La vida da muchas vueltas y el deporte más. Eso es lo que debe pensar Nemanja Bjelica. Condenado al ostracismo durante su primer año y medio como baskonista, la perla balcánica ha sabido aprovechar las bajas por lesión de San Emeterio y el “Chapu” Nocioni para dar un golpe sobre la mesa y situarse como titular indiscutible para Dusko Ivanovic durante estos Playoffs, que acabaron para Caja Laboral Baskonia el pasado sábado con la eliminación en el quinto partido ante el Real Madrid en semifinales.

El alero serbio, llegó a Vitoria con vitola de estrella en ciernes, necesitaba dar el salto a un gran equipo europeo para convertirse en una referencia del basket del viejo continente. Un jugador capaz de ocupar las cinco posiciones pese a sus 2´09 e incluso actuar de base en momentos puntuales, debido a su buen manejo de balón. Unas aptitudes que no pasaron desapercibidas para Josean Querejeta y Alfredo Salazar, que pujaron con los grandes equipos europeos por quedarse con el alero internacional serbio.

Nemanja Bjelica llegaba al lugar donde tantos y tantos niños se convirtieron en hombres, lugar donde las promesas pasan a ser realidades, y sobretodo el mejor trampolín posible para dar el salto a la NBA. Nombres como Nocioni, Scola o Calderón son algunos de los más recientes que han utilizado el Fernando Buesa Arena para crecer como jugadores, y ese parecía ser el objetivo de este espigado alero.

Pero desde que se confirmó su llegada a Baskonia, la situación cambió para él. El mes de septiembre realizó un discreto Mundobasket en Turquía, en el que a lo largo del torneo fue perdiendo protagonismo en detrimento de otra de las jóvenes perlas balcánicas, el jugador de Olympiacos Marko Keselj.

Después se incorporaba a la pretemporada de Caja Laboral Baskonia, un equipo que venía de ser campeón la pasada campaña y que se enfrentaba a la pérdida de su jugador referencia, Tiago Splitter, que había puesto rumbo a los San Antonio Spurs.

Los inicios resultaron complicados para Bjelica. Pese a sus destellos de calidad, el jugador nacido en Belgrado cometía muchos errores defensivos, aspecto que provocaba la desesperación de Dusko Ivanovic y le delegaba al banquillo con mucha frecuencia. Además, su fichaje coincidió en el tiempo con la explosión de Fernando San Emeterio, que tras su canasta ganadora ante el Barcelona, vivió su mejor temporada como profesional, alzándose al final de la misma con el MVP de la Liga ACB y miembro del quinteto ideal de la Euroliga.

Una primera campaña convulsa que hizo dudar a todos los expertos de aquel joven jugador, de su inconsistencia en el tiro exterior y de su capacidad para rendir con presión en un equipo grande. Como colofón a la temporada, una lesión en el escafoides le dejó en el dique seco en la segunda mitad de la campaña. Todo se oscurecía en el futuro de Nemanja Bjelica.

Destellos de calidad

Tras llegar muy justo al Eurobasket con Serbia, viviendo la decepción de una eliminación temprana a manos de España quedándose fuera de los Juegos Olímpicos, Bjelica volvió a Vitoria con la intención de demostrar su verdadera valía.

La plantilla había cambiado con la incorporación de jugadores provenientes de la NBA durante el periodo del lockout. Los norteamericanos Reggie Williams y Joey Dorsey o la vuelta de Pablo Prigioni eran las caras nuevas de este Caja Laboral Baskonia que también tuvo que vivir hasta el mes de febrero sin su gran referencia interior, Maciej Lampe.

Con una mejora física evidente, Bjelica era capaz de defender a sus pares en la posición de alero y ayudar al equipo ante rivales que contaban con exteriores altos. Pese a esta mejora, su juego ofensivo seguía encorsetado, dedicándose exclusivamente al lanzamiento exterior y sin utilizar sus recursos del bote y el juego al poste bajo.

Tal vez su primer punto de inflexión llegó un par de semanas antes de la eliminación de Baskonia en la fase de grupos de la Euroliga, en una derrota en Italia ante el mítico Bennet Cantu. Al tercer cuarto, los de Dusko Ivanovic perdían por más de veinte puntos de diferencia y el técnico montenegrino dio entrada a Bjelica como 4. En apenas 8 minutos, Nemanja anotó 15 puntos metiendo a Baskonia en el encuentro, e incluso tuvo el balón de la victoria en sus manos. No se consiguió la victoria, pero el serbio empezaba a creer.

