Desenlace feliz en Sevilla, a falta de un partido ante el FC Barcelona del que no se quiso olvidar Aíto por la posibilidad de escalar puestos en la tabla antes de encarar el Playoff. Un duelo esperado porque enfrentaba a los dos principales contendientes por la última de las ocho plazas y se veía venir decisivo cuando no trascendental, con un comodín para el equipo andaluz: tenía que perder por 9 puntos para complicarse seriamente sus posibilidades. Los nervios, por tanto, calaron más en la Penya, peor posicionada en la tabla. Obligada a forzar cuanto estuviera en su mano, no encontró acierto. Cajasol jugaba con el viento a favor y Bamforth lo aprovechó para poner coherencia entre los errores no forzados de los dos equipos; primero, sacando una falta de tres tiros libres, y después con un buscado 2+1. Correctos atrás, los locales supieron frenar las intenciones de su rival y un triple de Landry los puso muy pronto contra las cuerdas (15-04).

 

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El tiempo muerto permitió a los de Maldonado recapacitar y centrarse. Decidieron desplegar un juego más abierto, con los tiradores dispuestos a cada extremo, mientras Miralles aprovechaba la poca concentración de Balvin para compensar el juego interior.  Así entraron los triples de Shurna y Kirksay ante un Cajasol desorientado, que empezaba a marearse mientras vislumbraba la pesadilla, años antes adorado, con la camiseta del FIATC Joventut. El ex del equipo sevillano lideró las carreras y embestidas visitantes para terminar empatando el duelo antes de que terminara el primer cuarto (21-21).

 

No tuvieron los de Aíto tiempo para respirar. La Penya insistió en su asalto cargando ahora Savané entre las muchas lagunas interiores. Un triple de Radicevic, intento desesperado de reanimar las facilidades del inicio, quedó en nada con las acometidas del pívot y otro triple mágico de Kirksay que ponían al Joventut por delante para después, con nuevos triples de Shurna y Cochran, dar la vuelta por completo al marcador (28-38).

En cuestión de minutos había caído todo el Cajasol, y tendría que ser la segunda unidad la que lo recompusiera. Molesto Satoransky y forzando varias entradas, tuvo que ser Franch el que cortara más de un balón, cogiera las riendas y con dos triples, nuevos destellos de Porzingis y Bamforth haciendo el trabajo de los pívots, liderara un nuevo parcial que devolvía a los sevillanos al partido y con las espadas en lo alto (40-40).

A pesar de las energías con que se llegó al descanso, todo volvió a apagarse nada más arrancar el tercer cuarto. Sin terminar de arreglarse la pintura sevillana, los de Maldonado encontraron un punto débil que atacar para volver a adelantarse; Vives puso la puntilla con un triple y Savané terminó de abrirla por completo (44-52). Cajasol reaccionó con carácter para recortar en dos nuevos contraataques y poco más. La clave del primer tiempo muerto verdinegro, buscar siempre a cada extremo del perímetro, les había seguido funcionando, y cómodamente parecían volver a llevarse la ventaja hasta los dobles dígitos cuando cayó el triple de Urtasun antes de dar paso al cuarto definitivo (53-59). 

Este tiro reactivó al equipo local y su público, poco a poco volvió a crecerse Cajasol como se creció Hernangómez para, tras un impactante tapón, igualar sobre la bocina (59-59). Un triple de Ventura enfrió los ánimos, Vives se estiró todo lo que pudo en una entrada y Savané convirtió los tiros libres que cosechaba bajo canasta. Los sevillanos insistieron con minutos por delante para jugar y cargar, y justo parecía que volvía a despegarse la Penya hasta los cinco puntos de diferencia cuando el balón se perdió en mitad de la defensa local, corrió Cajasol y falló la entrada a canasta para que Satoransky, que ya cortaba el aire, se asegurara de encestar (69-72).

Volvían a pisar con fuerza los locales y volvió Savané a penetrar para sacar el 2+1. y justo aquí se decidió todo. Primero falló el tiro adicional para luego dejar paso a un Bamforth disparado como siempre y afilado como nunca. El escolta cruzó la pintura en un visto y no visto, recibió la falta y dejó su canasta para luego anotar el adicional. Luego Porzingis palmeó hacia fuera un tiro del Joventut que volvió a aprovechar el rookie para poner a los suyos por delante desde la línea de 6.75. Loco el partido y a menos de un minuto para que terminara, Savané sacó una nueva falta para la que no logró convertir ninguno de los dos tiros y Bamforth no se lo perdonó. Ahora sí, sufría la Penya (79-77).

Se agotaba el tiempo y con él las opciones ya no de ganar, sino de superar la renta que permitiría seguir luchando por el Playoff. Kirksay volvió a ejercer de maestro sacando una falta muy inteligente y dos tiros con los que habría igualado el marcador. Convirtió el primero y falló el segundo para que otra vez Bamforth se aferrara al rebote y ya nunca lo soltara. Rápidamente cayó la falta y acudió a la línea de tiros libres para convertirlos (81-78). Pudo pecar aquí de imprudente el Cajasol: dejó avanzar al Joventut sin cometer la falta que no le habría permitido igualar para luego jugar la posesión, y Shurna lo aprovechó con un triple frontal. Habría supuesto la prórroga de no volver a salir disparado Bamforth, plantarse en la línea de 6.75 y lanzar. Nunca llegó a canasta, pero su tiro lo palmeó Satoransky hacia arriba y lo remató Landry justo cuando la bocina marcaba el final. El norteamericano pudo alzar los brazos y estalló de alegría. A falta de un partido, jugarán el Playoff.