Partido extraño el vivido esta noche en el Telefónica Arena. El partido comenzó igualado, pero despu´rs del minuto 7 la balanza empezó a oscilar, ya que cada equipo dispuso de sus momentos de dominio absoluto.
Entre el primer y el segudo cuarto, el Estu endosó un parcial de 18-0 que parecía dejar casi sin opciones a un Etosa que no encontraba a sus referentes ofensivos y veía cerrados los caminos a la canasta.
Sin embargo, una reacción terrible antes del descanso volvía a igualar la contienda, permitiendo a los visitantes marcharse a los vestuarios (con ocho décimas que la mesa se comió y que acabaron en el limbo) con una ventaja de dos puntos (40-42).
En el inicio del tercer parcial siguió la buena racha de los de Poch, que llegaron a acumular una ventaja de 11 puntos antes de que De Pablos cortara la sangría con una defensa zonal que permitió a los estudiantiles igualar la contienda y dejar el partido listo para decidirse en los últimos 10 minutos.
Mariano de Pablos se mostró especialmente contento por la actuación de Carlos Suárez, del que dijo que “Necesitaba un partido así como el comer, es un chico que trabaja bien y hoy nos ha dado lo que esperamos de él“… esto es, puntos en momentos importantes, intensidad defensiva y superioridad reboteadora respecto a otros “treses”.
Por otra parte, y a pesar de la victoria, De Pablos se mostró preocupado con otros aspectos del juego que considera claves para su filosofía, haciendo mención especial a la falta de contundencia en el rebote.
Ahora espera una larga y dura semana en la que tras jugar el martes contra el Dynamo Moscow Region en Madrid deberán devolver la visita a los rusos el viernes. Y el fin de semana viaje a Girona para visitar al temible Akasvayu. Casi nada.