Las marchas de Seraphin, Dragic, Dorsey y Reggie Williams dejaban un hueco en el juego interior que Ivanovic decidió entregárselo a él. Pese a la llegada de Lampe, el número 44 de Caja Laboral siguió entrando en la rotación, sin actuaciones de relumbrón, pero fue un 23 de marzo cuando la carrera de Bjelica dio un giro de 180º, llegaba Andrés “Chapu” Nocioni.

Cambio radical

Con la llegada del hijo pródigo al Fernando Buesa Arena, el camino a la titularidad se cortaba y todo hacía indicar que el fichaje del argentino sumado a Fernando San Emeterio haría que Nemanja Bjelica se viera abocado el banquillo. Pero nada más lejos de la realidad.

A las pocas semanas de la incorporación de Nocioni, el cántabro San Emeterio caía lesionado por una pubalgia. Trabajando al margen del grupo, no pudo ayudar a su equipo en la recto final de la temporada regular, llegando muy justo a los Playoffs de la Liga Endesa. La lenta adaptación de Nocioni supuso que la puerta de la titularidad se abriera para el serbio.

La última jornada de la temporada regular ante Gescrap Bizkaia fue el nacimiento del nuevo Bjelica. Incisivo en la búsqueda del aro, acertado desde la larga distancia y activo en el rebote, firmó un 25 de valoración al término del encuentro con un 100 a 70 favorable a Baskonia en el luminoso.

Precisamente el conjunto bilbaíno iba ser su rival en los cuartos de final. Pese a la gran actuación del capitán Mirza Teletovic para eliminar por la vía rápida al equipo de Fotis Katsikaris, el espigado jugador apareció desde la posición de 3 y de 4 en las dos victorias para anotar en momentos claves del partido. Cuando Baskonia más lo necesitaba, ahí estaba Bjelica al rescate.

Con esas dos serias actuaciones en cuartos llegaba el turno de enfrentarse al Real Madrid de Pablo Laso y su compatriota Novica Velickovic, ala-pívot que a la postre ha marcado la eliminatoria en favor del conjunto blanco.

En los dos primeros partidos de la serie disputados en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid, Caja Laboral consiguió ganar el primero y robar así el factor pista, y en parte gracias a las buenas actuaciones del serbio. Actuando de 4 abría el campo para permitir el pick & roll de Prigioni y Lampe. Él fue el encargado de finiquitar el triunfo en la capital, anotando dos triples casi consecutivos al final del último cuarto.

Pero sin lugar a dudas el tercer partido de la serie ha sido para él su PARTIDO como baskonista. Un choque que no arrancó de la mejor manera posible, con tan solo un triple desde la esquina en la primera parte, pero sí fue el partido donde apareció en todo su esplendor.

Revolucionó el encuentro tras sufrir una falta antideportiva por parte de Mirza Begic en una entrada a canasta. Pese al golpe, anotó los tiros libres y ahí empezó la versión Nemanja Bjelica 2.0.

Utilizando su gran manejo de balón, decidió atacar a sus pares actuando como ala-pívot, generando ventajas para el resto de sus compañeros con dos asistencias importantísimas al montenegrino Milko Bjelica. Tras la canasta de Prigioni que forzaba la prórroga con empate a 69, lo mejor del serbio estaba aún por llegar.

Asistencia desde el poste alto para Teletovic, rebotes dominando ambos tableros, tapones en ayudas y a sus pares y sobretodo el mate. A pocos segundos para acabarse la posesión, Teletovic lanzaba un triple desde lejísimos que pegaba en el aro y se quedaba sin dueño en el aire, hasta que Bjelica voló por encima de “Nole” Velickovic para machacar a dos manos, entrando de esta manera en el olimpo del baskonismo.

Acabó el partido con la victoria y el 2-1 en el zurrón, y sobretodo con cánticos de “MVP, MVP” para el de Belgrado. Nemaja Bjelica compareció ante los medios de comunicación y explicó el por qué de este cambio: “Es solo confianza, ahora Dusko Ivanovic cree en mí”.

En el cuarto partido Caja Laboral perdió su oportunidad de ganar en casa y cayó en el último cuarto del quinto en Madrid, pero siempre con muchos minutos para Bjelica que se ha convertido en un fijo para Ivanovic. Ahora varios sistemas acaban en posiciones ventajosas para él y ahora la estrella balcánica toma decisiones y se arriesga. Ese es el verdadero Bjelica.

Una temporada que toca a su fin para Baskonia y que como cada verano nos ofrecerá muchas noticias: la posible marcha de Teletovic a la NBA, las renovaciones de Nocioni y Prigioni o los miles de rumores que ya circulan sobre futuribles baskonistas. Pero lo que sí está claro es que Nemanja se ha impregnado del carácter Baskonia y que ahora, con el número 44, juega el nuevo Bjelica.