El talento individual de Askia Booker mantuvo el intercambio de canastas en los primeros minutos de juego (7-7). La defensa de Jordan Loyd era insuficiente para detener al estilete de Inglewood; Vives tomó el relevo y mermó de inmediato la aportación de “Ski”.

Los de Ponsarnau se aplicaban para encontrar a Bojan Dubljevic, que no tardaría en forzar la segunda falta personal de Kevin Tumba. La ausencia del belga permitió a Valencia Basket alcanzar con más fluidez el aro rival (14-9). Labeyrie, obligado a jugar como 5, destacó en ese escenario. Louis comprometió también la marca de Hunt y lanzó a los suyos a la conclusión del cuarto inaugural (21-13).

La rotación local dio entonces espacio para Motum y Marinković. Ambos representan el momento actual del conjunto taronja: 14 jugadores importantes en pista. Alonso no tuvo más remedio que recuperar a Booker y Eddie. La brecha, sin embargo, iba en aumento, esta vez gracias a los recursos ofensivos de Fernando San Emeterio (32-17).

Vives, Abalde y Labeyrie (9 tantos al descanso) pisaron el acelerador con la intención de cerrar el choque (44-24). La amenaza universitaria era inexistente más allá de los puntos de Askia Booker. En mitad del oasis, Jarell Eddie logró conectar dos dianas marca de la casa y maquilló el resultado al alcanzar el túnel de vestuarios (44-30).

En la reanudación, otra vez Booker. Sigue asumiendo galones y no falta a su cita con la anotación (14 puntos), pero esta vez estuvo más incómodo de lo habitual. Insuficiente, en cualquier caso, ante la propuesta coral de los anfitriones (48-35). En el ambiente flotaba también la tensión entre Jordan Loyd y Giannoulis Larentzakis; cuentas pendientes del partido de ida. La porfía entre ellos y el uso público del instant replay regalaron diversión a la grada, que entró en calor para sostener el ritmo de juego (57-40). La batalla, por su parte, perdía interés de cara al último periodo (65-48).

El acierto de Larentzakis era estéril ante los intangibles de Valencia Basket (68-48). La defensa de Abalde sobre Eddie frenaba parte del ataque pimentonero, que rascó alternativas en la ventaja física de Hunt sobre Labeyrie. Trabajo en balde. La distancia era abismal, inalcanzable. Además, los problemas con el marcador convirtieron el partido en un evento eterno. Nueva victoria local (82-62), que sueña ya con asaltar el feudo del CSKA. Murcia deberá esperar una semana más para reactivar su mejoría .