Obi Emegano transformaba este pasado sábado una de las canastas más virales del fin de semana para derrotar a Valencia en lo que supone la tercera victoria de Fuenlabrada en lo que va campeonato. Poco parece que se puede añadir a todo eso, pero sí hay mas. Es una acción ganadora en un momento delicado para un equipo que venía siendo por lo general débil a nivel mental, con varios momentos durante los partidos en los que aparecían lagunas que les suponían parciales abultados y que les habían hecho anticompetitivos en muchas jornadas ya. Es una canasta, por tanto, que se espera pueda significar mucho más allá de una victoria más en un casillero por otra parte muy necesitado.
Si hablamos del protagonista, el escolta nigeriano viene liderando no solo al Fuenlabrada, si no también la tabla de máximos anotadores de la liga desde las últimas semanas. Con la baja de Meindl (que volvió precisamente este sábado con 13 puntos en 19 minutos), Emegano tuvo que ponerse dos pesos más sobre sus hombros: el de referencia en anotación, que vestía el brasileño hasta su lesión, y el de líder anímico, que tenía varios candidatos desde principios de temporada pero no terminaba de encontrar a un dueño. En esa situación de doble presión, sin embargo, es cuando mejor se ha visto al mejor Emegano, que ya es el jugador que más minutos acumula en el campeonato (363), y que ha logrado disparar sus números tanto en anotación (17,2) como en eficiencia (55,6% en T2, 43,4% en T3 y 90,2% en TL).
Este mismo sábado pudieron verse todas esas facetas: Raventós ha conseguido optimizarle off-ball todo lo que no consiguió Fuenlabrada durante el pasado curso y hasta 15 de sus 23 puntos llegaron desde el catch and shoot, facilitándole el trabajo con bloqueos indirectos para su eficientísimo tiro de media distancia (10/13 en T2 para un 76%), con el que se anotó 12 tantos.
A falta de 5 minutos, Fuenlabrada partía con una ventaja de 9 en el marcador (80-71), colchón que se esfumaría en apenas 2 minutos con un par de pérdidas y un triple fallado y que Valencia reduciría a tan solo 1 tanto (80-79). De nuevo una situación delicada que ya se había dado en el transcurso del partido, pero que llegaba en el desenlace, el momento más delicado de cuantos momentos delicados puede haber en un partido. Desde ese instante, a 3 minutos del final, Emegano protagonizaría 6 de los 8 tantos con los que Fuenlabrada cerraba el partido, canasta ganadora incluída. Todos los balones pasaban y/o terminaban en las manos de un jugador que además hacía todo lo posible por mostrarse. Tanto fue así que incluso pudo protagonizar la acción de la derrota con una pérdida y posterior antideportiva a la que respondió con la magnífica canasta que selló la victoria.
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Con esa victoria y con cómo llegó su consecución, Fuenlabrada sabe ahora con hechos que tiene jugadores para aparecer en los momentos difíciles, a los que se suma ahora además un Dragan Milosavljevic que tuvo un debut sólido (12 puntos y 17 de valoración en 28 minutos), de menos a más, que es un gran competidor y que es, por encima de todo, otra muñeca más, lo que le permite a Fuenlabrada ser más imprevisible en ese tipo de jugadas.
