bilbao Basket y UCAM Murcia y el juego no estaba siendo malo exceptuando el partido en la capital maña y la segunda parte en Badalona.
Así que la visita al BAXI Manresa estaba marcada en letras rojas en el calendario, aunque Moncho Fernández sea un defensor a ultranza del partido a partido. El partido fue duro e igualado, con Ryan Toolson ejerciendo una vez más de ejecutor de los gallegos, pero contando solo con la ayuda ofensiva de Ferrari y Magarity. El Obra realizó un mejor partido coral, con Dejan Kravic de punta de lanza con 20 puntos y 21 de valoración, pero con hasta cinco jugadores más valorando en dobles dígitos. Daum y Czerapowicz fueron los mejores escuderos, a los que hay que sumar que Aleix Font y Maxime De Zeeuw jugaron uno de sus mejores partidos para conseguir esta victoria decisiva.

Esta victoria abrió la mejor racha del curso, pero quizás fue aún más importante el triunfo contra MoraBanc Andorra gracias a una canasta en los últimos segundos de Czerapowicz que le valió ganarse el cielo obradoirista. A pesar de que luego vino una derrota en Valencia a pesar del mejor partido individual del año de un jugador del Obra con los 38 de valoración de Kravic, en el período desde el 16 de noviembre al 28 de diciembre se consiguió un balance de 5 victorias y 2 derrotas. Se ganó a Coosur Real Betis y Montakit Fuenlabrada, además de arrasar a Movistar Estudiantes.
Incluso podríamos hablar del momento clave negativo, que también fue en esa racha, al perder un partido contra Herbalife Gran Canaria, por errores propios en los últimos segundos y que hubiera puesto muy cerca la posibilidad de clasificarse para la Copa del Rey. Fue uno de los mejores partidos de la temporada gallega pero esta vez la moneda de las últimas jugadas no cayó de su lado. Tampoco es un momento en el que cargar las tintas ni de lamentarse, ya que el Obra consiguió 6 de sus 9 victorias por 6 puntos o menos, mientras que solo 3 de sus 14 derrotas fueron por la misma diferencia o menos. Aunque es cierto que de haber ganado dos de esos partidos, que fueron contra San Pablo Burgos en casa y el mencionado en Gran Canaria, hubiera tenido muchas opciones de Copa, también lo es que el balance de los partidos decididos en los últimos minutos es muy positivo para el Obra esta temporada.
MOVIMIENTOS EN LA PLANTILLA
Monbus Obradoiro es el único de los equipos que ya han finalizado la temporada que no ha hecho movimientos relevantes en su plantilla, algo que también es una seña de identidad del club gallego. Su apuesta es casi siempre por dar tiempo a la mejora del rendimiento de sus jugadores y a paliar las lesiones con el esfuerzo del colectivo. Con la temporada comenzada llegaron Aleix Font, por las lesiones en los exteriores y especialmente la de Kostas Vasileiadis, y Laurynas Beliauskas, por la baja de Earl Calloway. El lituano estaba siendo seguido por el Obra y se adelantó su incorporación pero no ha tenido tiempo a acoplarse al equipo y su aportación ha sido escasa. El canterano del Barça llegó cedido tras su infructuoso paso por el Brose Bamberg y tuvo un papel regular de dar descanso a los veteranos pero sin llegar a destacar.
LO QUE NEGÓ EL COVID-19
En el Fontes do Sar se disfruta de pleno de cada partido, por lo que el haberse quedado sin los cinco duelos en casa que quedaban por disputar es sin duda la mayor perdida. Cada Miudiño no escuchado o cantado es como cada “te quiero” que no se ha dicho o recibido: es algo que no se recupera y que aumenta el deseo de volver a vivirlo lo antes posible.
En el terreno deportivo, los aficionados es posible que se hayan quedado sin poder disfrutar ni siquiera una temporada completa de un gran pívot como Dejan Kravic y sus alucinantes mates. El serbio tendrá muchas ofertas tras su gran temporada y de aceptar una de ellas será otro caso de jugador que ha relanzado su carrera en el Obra. Esto también se puede aplicar a Vladimir Brodziansky, que esta curso ha mostrado la regularidad que le faltó en su debut, por lo que los gallegos se pueden quedar sin una de las parejas interiores con más calidad que han tenido en los últimos años.
El COVID19 también ha quitado la posibilidad de que dos consumados francotiradores como Kostas Vasileaidis y Fletcher Magee siguieran dando estallidos a la afición en forma de triples. En el caso del griego la suspensión no pudo llegar en peor momento, ya que había recuperado el toque tras la lesión con dos buenos partidos contra Murcia y Bilbao y a sus 36 años estamos disfrutando de los últimos coletazos de su carrera, quedando menos oportunidades para subir en la clasificación de triplistas históricos. También nos quedará la duda de cuantos 3+1 más hubiera sumado el joven norteamericano, ya que no hay otro jugador en la Liga Endesa que consiga tantos como él.
Pero como ya mencionamos antes, lo que más duele perder es esa ya clásica celebración de la permanencia en el Fontes do Sar, mostrando la total comunión entre equipo y afición, con todos los cantantes del Miudiño dando rienda suelta a la alegría que les de ser del Obra.

Nos quedamos un año más en #LigaEndesa…y así lo han celebrado los jugadores y la #SARvationArmy. Muchísimas gracias, afición pic.twitter.com/bI8ATBXeco
— OBRADOIRO CAB (@OBRADOIROCAB) May 6, 2017