Jornada número 25 que nos lleva hasta Tenerife, donde viviremos un duelo que bien podríamos encontrar en los PlayOffs. Un Iberostar Tenerife que se aferra a las posiciones que le permitirán luchar por el título doméstico se enfrenta al Real Madrid, el cual tratará de llevarse la victoria de la isla para arreglar la derrota sufrida ante el líder, el FC Barcelona Lassa.
Los locales se vieron intimidados por el poderío físico del Real Madrid en defensa. Pierden el ritmo de juego, y se encuentran supeditados en todos los ámbitos por el conjunto de la capital. El conjunto de Pablo Laso ha arrancado con mucha energía e intensidad en ambos lados de la cancha. Ofensivamente, portan los galones Rudy Fernández y Anthony Randolph. El héroe de Grecia comenzó muy acertado desde el triple, anotando los dos primeros que lanzó. A su vez, el esloveno mantuvo el ritmo ofensivo desde más allá del 6.75 y en transición. Txus Vidorreta apostó por una defensa en zona, lo que favoreció especialmente a Randolph, ya que aprovechaba para emparejarse con Devin White y sacar provecho en cada acción posible.
La temperatura del partido aumentó por momentos. Un bloqueo agresivo de Colton Iverson sobre Anthony Randolph disgustó al jugador del Real Madrid, quien se terminó enzarzando con Tim Abromaitis posteriormente, siendo sancionado con falta antideportiva. Dicha penalización terminó de despertar la reacción tinerfeña que, basados en su pareja interior (Iverson-Abromaitis), y la eficacia de White y Brussino culminaron un parcial de 17-9 que pone las tablas al término de los primeros 10 minutos (19-19).
Y Facundo Campazzo apareció en escena. El base argentino desatascó el movimiento de balón blanco, equilibró el ritmo defensivo de los suyos, y distribuye el juego a su antojo. Con 3 asistencias en menos de 3 minutos de cuarto, asociado con un acertadísimo Trey Thompkins, quien anotó dos triples consecutivos, conllevó a imponer un parcial de 2-12, lo que abrió una pequeña brecha en el marcador. Nuevamente, Iberostar Tenerife reaccionó al arreón blanco con un ápice de intensidad que les faltó al comienzo del cuarto.
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En cuanto el partido se calmó, la lucha táctica dominó el partido. El Real Madrid jugó en transición, endosando muchos puntos por este camino a Iberostar Tenerife. Los locales no son capaces de mantener el ritmo de partido, y de lograr un balance que impida al Real Madrid correr tras rebote. Unido a la solidez defensiva mostrada por los de Pablo Laso durante el cuarto, la balanza comienza a decantarse. Trey Thompkins siguió haciendo daño a los tinerfeños, a quienes endosa 14 puntos, con un impecable 4/4 en triples, durante el cuarto. El Real Madrid fue superior colectivamente a los locales, por lo que mandan tras el primer tiempo (40-49).
La vuelta de vestuarios le ha pasado factura a un descafeinado Iberostar Tenerife, quien sale muy erráticos en ataque, y son incapaces de cortar el movimiento de balón blanco, y de cerrarle el rebote a un Walter Tavares que hace mucho daño bajo los tableros. Tres triples consecutivos de Sergio Llull y un robo de Rudy aprovecharon el despiste tinerfeño para imponer un parcial de salida de 3-15. Iberostar Tenerife sale desconcentrado al inicio de cada cuarto, lo que provoca que los visitantes huelan sangre, y no duden en ir a matar el partido. El Real Madrid ronda los 20 puntos de distancia, y las sensaciones muestran que el partido se encuentra al borde del abismo.
Iberostar Tenerife cambió la actitud en defensa, adelantando las líneas de pase y presionando, buscando incomodar a un Real Madrid que se encomienda a los 15 puntos en el cuarto de Sergio Llull para combatir el intercambio de canastas. Los golpes los endosó los de Pablo Laso con contundencia (59-75).
Finalmente, Iberostar Tenerife salió con el cuchillo entre los dientes. Pese a que su final sea el miércoles, quiere dar una buena imagen ante su público. Y Ferran Bassas junto a Lucca Staiger enloquecieron el choque. Los de Txus Vidorreta comenzaron el cuarto muy agresivos, con las líneas de pase adelantadas, consiguiendo imprecisiones en el Real Madrid, aprovechados por los tinerfeños para imponer un mayor ritmo de juego. Bassas, quien lleva 11 asistencias al último cuarto, cambia la imagen de los suyos, especialmente en la dirección y sobre la ejecución de un Staiger que, a base de triples, reducen la ventaja hasta bajar de diez puntos (69-77 min 33).
La reacción tinerfeña aumenta la tensión del partido, lo que alentó a todo el pabellón, y a los propios jugadores. Una serie de decisiones dudosas por parte del colectivo arbitral desembocaron en una técnica sobre Nico Richotti, quien refleja la intensidad con la que juegan los suyos. Bassas trató de conectar con Tim Abromaitis para no perder la oportunidad de mantenerse hasta el final en el partido, pese a que Rudy trate de dinamitarlo a base de triples.
Y Ferrán Bassas siembra la duda en el banquillo blanco. Dos triples consecutivos del base español mantienen viva la llama de la remontada, y contagia a sus compañeros, quienes focalizan la dirección y anotación sobre él mismo. Fue prácticamente el único que ha creído en todo momento que pueden remontar la diferencia del Real Madrid. Txus Vidorreta volvió a la defensa en zona para culminar la remontada, sin reducir la presión sobre las líneas de pase.
Sin embargo, el Real Madrid no perdió la concentración ni la calma pese al arreón tinerfeño. Un triple de Campazzo a falta de 1:30 para finalizar el encuentro, devuelve la ventaja de 10 puntos que dinamita el partido. Cuando parecía que el partido iba a finalizar en el tercer cuarto, la imagen dada por los de Vidorreta fue más que satisfactoria, supieron reaccionar ante todo un Real Madrid. Pese a ello, la ventaja obtenida por los de Pablo Laso fue suficiente para que Iberostar Tenerife no culmine la remontada y se ahogue en la orilla (82-91).