Sergio Lllull es ese jugador que se identifica totalmente con la afición madridista por su carácter y raza en la pista. De hecho, en el Palacio ya se ha oído el famoso grito de guerra de la afición blanca: ¡Llull Llull Llull!. Su presencia en pista se antoja cada vez más importante, siendo el motor del Real Madrid y formando parte de esa tripleta exterior de ‘bajitos’ con la que Messina acostumbra a finalizar los partidos últimamente.