La esperanza de UCAM Murcia afloró desde el salto inicial: Kevin Tumba palmeó el balón para que Sadiel Rojas anotara a la carrera la primera canasta del encuentro. La intensidad de ambos alimentó un ritmo de juego tan vibrante como irregular (8-1). Una vez más, los errores en el tiro evitaron el despegue local. La calidad de Deon Thompson o Jaime Fernández, y la superioridad física de Axel Toupane equilibraron el marcador (8-7). Eddie, letal en pista contraria, sufría en tareas defensivas.

Casimiro elevó el musculo de su equipo con la entrada de Ejim o Elegar, obteniendo réditos inmediatos en el rebote ofensivo (13-11). La segunda unidad pimentonera encontró puntos en las manos de Lecomte, Sakota o Larentzakis. El escolta griego tuvo tiempo incluso para ayudar en la marca de Thompson antes de que concluyera el primer cuarto (23-16). Unicaja seguía sin golpear desde más allá del arco (0 de 8).

La precipitación amagó con apoderarse del ataque universitario. Además, los malagueños encontraron en Ejim a la herramienta perfecta para explotar las pérdidas de balón del rival (23-22). Sito Alonso no tuvo más remedio que recuperar a Jarell Eddie (13 tantos al descanso). El de Florida no elude su cita semanal con la larga distancia (30-22). El conjunto visitante iba a responder de manera inmediata sumando por fin desde el 6.75 (Waczynski y Brizuela). El intercambio de golpes se mantendría entonces hasta el paso por vestuarios (39-39).

No hubo cambios de importancia en la reanudación. Fernández y Thompson contrarrestaban la amenaza de Eddie en la enésima variante de Sito (44-44). El cuadro andaluz seguía sin embargo naufragando desde la línea de tres puntos. Solo la falta de continuidad de Askia Booker impidió que el esfuerzo de Rojas o Luz tuviera más impacto en el marcador (50-46). En mitad de la nada, y cuando el choque parecía tocar fondo, el jugador de origen dominicano pondría a la grada en pie con un alley oop sideral (54-46). Unicaja alcanzaba el cuarto decisivo resistiendo el empuje de los anfitriones (56-51).  

Ante la falta de acierto generalizada, la presión ambiental fue creciendo en el Palacio de los Deportes. El trío arbitral señaló una merecida técnica por flopping a Dusan Sakota y prendió la mecha definitiva. El mate de Jarell Eddie terminó por despertar a la afición de su letargo. Tras 35 minutos de juego, el electrónico seguía reflejando el dominio de UCAM Murcia (66-57).

La reacción cajista creció desde el perímetro con Waczynski y Brizuela de nuevo como protagonistas (69-63). Pero la diana imposible de Larentzakis sobre la bocina mantuvo la brecha a falta de 3 minutos (72-63). Un nuevo triple de Brizuela tentó la suerte murciana en finales apretados (75-70 min. 39). La respuesta de Booker y Eddie, eterno, mantendría a raya la remontada foránea. La distancia era inalcanzable para los de Casimiro. Quinto triunfo de UCAM que respira tras 8 derrotas consecutivas (82-74). Unicaja no será cabeza de serie en la Copa del Rey; contará, eso sí, con el factor cancha a favor.