Comenzaba la segunda vuelta en el Príncipe Felipe con un Cafés Candelas Breogán enchufadísimo en los primeros compases, anotando 12 puntos en los tres primeros minutos. Por su parte, Tecnyconta Zaragoza quería seguir ese alto ritmo de juego visitante pero se veía desacertado en el tiro y con excesivas pérdidas. Los últimos minutos del primer cuarto reducirían aún más si cabe el acierto de ambos conjuntos frente al aro rival y dejarían una ligera ventaja visitante en el marcador tras el primer periodo (15-21).

El equipo lucense lograría seguir aumentando su ventaja a la salida del segundo cuarto aprovechando que los rojillos parecían no encontrar una forma efectiva de juego, mostrando así lo delicada que es la baja para los locales de un jugador como McCalebb. Conforme pasaban los minutos del segundo cuarto, los visitantes parecían levantar el pie del acelerador  y en ese momento aparecían tanto Okoye como Martí para anotar desde el 6’75 y cambiar definitivamente la inercia de un cuarto, que llegaría a su final con una ventaja por la mínima para los maños (37-36).

Salida de vestuarios en la que Tecnyconta Zaragoza con el liderazgo de Alocén pisaban el acelerador y le imprimían una marcha al partido que los gallegos no podían seguir, llegando a poner una diferencia por encima de los 10 puntos y con unas sensaciones de que podría romperse el partido de un momento a otro, pero habría un jugador celeste que iba a darlo todo para que esto no ocurriese. Sulejmanovic explotaba definitivamente en este tercer periodo anotando tanto dentro como fuera y siendo un absoluto quebradero de cabeza para los maños. Unos últimos minutos de gran ritmo y de reparto de golpes entre ambos conjuntos dejaban el partido muy abierto a falta de 10 minutos (61-54).

El cuarto tiempo comenzaría siendo un calco de lo visto en los últimos minutos del anterior tiempo, con ambos equipos anotando y sin que las defensas pudiesen realmente hacer frente a ninguno de los dos equipos, pero a mediados del cuarto serían los rojillos los que conseguirían apretar en defensa, tanto gracias a los tapones como a los robos de balón, para salir al contraataque en todo momento y empezar a crear una mayor diferencia con el equipo lucense. Stan Okoye como protagonista rojillo parecía apagar poco a poco el gran trabajo hecho por Sulejmanovic para que su equipo no se fuese del partido, pero no conseguiría que los maños se alzasen con su décima victoria de la temporada por 83 a 69.