Cuando se firmó el nuevo marco de contratación en la ACB, con un número mínimo de cuatro seleccionables en plantillas de once jugadores, parecía que el problema que se planteaba a los clubes iba a ser menor de lo que está suponiendo realmente.

Llorente y la asociación de baloncestistas profesionales (ABP), rebajaban sus exigencias sobre el cupo en un jugador, pero creaban una norma que está sobrepagando bastante al jugador nacional en el mercado ACB.

Ahora mismo, el mercado está convulsionado con la aparente lucha de dos equipos por Carlos Jiménez. Real Madrid y TAU Baskonia parecen los más cercanos a hacerse con el fichaje del jugador, que tiene una cláusula de 3.600.000 euros, y según la información aparecida en los medios en los últimos días, el jugador decidió aceptar la oferta del equipo blanco.

Sin embargo, el Estudiantes no desea negociar con Antonio Martín, ni bajar en un solo céntimo la cláusula del alero internacional español. Aquí es cuando entra en escena el Baskonia, que ante esta situación, se mantiene a la expectativa, por si las tensas relaciones entre los de Serrano y el Madrid propiciaran una negociación con el TAU por menos dinero (se habla de dos millones y medio).

Pero no sólo Jiménez está con una situación incierta en este momento. Hoy mismo, el diario local “El Norte de Castilla” apuntaba a la posibilidad de que el equipo que no se haga con el alero madrileño intentará fichar a Fernando San Emeterio, que cuenta con un año más de contrato y una oferta de renovación por parte del club vallisoletano que elevaría sus emolumentos, pero también su cláusula (hasta los 600.000 euros). De momento Fernando no la ha firmado, en previsión de una oferta de uno de los equipos grandes.

Pocos jugadores seleccionables y de proyección quedan para el perímetro de los equipos ACB. Estando complicada la salida de Walter Herrmann de Unicaja (tiene un año más de contrato, tiene intención de cumplirlo y su ficha es elevada, 900.000 euros según el Diari de Girona), aunque el club le busca salida, la próxima estrella del mercado podría ser Rudy Fernández.

El escolta del Joventut tiene una cláusula de rescisión para equipos de la zona FIBA de dos millones y medio de euros, una cantidad que en estos momentos de necesidad de españoles para equipos con las máximas aspiraciones, no se antoja desorbitada. Ya ha habido rumores referentes al posible interés del Real Madrid, desmentidos por el propio jugador, pero vista la situación del mercado, y con un el equipo de Querejeta con dinero en el banco tras el éxodo de sus jugadores a la NBA no convendría perderse los próximos movimientos.