El Real Madrid termina, por la vía rápida, con la mejor temporada del Gran Canaria (92 a 99)

El partido empezó de forma vibrante, marcado por la intensidad en ambos equipos y Oliver y Doncic ordenando en ataque a sus compañeros. Carroll no supo calibrar sus emociones y antes de que llegara el ecuador del cuarto se tuvo que ir al banquillo, después de que le pitaran una técnica por protestar y que suponía su tercera falta. Se pasaron los nervios iniciales, empezaron a caer los puntos y aparecían los grandes jugadores, con acciones de alto nivel técnico. Llull, desde el banquillo, en modo microondas, enchufó dos triples, a los que resondió un Granca combinativo, moviendo bien el balón y buscando tiros de alto porcentaje (27 a 25).

El juego coral del Herbalife, expresado como nunca, chocaba de frente con las individualidades de un Madrid, en el que aparecía Rudy Fernández, con dos triplazos, para tomar el testigo de Doncic y Llull y mantener el choque igualado. La presencia en el quinteto de los dos jugadores de las Islas Baleares, con Felipe en labores de intendencia, coincidieron con los mejores minutos de los blancos, que empezaron a crear problemas tambien con su defensa. Báez y Oliver se echaron el equipo a sus espaldas, para sacarlo del pequeño apuro que les estaba creando el dúo del backcourt madridista, en un partido en el que nadie marcaba diferencias (50 a 50).

El Madrid, como casi siempre, salió con una marcha más (esa a la que no puede llegar el Granca), tras el descanso, y en tres minutos, con un parcial de 4 a 14, puso tierra de por medio. Con las armas de siempre, elevando su nivel defensivo y con el rodillo en ataque. Carroll (13 puntos en 7 minutos), descansado, y Doncic, se encargaban de que su equipo sacara réditos positivos en la mayoría de sus acciones ofensivas. Conscientes de que no quedaban más balas en la recámara, los amarillos contuvieron el vendaval, igualando el nivel defensivo de los de Laso y con los triples de Rabaseda, Eriksson y Aguilar (71 a 79).

El Granca seguía jugando bien y mantenía al rival cerca en el marcador, auque siempre yendo a remolque. Los mates de Balvin hicieron que el Gran Canaria Arena elevara sus decibelios al máximo, mientras en el Madrid, Rudy sustituyó a Carroll como referente ofensivo, celebrando su reciente renovación (hasta 2020) con triples importantes. A los triples se volvió a agarrar el Granca para reducir su desventaja hasta los tres puntos (menos de dos minutos por jugar), tras el acierto exterior de Báez primero, y Eriksson, después. Báez metió un triple más (92 a 94) y Taylor respondió inmediatemente con otro, solo, en su esquina favorita.