Comenzaba el encuentro en la tarde de Santiago con Fontes do Sar lleno hasta la bandera rozando los seis mil que entonaban al unísono el miudiño que atronaba el foso gallego. Unicaja comenzaba concentrado, lejos de amilanarse ante una hinchada entregada dominaba los primeros minutos del encuentro y dejaba claras las intenciones andaluzas: el juego interior. El dominio verde llegaba por la zona, donde Zoric, Vazquez y Panko dominaban sobre la defensa gallega. Los locales pagaban su entrada errática y perdían la batalla por el juego interior donde Mejri tan solo en los minutos iniciales ofrecía resistencia. Blusens entró en racha en los minutos finales de la mano de Kendall y con un triple de Andrés Rodríguez conseguían voltear el marcador, pero la alegría duró lo que tardó Simon en aparecer y ajusticiar el aro gallego con cinco puntos consecutivos que cerraban el primer acto con 12-16 en el marcador. Los visitantes conseguían marcharse en el marcador ante otra mala salida del equipo de Moncho Fernández que acusaba la falta de acierto y sobre todo la buena defensa del equipo malagueño que claramente tenían como objetivo atar a Alberto Corbacho. Unicaja sumaba con Zoric hasta que el pívot croata cometía su tercera falta personal pero la ventaja malagueña era todavía amplia como para preocuparse. Tras el tiempo muerto de Moncho Fernández los locales recortan diferencias con Corbacho como protagonista que estrenaba el casillero de triples de la noche, se llegaba al descanso con 28-32 en el marcador.
La motivación del cuerpo técnico local surgió efecto a la salida de vestuarios con Obradoiro reforzado por una grada entregada a la causa, tras unos primeros ataques confusos Ben Dewar se erigió protagonista: dos triples y un mate del alero francés y entre medias alleyoop de Andrés Rodriguez que Mejri hunde en la canasta malagueña. Delirio en las gradas ante los mejores minutos de Blusens que dominaba en el marcador ante los peores minutos de Unicaja. Los exteriores malagueños se encargaron de volver a igualar la contienda hasta los segundos finales donde en un duelo de pizarras tras tiempos muertos de ambos entrenadores la ventaja cayó de lado local al término del tercer cuarto, 49-46. Con la tensión del partido llegando a las máximas cotas Alberto Corbacho lograba fajarse de la férrea defensa malacitana para bombardear el aro rival y con dos triples alimentar la ventaja de su equipo pero la respuesta de Zoric primero con 2+1 y el triple de Urtasun neutralizaban el arranque de Obradoiro. Tras un extraordinario intercambio de canastas el encuentro llegó a su parte decisiva, a los últimos dos minutos con la máxima igualdad. Tensión y nervios para afrontar los ataques de Obradorio en un momento donde con opciones reales el acierto no les acompañó en el tiro exterior y con decisiones arbitrales muy discutidas las opciones se esfumaron. Unicaja supo moverse con inteligencia para llevarse el encuentro, pero no el average