RESULTADOS

CUARTOS DE FINAL
JOVENTUT 62-64 LENOVO TENERIFE
REAL MADRID 73-67 RÍO BREOGÁN

LOS CUARTOS

JOVENTUT 62-64 LENOVO TENERIFE

El Lenovo Tenerife se llevó un encuentro que el Joventut peleó hasta el final, pero en el que su reacción fue tardía. En su cuarta clasifición para las semifinales de la Copa del Rey en cinco años, el Tenerife parecía haber sentenciado el partido al término del tercer cuarto, donde llegó a ponerse con una ventaja de 17 puntos (34-51). Sin embargo, la emoción, propia de esta competición, floreció cuando el canterano del Joventut, Joel Parra, tenía algo más que añadir en partido. Con un parcial de 25-6 liderado por el recientemente seleccionado para las ventanas FIBA, el Joventut recortó diferencias y mantuvo en vilo a los aficionados aurinegros. Con sus tres tiros libres anotados a falta de un minuto para el final, Parra ponía por delante a los suyos (59-57), a lo que Sasu Salin respondió con un importantísimo triple, tras dos fallos consecutivos de la Penya. Un triple que llegó en el mejor momento, ya que en los anteriores 14 minutos, los tinerfeños no habían conseguido materializar nada más que una canasta en juego -el resto, tiros libres-, claro reflejo de lo errados que estuvieron ambos equipos durante todo el choque. Otro dato que lo deja claro es el porcentaje desde la línea de tres: 9/26 en triples para el Tenerife y 4/27 para el Joventut.

Que ambos equipos no tuvieran su mejor día en la parte ofensiva podría explicarse, en parte, por las flojas actuaciones de los jefes en la sala de mandos de los dos conjuntos. Marcelinho Huertas, que siempre rinde sobremanera en citas como esta, nos hizo ver que es también es humano y que los efectos que llevaba encima tras el resfriado que sufría casi condenan al equipo (8 pérdidas y un -2 de valoración). Por lo menos, ahí estaba Giorgi Shermadini (12 puntos, 8 rebotes, 2 tapones y 2 recuperaciones, con 18 de valoración) para actuar como referente del equipo al que acogerse. Por su parte, ni Guillem Vives -con un gorazo que fue de lo mejor del partido-, ni Ferran Bassas estuvieron entonados. Los dos bases sumaron -19 de valoración y ningún triple anotado en sus once intentos. Pese al 7 de 12 en triples de la primera parte por parte del Tenerife, los de Txus Vidorreta se desinflaron en el tres y pasaron a registrar un pobre 2 de 14. La entonación en la primera mitad y ese colchón generado fue una de las claves por las que el Tenrife pudo aguantar la embestida final de la Penya (+13 al descanso). Por lo general, la apertura de la Copa nos dio un partido embarrado, sin demasiados aspectos reseñables en la ofensiva y que se llevó el que menos errores cometió.

REAL MADRID 73-67 RÍO BREOGÁN

Sucedió lo más previsible. Y no, no fue que el Real Madrid pasara de ronda, sino que el Río Breogán hiciera que los blancos tuvieran que emplearse a fondo para seguir vivos en la competición. Pese a todo, el Real Madrid contaba con los efectivos y experiencia necesarios para afrontar con diligencia este tipo de partidos ante las intentonas lucenses. El Breogán lideró los parciales en los últimos tres cuartos, demostrando estar metidos en el partido y aguantando el ritmo del vigente campeón y todo un líder de Liga y Euroliga. Sin embargo, la ventaja generada en el primer cuarto de los de Pablo Laso (27-16) fue más que la que recortó el Breogán durante el resto de periodos. Los breoganistas se vieron a las primeras de cambio con una desventaja de 13 puntos en el marcador, tras el segundo triple de Guerschon Yabusele y su sequía anotadora incial (3 puntos en 6 minutos). La dinámica ofensiva de ambos no estaba, para nada, en el mismo nivel, pero la revelación de la liga supo ponerse de pie y pelear el partido hasta el final, aunque a base de corazón más que de juego, algo totalmente normal en un debut copero ante el rey de la competición.

Las esperanzas de los de Veljko Mrsic pasaban por lo bien que rindiera su jugador estrella, Dzanan Musa, que fue bien defendido por el cuadro blanco -mérito de Alberto Abalade, sobre todo- y no vio demasiado aro durante el choque, al igual que con Trae Bell-Haynes. La defensa aplicada sobre estas dos armas ofensivas sería clave para el Madrid, y los blancos lo sabían. Los habituales madridistas sí que rindieron con más soltura, como es el caso de Yabusele, que no se arruga bajo ninguna circunstancia. El francés anotó los primeros cinco puntos del equipo en su debut liguero y acabó firmando 17 puntos, con un 4 de 5 en triples. Junto a él, Edy Tavares fue otro de los destacados, con 11 puntos , 11 rebotes y 21 de valoración, además de 5 tapones, algunos en momentos clave del partido. Por la parte lucense, el pívot Rahid Mahalbasic fue el jugador más reseñable. El esloveno aportaba puntos durante el intento de remontada a los blancos en un momento en el que ningún otro jugador daba el paso adelante para liderar al equipo, acabando con 16 tantos y 4 rebotes.

Un arreón final de los lucenses hacía que los dos equipos encararan el último cuarto con 7 puntos de diferencia (57-50), llegándose a poner a tan solo 2 tantos a falta de 8 minutos, gracias a Jordan Sakho y Lukovic y a un Real Madrid bloqueado. Sin embargo, la emoción quedó ahí, ya que los madridistas se escuadron en su defensa y experiencia para llevarse el partido.