El año del gen canarista. El de las imágenes históricas para recordar aquellos maravillosos años que se pretenden rememorar con la que, se supone, mejor plantilla jamás creada. Una revolución de hasta once nuevas caras, con las que intentar mantener los niveles de temporadas pasadas. Enfrente, unos que de ilusiones y revoluciones saben bastante, recién llegados después de haber vuelto del túnel de la LEB, sin ruido, pero con orden, con trabajo y calma. Otro tipo de tranquilidad, que la llaman.

Toda una referencia de esta revolución tranquila que pretenden Vidorreta y Cabrera iniciaba la cuenta de esta temporada en el Santiago Martín, para convertirse, recién llegado, en la referencia ofensiva del equipo…a sus 36 años. Y es que a Marce Huertas le sobra aún clase para dar y repartir. Sin embargo, no venía RetaBet Bilbao Basket a sumarse a la fiesta de los más de 4.000 abonados canaristas y pronto, con un par de triples y la amplia presencia de Balvin, doblaba en modo temprano a su adversario (5-10 min. 5). Bouteille se convertía en la primera pesadilla del técnico bilbaíno residente en La Laguna. Sólo dos triples de Dani Díez igualaban la cosa para acercarlo todo y dejar el primer cuarto en un triste 14-17 del negro de las guerrillas vizcaínas.

Le daba un poco más de vida al partido el equipo local en el segundo acto, con Shermadini, Huertas y Díez intentando resolver los desaguisados que el resto del equipo generaba. Hasta ocho puntos de ventaja acumulaban los vascos con Bouteille rompiendo todos los scoutings. Tirando del mediático gen, aquel que ha hecho de la defensa canarista otra seña de identidad, se acercaban los locales, en sus mejores minutos de todo el partido. Tanto, que hasta les daba para darle la vuelta a la cosa llegando al descanso. Se le quedaban cortos estos últimos cinco minutos a los laguneros que, eso sí, se iban a la pausa larga por delante (35-34). Hasta ahí duraría la tranquilidad.

Seguía jugándose a bastante poco a la vuelta de las cabinas. No para Bouteille, a lo suyo en lo de sumar, con cinco puntos seguidos que daba a los de negro de nuevo la ventaja en el acta. Entre pérdidas, instant reply y balones al hierro de atrás se deshilachaban las ilusiones del estreno en las gradas. El experimento de Alex López al uno no salía y Marcelinho ya acumulaba 21 minutos sobre la cancha, justo cuando Jaylon Brown ponía un +5 visitante. Con un quinteto sin puntos en las manos, se atascaba Iberostar Tenerife llegando al final del tercero, para que Schreiner pusiera un +8 desde la línea de tres (47-55).

No podía Vidorreta darle más descanso a su dúo ofensivo. Los que saben jugar a esto no necesitan de eso de los acoples y las pretemporadas. Shermadini y Huertas seguían siendo los únicos que anotaban ante la sangría de triples que llovía desde la ría del Nervión. Rafa Martínez, Kulboka y Brown ponían un ilusionante, en negro, +13, a falta de siete minutos. Salía de las catacumbas del banquillo local el joven Alberto Cabrera, ante la ineficacia de los farolitos y los focos de los fichajes de aquella que decían el mejor roster juntado en La Laguna. Brown iba a la enémina guerrilla y la ganaba, mientras en el otro lado, sólo el brasileño y el georgiano jugaban. Apuntillaba la victoria el menudo escolta de Indiana, con sus cuatro triples sin fallo y un justísimo 70-81 que robaba la primera victoria de Tenerife, a costa de unos ordenados y acertados hombres de negro.

Se desdibujaban de primeras las ilusiones de aquella que decían que era la mejor plantilla jamás montada. Igual no es tan buena. Igual les falta tiempo. Acople, que lo llaman. Sea como fuere, el recién ascendido RetaBet Bilbao Basket sumaba la primera victoria de su temporada de vuelta a la élite. Sea como fuere, Iberostar Tenerife encajaba la primera derrota en un calendario que no deja lugar a los acoples de una revolución que dejará de ser lo tranquila que se esperaba.