Moiso ya entrena a las órdenes de Txus Vidorreta

Tras llegar unos pocos días más tarde que el resto de sus compañeros, el pívot francés Jerome Moiso (31 años y 2.08 de estatura) llegaba a Bilbao para ponerse a las órdenes de su nuevo entrenador, Txus Vidorreta.

En la rueda de prensa de presentación del nuevo jugador de Bizkaia Bilbao Basket, Moiso se mostraba feliz, risueño y muy simpático. Bromeaba con su mister (le pedía que le hiciera "mejorar su lanzamiento exterior”), para, a renglón seguido, y más en serio, reconocer que su objetivo era ser "un hombre importante dentro de la zona, jugar en los dos aros, aportar intimidación, rebotes y tapones".

Txus Vidorreta, también tomaba la palabra para señalar que “es un lujo para nosotros poder contar con Jerome Moiso. Vamos a intentar sacar sus virtudes, va a ser un jugador muy importante en la referencia defensiva desde el primer instante del juego. Es un jugador rápido, juego por encima del aro que es algo que queríamos tener. Nos va a aportar muchas cosas que no estábamos teniendo y que nos puede ayudar a cumplir los objetivos y, porqué no, mejorarlos”.

Pero, ¿quién es Jerome Moiso? Llegó a la ACB de la mano del Real Madrid en la parte final de la temporada 2006-07, para luego disputar temporada y media en Badalona. Pero, ¿qué es de su carrera profesional anterior? ¿Por qué no triunfó en la NBA?

La carrera deportiva de Jerome Moiso: un tren con muchas paradas

Jerome Moiso vino al mundo en París un 15 de junio de 1978. Su infancia trascurrió en la Isla de Guadalupe. Su altura y su talento para el baloncesto le hicieron ser merecedor de una plaza en el famoso INSEP (Institut National du Sport et de l’Éducation Physique), centro especializado en la formación de jóvenes deportistas franceses de primer nivel, por donde han pasado gente como Boris Diaw, Tony Parker y, en otras especialidades deportivas, la atleta Marie-José Perec o la tenista Amélie Mauresmo. Entre 1995 y 1997, el joven Moiso mejoraría su juego en este centro, siendo considerado en ese momento uno de los jugadores jovenes con más proyección y talento que hubieran pasado por el INSEP (llegaría a ser convocado por su selección para la disputa del Eurobasket 1997).

En 1997 deja Francia para comenzar su aventura americana. En su primer año mejora su inglés en la Milford Academy, para recalar en 1998 en la prestigiosa Universidad de UCLA. En los Bruins coincidiría con jugadores como Baron Davis, Earl Watson, Matt Barnes o Dan Gadzuric. En los 2 años que pasaría en UCLA, Jerome Moiso lograría unos muy bueno promedios: 10.8 puntos y 5.8 rebotes en el primero y 13 puntos, 7.6 rebotes y 1.7 tapones en el segundo, año en el que los Bruins llegarían al Sweet 16 de la NCAA. Números muy meritorios si tenemos en cuenta el nivel de la plantilla de los Bruins de UCLA en aquella época.

Moiso culmina en alley-oop una espectacular jugada de Earl Watson

Su innegable talento para el juego, su capacidad reboteadora y taponadora y unos más que aceptables movimientos en ataque hicieron que los Celtics se fijaran en él y lo eligieran en la posición número 11 del Draft del 2000. Con Rick Pitino de entrenador y Antoine Walker como estrella en la posición de 4 (más de 40 minutos de media por encuentro), Moiso no tuvo oportunidades para poder destacar. Salió a la cancha en tan solo 24 partidos (a poco más de 5 minutos de media por cada intervención), promediando unos pobres 1.5 puntos y 1.8 rebotes de media.

Los Celtics no le dieron una segunda oportunidad y fue enviado a los Sixers a cambio de Roshown McLeod y una futura ronda el Draft. Antes de comenzar la temporada 2001-02, Moiso fue moneda de cambio en un trade a 3 bandas que le llevaría a los Hornets de Charlotte. Su segunda temporada en la NBA fue aún más desalentadora: tan solo 15 partidos disputados, para 1.1 puntos y 1.7 rebotes de media por encuentro. A pesar de ello, continúo en la franquicia, que se trasladaba a New Orleans, logrando en su tercera temporada profesional (2002-03) sus mejores números como profesional en la NBA. Entraba dentro de la rotación habitual del juego interior, disputando 12 minutos de media para firmar 2.9 puntos y 3.2 rebotes. Su equipo se clasificaba para los Play-Offs, donde aún lo haría mejor, sumando 6 puntos, 4 rebotes y 2 tapones de media y llevándose los piropos de la estrella de los Hornets, Jamaal Mashburn.

