Massey consiguió en la mañana del domingo lo que no había logrado en todos sus partidos anteriores con la camiseta del Real Madrid. Por órdenes de Messina, los de la Concha Espina decidieron prescindir de los servicios de Massey el pasado verano, no así de su cuantiosa nómina, que se le pagó religiosamente hasta que se llegó a un acuerdo para su rescisión, en enero del presente año.En todo ese tiempo, durante ese largo otoño, el nacionalizado macedonio se pasó los días entrenando con el equipo de la Adecco Plata, el filial, sin nada más que hacer.
Decíamos que contra el Real Madrid, el ala-pívot norteamericano hizo una actuación primorosa, de esas que no se veían apenas cuando vestía la camiseta blanca.
Cabe aclarar que esa mejor actuación, al menos en cuanto a números se refiere, de Massey desde que está en la ACB (26 puntos y 28 de valoración) se produjo en un contexto diferente. Y es ese mismo contexto el que quizá de la razón a aquellos que un día dijeron que el ahora hombre de referencia del Xacobeo Blue:sens no es un tipo para equipos grandes, sí para destacar en conjuntos de menor calibre.
Su partido fue muy bueno, aunque no deja de ser un tipo curioso Massey. Es capaz de pasarse buena parte de su estancia en la cancha haciendo gestos, sonriendo cuando no hay motivo para ello, lanzando miradas a banquillos que le suenan, a gradas que le aplaudieron.
Fue él un referente absoluto en el juego de los hombres de Curro Segura, que vieron como la ilusión inicial, esa que les indicaba un marcador favorable en el primer cuarto (18-24), se fue convirtiendo en un despertar de bruces, en un golpe con la realidad.
Lo que ocurrió a partir del segundo cuarto era lo lógico. Sólo que hubo un actor, que si no invitado, nunca lo podría ser un hombre con su calidad y entrega, sí algo inesperado. Hablamos de Vidal. “Respeto mucho a Sergi porque ha aceptado su rol”, decía Messina tras la Copa.
Un rol que con el paso de los encuentros se había definido para el alero catalán en apoyar a los suyos desde el banquillo y esperar algunos minutos, si eran de calidad, mejor. Los tuvo contra el Meridiano Alicante y sobre todo, contra el Xacobeo Blu:sens.
Vidal respondió a la confianza de Messina con una actuación sobria, elegante, cargada de pundonor. Fueron algo más de 25 minutos consecutivos, desde el segundo cuarto hasta que restaban algo menos de 2 para la conclusión. Entonces el técnico blanco le cambió, interesante detalle para un jugador que merecía un día así. Vistalegre se lo supo agradecer con una ovación ciertamente prolongada. Él sonreía en el banquillo.
No estaría tan contento Kostas Vasileiadis, quien sufrió en sus carnes las ganas que tenía Vidal de volver a sentirse parte de todo. La intensa defensa del madridista, elogiada después por Messina en la rueda de prensa, ahogó al griego, quien sólo pudo anotar 5 puntos en toda la segunda parte, con una única canasta en juego.
Por eso, Vidal hizo más que 11 puntos (2 triples suyos abrieron la lata definitivamente).
Cuando se retiraba junto con sus compañeros a los vestuarios al término del encuentro, Prigioni le señaló a él como el auténtico protagonista de la mañana. Quizá no fue el mejor, Tomic campó durante minutos a sus anchas por la zona y Hansen aniquiló desde el triple, pero sí que mandó un mensaje claro: se puede contar con él.