Tres triples consecutivos de Klemen Prepelic de salida daban la primera ventaja a los verdinegros (4-11). Respondía James Adams con tres triples y el partido se apretaba (12-14) mediado el cuarto. Los entrenadores movían los banquillos, y el partido se movía en diferencias mínimas. La entrada al partido del incisivo Nenad Dimitrijevic le daba al equipo de Carles Durán los puntos suficientes para terminar el primer cuarto con ventaja en el marcador (23-24).
Una apagón ofensivo de Unicaja permitía a la Penya lograr un pequeño colchón (23-30). Los malagueños se pasaron casi cuatro minutos sin anotar, lo que consiguieron con una canasta al contraataque. Pero el principal problema de los de Casimiro es que eran incapaces de encontrar soluciones para anotar en estático. Todos los puntos del equipo local durante el segundo cuarto (a excepción de una canasta fabricada por Gerum y una suspensión de Ejim) procedieron de tiros libres o de contraataque. No consiguieron romper la defensa de los de Durán. La Penya mostraba paciencia en ataque, buscando a Alen Omic en la pintura o circulando la pelota hasta buscar el jugador abierto, pero los tiradores no estaban acertando. Se llegaba al descanso con ventaja visitante en un segundo cuarto francamente malo por ambos lados (32-36).

Un parcial de 7-0 de salida de Unicaja, daba la vuelta al marcador (39-36). Tendría que ser Klemen Prepelic el que, con un 2+1, equilibrara los guarismos (39-39). Unicaja jugaba con Deon Thompson y Volodymyr Gerum, buscando situaciones favorables al poste bajo, mientras que la Penya dependía en exceso de los puntos de Prepelic. Al final del tercer cuarto, todo estaba por decidir y la igualdad era máxima (53-53).
Tres triples de Unicaja en los primeros minutos le daban su máxima ventaja del partido (62-53), ya que el Joventut no conseguía encontrar el aro local. Unicaja apretaba en defensa y subía el nivel físico, con ayudas dobles y triples sobre Klemen Prepelic, y los jugadores de Carles Duran no lograban resolver con acierto. Un nuevo triple de Adam Waczynski incrementaba la diferencia hasta los doce puntos (65-53). Tendría que ser Klemen Prepelic el que anotase desde los 6.75, tras más de tres minutos de sequía. Pero la desventaja en el marcador parecía ya definitiva, no porque fuese muy amplia, sino por la dinámica de ambos equipos. Un triple de Josh Adams a 2:45 del final, sentenciaba el partido para Unicaja (71-59), que sólo tuvo que limitarse a mantener el colchón en el marcador (77-65).
No diga sangre fría, diga @JoshTAdams14
¡QUÉ TRIPLE!
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— Liga Endesa (@ACBCOM) 12 de octubre de 2019