El inicio de UCAM Murcia no tuvo piedad con la zona 2-3 de Alex Mumbrú. Askia Booker y Jarell Eddie castigaron la defensa visitante desde más allá del arco (11-5). Rafa Luz era el encargado de distribuir el balón entre sus compañeros. Además, los de Sito Alonso mostraban un nivel de intensidad acorde con la trascendencia del choque. Bilbao Basket mantenía la distancia gracias a los puntos de Rousselle y a la superioridad de Balvin y Sulejmanovic en la pintura (11-10).  

La anotación no tardaría en detenerse. La defensa de Sadiel Rojas sobre Axel Bouteille o la falta de acierto en el perímetro por parte del conjunto vasco (1 de 13 al descanso), compensaron los nervios pimentoneros en pista contraria. El electrónico reflejaba ese equilibrio a la conclusión del primer cuarto (19-18).

Manu Lecomte mantenía la presión sobre la dirección de Jonathan Rousselle y evitaba la fluidez en el juego de los bilbaínos. El rebote ofensivo era la única opción útil para los de Mumbrú. Solo la inocencia impedía el despegue universitario (24-20 min. 15). Error tras error, el encuentro parecía agonizar en cada centímetro del parqué.

En mitad de la nada reapareció por fin la calidad de Askia Booker (14 puntos en la primera mitad). La pegada del californiano lanzó de repente a UCAM Murcia y encontró espacio incluso para Kevin Tumba (33-25). La conexión entre Brown y Balvin ajustó la renta antes de alcanzar el túnel de vestuarios (33-29).

La reanudación no trajo consigo un cambio sustancial. Booker era el único capaz de sumar por parte local (40-36 min. 25). Asumía, eso sí, una responsabilidad desorbitada. La precipitación seguía siendo el peor enemigo del plantel de Sito Alonso. El cuadro vizcaíno tampoco era capaz de descifrar el entramado defensivo del enemigo; los esfuerzos de Bouteille seguían siendo en vano. La calidad general del juego se mantuvo cerca del infierno. El parcial del tercer cuarto era paupérrimo: 7-13 para “los hombres de negro”. El último periodo dictaría sentencia (40-42).  

El bloqueo ofensivo de los anfitriones iba en aumento. Ni siquiera la puntería de Eddie (17 tantos) inquietaba la muralla vizcaína. La actitud de ambos equipos dificultaba opciones cómodas para unos y otros. La desconfianza, el cansancio y la ausencia de un talento superior hacían el resto (43-46 min. 35).

Poco, muy poco estaba necesitando Bilbao Basket para acariciar la victoria (43-48). Axel Bouteille (17 puntos) había encontrado un resquicio en la marca de Sadiel Rojas, que fue eliminado por faltas personales. Pero el regreso de Booker, siempre Booker, alivió a la grada y volteó el marcador de un plumazo (53-51 min. 38).

El combate encontraba el ansiado intercambio de golpes. Bouteille y Eddie abrían de par en par el perímetro (56-54 min. 39). Ahora era Murcia el que se acercaba al triunfo; tras tiempo muerto fue incapaz de poner el balón en juego. Era el momento para que Axel Bouteille armara el brazo y lanzara la flecha definitiva (56-57). Otra vez en la larga distancia. Sublime segunda parte del francés. UCAM dispuso de tres lanzamientos en la última posesión. El acierto y la fortuna estaban en otro lugar.