Sua actuaciones le harían merecedor de ser convocado por la selección gala de cara a la disputa del Eurobasket 2003. La selección francesa iba a por todas al Eurobasket de Suecia, contando en sus filas con sus hombres NBA, como el propio Moiso, Abdul-Wahad, Boris Diaw o Tony Parker. Con todo, los franceses se tuvieron que conformar con la cuarta plaza. Moiso no lo hizo nada mal, promediando 7.8 puntos y 6.5 rebotes. Sin embargo, la críticas se cebaron en aquel combinado y algunos de los jugadores integrantes de esa selección desaparecerían de próxima convocatorias. Moiso fue uno de los afectados por esta drástica medida.

De vuelta a la NBA, en la temporada 2003-04 Moiso tuvo que volver a cambiar de aires. Los Hornets decidieron no pujar por él y, como agente libre, firmó por los Raptors. Las lesiones y la falta le continuidad impideron, de nuevo, poder rendir con continuidad al francés. De todas formas, aprovechó bien los 12 minutos de media que jugó en los 35 partidos disputados, promediando 2.9 puntos y 3.2 rebotes. Además, el día 6 de febrero de 2004, lograría ante los Sixers sus únicas dobles figuras en puntos y rebotes en un partido de la NBA (10 puntos y 11 rebotes).

Comenzó la siguiente temporada (2004-05) en el equipo de Toronto, pero fue cortado, para firmar, en diciembre con los Nets un contrato de 10 días y, posteriormente, otro contrato temporal más con los Cavaliers. La carrera NBA de Moiso iba en picado y su salto a Europa era inevitable. El galo Carlos Jiménez en Solobasket, a Moiso le faltó mala leche, un cierto carácter depredador para desenvolverse en la jungla de la NBA. Una personalidad como la suya, quienes lo conocen lo definen como un hombre agradable, culto y muy sencillo, no encajaba muy bien en ese mundo de egos. Además, su estatura (2.08) la mantenía en una cierta indefinición en la liga americana. Le faltaba algún centimetro para ser un center NBA legítimo para sus entrenadores y su estilo de juego no se adaptaba bien a la posición de ala-pívot.

Finalmente, y tras un año en blanco, su vuelta a Europa se produciría en 2006. Ficharía por la Lottomatica Roma que, tras 5 partidos (4.8 puntos y 7.6 rebotes de media) lo cortaría.  En diciembre de aquel año llega a Climamio Bolonia, donde ofrecería un rendimiento aceptable (6.2 puntos y 5.4 rebotes). Todavía jugaría en un tercer equipo en aquella temporada. Tras acabar la campaña en Bolonia, es fichado por el Real Madrid para reforzar el equipo en el Play-Off por el título. En Madrid no dispondría de muchos minutos de juego, pero, al menos, tendría el honor de sumar a su palmarés la Liga ACB de aquella temporada 2006-07.

En la temporada 2007-08 ficharía por el DKV Joventut. En Badalona lograría, al fin, la continuidad necesaria, completando su mejor campaña como jugador profesional. Promediaría 7.2 puntos, 4.8 rebotes y 1,2 tapones en ACB, añadiendo a su palmarés la Copa del Rey y la Eurocup de aquella temporada.

Parecía que en Badalona Moiso había encontrado el destino idóneo para poder desarrollar su carrera. Sin embargo, los cantos de sirena de los rublos rusos le llevaron hasta Rusia en el verano de 2008. Fichó por el Khimki, pero frustrado por la falta de minutos, volvió a Badalona a mediados de la pasada temporada. En el DKV Joventut volvería a disfrutar del baloncesto, siendo nombrado MVP en la Jornada 33 de la fase regular (24 puntos, 10 rebotes y 1 tapón, para 38 de valoración).

Ahora, en el verano de 2008 llega un nuevo cambio de destino para Jerome Moiso, un jugador espectacular, dotado de una personalidad muy particular. Bilbao parece un destino adecuado para que el pívot galo pueda sentirse importante e implicado en un proyecto atrayente. Además, es  bien conocida la capacidad de Txus Vidorreta y del resto de cuerpo técnico de Bizkaia Bilbao Basket para lograr que sus pupilos puedan explotar su juego al 100 %.

 Moiso on fire ante Real Madrid en el Playoff por el título de la pasada temporada