En la rueda de prensa previa al partido, Pesic dijo que el Barça no era un equipo duro, pero Laso demostró que, a pesar de haberle tomado la medida, ganarle al Madrid en las etapas decisivas es muy difícil. Porque los blancos saben de que va esto, y porque el Real Madrid se volvió a coronar campeón de una de las ligas más reñidas de los últimos años.
El encuentro comenzó con ajustes dignos de una final. Facu Campazzo asfixiando a Heurtel y del otro lado Hanga intentando frenar al argentino, autor de unos números increíbles estos playoffs.
Junto con los ajustes, también apareció la confianza para algunos jugadores. Singleton con confianza, recordando a aquel jugador que fichó el Barça en verano. Del otro lado Rudy… haciendo de Rudy. Triples lejanos, festejos animados. Su carácter siempre fue parte de su juego.
Y así empieza @rudy5fernandez
Rebote en ataque y triple. #PlayoffLigaEndesa pic.twitter.com/p277l1PAu3— Basket en Movistar+ (@MovistarBasket) 21 de junio de 2019
En Barcelona la noche no anunciaba nubes, pero al final acabó lloviendo. Triples de todos los colores, pero sobre todo blancos. El Barça aguantaba como podía, pero el inicio era complicado (8-16 min.5)
Los duelos de pizarras continuaron, pero también los duelos individuales en la pista. Ayón y Tomic se las traían y, a pesar de no ser San Valentín, las miradas entre ambos daban de que hablar.
La confianza, para algunos, llego tarde, en el último cruce de la temporada. Pero nunca es tarde para recuperar a aquel Pangos que tanto brilló en Zalgiris y que dio la primera ventaja para los azulgrana (28-26 min.12)
.@KPangos pone en órbita al Barça Lassa @FCBbasket: ¡triplazo!#PlayoffLigaEndesa
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Los siguientes minutos fueron víctimas de la dureza. De ese contacto físico que según Pablo Laso ‘daña el baloncesto’ y que a Pesic tanto le gusta. Diferentes formas de ver el baloncesto. Y para la dureza, qué mejor que un Roland Smits con confianza o que la mano de seda de Trey Thompkins para devolver la ventaja a los blancos (31-33 min. 17).
En el tercer período, el propio Laso tuvo que recurrir al contacto, a la dureza. Le dio resultado durante los primeros minutos, porque Rudy salió enchufado y Randolph nos hizo ver, una vez más, que es un jugador de élite cuando está centrado.
Pero el Barça no se iba a rendir, ni mucho menos. Con Pangos como abanderado y Singleton apareciendo por todos lados, los culés parecían no extrañar a un desparecido Thomas Heurtel (45-47 min. 27).
El francés decidió aparecer en el último cuarto para inaugurar su contador personal, pero ni eso parecía suficiente para enchufarle en el partido. Un Campazzo omnipresente lo enloqueció con su defensa y sus triquiñuelas de perro viejo.
Así se juega. Conexión Campazzo – Tavares. #PlayoffLigaEndesa pic.twitter.com/zxSRXmFOP0
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El Barcelona poco a poco se fue quedando sin ideas y sin acierto exterior. Los tiros no entraban, la defensa cada vez era más débil, y aquí la experiencia pesa sobre las ganas.
A pesar de ello, tres minutos pasaron sin que ningún equipo anotara, desde el 34 hasta el 37. Y aquí esos nueve puntos de ventaja del Madrid se hicieron pesar, hasta que Tavares rompió la maldición desde la línea de personal (55-65 min. 38).
A los de Laso les alcanzó con un soporífero último cuarto para consagrarse, porque el Barça no aguantó más, porque se quedaron sin piernas y sin ideas (68-74 min.40).
Los blancos lograron un título, una vez más, con gran acento argentino. Porque Campazzo se adueñó del encuentro y decidió que, una vez más, el Real Madrid es el campeón de la Liga Endesa.
De repente @facucampazzo se levanta en el tiempo muerto y GRITA
“¡Es nuestro este partido!”#PlayoffLigaEndesa
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Al final Pesic tenía razón, el Barça no fue un equipo tan duro. Nunca sabremos si se refería a los físico o a lo mental, pero en este caso, valió para ambas.