“El miedo es para los cobardes; en este momento estamos subiendo, creemos que nuestra afición está creyendo ya mucho en nosotros, que comprende que es un equipo que está creciendo, haciendo las cosas con sentido de lo que queremos ser. Esperamos que San Pablo sea el sábado la bomba atómica, que la de Hiroshima sea una resaca en comparación con esta porque el rival lo merece”, con estas palabras el técnico cajista hace un llamamiento a su afición para que acuda en masa ante la visita de su próximo rival, el TAU. Las tres victorias consecutivas de los sevillanos ha dado alas al técnico cajista que, una vez más, luce en público su peculiar estilo.

También tuvo tiempo para dejarle un recado a los vitorianos de cara al próximo sábado “que venga el Tau y demuestre que es superior a nosotros, que evidentemente lo es y si miras nombres probablemente también, pero no en ilusión, ni en capacidad de sacrificio y trabajo”.

Comas por último hizo hincapié en el buen ambiente que respira el vestuario, lo que luego acaba trasluciéndose en la cancha: “Cazorla y Marco a medida que han ido llegando los nuevos se los han ido llevando a cenar y ahora resulta que se van los diez a cenar con sus mujeres y eso es una maravilla. Creo que están todos adaptados. Hemos estado los 17 dando a luz con Alexander, hemos estado preocupados, pero ya es el hombre más feliz del mundo”. Genio y figura, Manel Comas.