Cook se empeña en acabar con Andorra a base de triplazos (88-104)

PARTIDO CLAVE EN LA SEGUNDA JORNADA

Así es esta fase final, en la que empezar perdiendo dos partidos te deja sin opciones. Andorra, sin Musli ni Diagne, llega tocado, pero con su enorme rotación exterior en forma y como una amenaza constante. Contra Valencia lo pasaron mal y no tuvieron opciones. Su buen juego no tuvo continuidad y no solo echaron de menos a sus dos torres, también a algún jugador importante que asumiera más galones de lo habitual. El Gran Canaria llega al choque con la plantilla al completo y con las mismas dudas de la temporada. Contra el Madrid no pudieron competir en el primer y último cuarto, pero en los dos centrales mostraron una cara más competitiva y optimista. Los dos conjuntos cuentan con grandes jugadores, capaces de ofrecer espectáculo, por lo que la solidez defensiva será clave. Sin un favorito claro y en una final para ambos, el partido se presenta competido y divertido.

REACCIÓN A TRAVÉS DE LOS BASES

Hannah, que pasó una temporada en Gran Canaria, se puso como ejemplo ante la crisis de anotación de su equipo. Buscaba involucrar a sus compañeros, pero los encontraba con cuentagotas, todos aparecían, pero ninguno con una mayor determinación y continuidad. Además, gracias a su manejo de balón y a su tiro, encontró una vía de anotación constante, vital para que su equipo se mantuviera a una distancia prudencial. Tuvo que irse Hannah al banquillo para que alguien tomara el liderazgo de Andorra. Cuando la intensidad defensiva de Herbalife decreció, apareció Senglin para hacer lo mismo que su colega de posición, anotar y generar buenas opciones para sus compañeros. Después de un inicio de partido horrible, los bases de Andorra dejaron a su equipo con opciones de pelear hasta el final.

LÍDER

Con 75 a 79 a falta de seis minutos, Andorra estaba más cerca de ver culminada su remontada. Cook, que vio como los bases rivales le dieron la vuelta al partido, dio un paso adelante y espantó de forma certera las dudas que estaban apareciendo en sus compañeros, que encadenaban más errores que aciertos. Tres triples seguidos, que no solo acabaron con las pocas fuerzas que le quedaban a los andorranos, también insuflaron una enorme bocanada de confianza a su equipo, que estaba perdido y acabó ganando plácidamente. Cook se erigió en líder de un equipo que en varios momentos de la temporada lo ha necesitado y no siempre lo ha encontrado.