No fue titular. Pero estaba en el guión que iba a tener minutos. Morris Almond debutó en el partido idóneo para él. En casa, ante los suyos, con un rival asequible, aunque el marcador ajustado al descanso indicase lo contrario.

Era el duelo para que se fuese soltando, en el día que el hombre al que supuestamente va a sustituir, Kaukenas, se reivindicaba. Quizá sea tarde para el lituano, si bien parece claro que Messina no tomará una decisión acerca de quién prescindir hasta que no lleguen los play offs.

Todo lo bueno que se habla del debut de Almond, tendrá que ser refrendado en las próximas semanas. Encestó ante el Blancos de Rueda Valladolid 14 puntos, con tres triples, durante los 23 minutos que estuvo en la pista.

Queda claro que en forma está y posee movimientos muy interesantes. De su mano no hace falta hablar mucho. Registros como 53 puntos en un encuentro, independientemente del campeonato que sea, dan una idea de la efectividad de este ex NBA.

Ayer entró en la cancha mediado el primer cuarto. Tardó en estrenarse como anotador madridista un poco más, a inicios del segundo parcial.

Sus tres triples nos enseñan a un jugador con hechuras de alero puro, que arma el brazo muy rápido y desde cualquier distancia. Se le vio decidido en su empresa de dejar una buena imagen en su primer encuentro. Las cosas entran por los ojos y, al menos ayer, Almond hizo un notable trabajo para lo poco que lleva en el equipo de la capital.

Su próxima parada, Granada.