La Penya empezó el partido con dudas y sin la tensión necesaria en defensa, hecho que aprovecharon los blancos para endosar un 0-8 de salida. Tras este mal inicio los de Salva Maldonado empezaron a ver aro con más asiduidad, sin perderle la cara al partido pese a seguir sin exigirle demasiado a un Madrid sin problemas para anotar (11-15, minuto 8). Los visitantes empezarían el segundo cuarto como un tiro, ampliando las diferencias a un Joventut al que le costaba sobremanera tanto atacar como defender de forma eficiente (21-30, minuto 12). La situación apenas variaba entre ambos contricantes, que durante los últimos minutos antes del descanso parecían firmar un pacto de no agresión, sin estirar el marcador los de Pablo Laso ni recortar puntos los de Badalona (34-41, minuto 18).

Después del tiempo de vestidores el Madrid salió decidido a dejar el partido resuelto, gracias al acierto en el triple de un Rudy Fernández que fue ovacionado en su regreso al Olímpic (43-55, minuto 26). Los locales no veían más soluciones en ataque que la inspiración puntual de Corey Fisher o la garra de unos luchadores Savané y Llovet, sin llegar en ningún momento a ser una molestia real para sus contrarios. En el tramo final del tercer cuarto una técnica a Albert Oliver y la permisibilidad del arbitraje sobre los contactos defensivos de los blancos sacaron a los verdinegros del partido, mientras que la calidad de Jaycee Carroll hacía el resto (50-72, minuto 30). El último periodo ha sido un mero trámite para los finalistas de la Euroliga, que no han tenido dificultad alguna en mantener la ventaja dentro de su cauce y poder resarcirse así de la dura derrota ante Olympiacos.