Tras el pírrico primer triunfo en el estreno del Betis en casa contra Andorra en la primera jornada, los béticos no han vuelto a vencer en su feudo. Desde ese ilusionante estreno, el equipo de las trece barras no ha vuelto a derrotar a ningún equipo en una cancha por la que han pasado gigantes como el Barcelona y rivales de “su liga” como Obradoiro o Manresa.
El club hizo un llamamiento para que la gente llenase San Pablo en el encuentro ante Lenovo Tenerife con promociones especiales y una recaudación que iría, en parte, para ayudar al volcán de La Palma. El aficionado verdiblanco respondió a ese llamamiento… y el equipo volvió a caer. Salvo el 3-2 inicial, el Betis fue incapaz de parar a un Tenerife superior.
Esa superioridad se dio especialmente en la primera manga. Desde el triple, Tenerife pasó por encima de un Betis desalmado. Unos minutos que cogieron a muchos aficionados aún haciendo cola esperando para entrar. El conjunto isleño estudió y explotó los defectos de un equipo que se desquiciaba en protestas arbitrales intentando de tapar que en el primer cuarto recibió 25 puntos o que al cuarto y medio solamente habían anotado tres jugadores verdiblancos. Sólo Vitto Brown era capaz de tirar un hilo que metiera a los suyos en el encuentro.
Irregular hasta el punto de pasar de un 40-50 a un 44-62, el Betis se agarró al hilo de Brown para recortar distancias. El intercambio de golpes favorecía esta vez a los sevillanos, que golpeaban la puerta de la remontada cada vez con más fuerza hasta colocarse a tiro de triple (63-66). Exaltados por las decisiones arbitrales, jugadores y público se metieron en el partido. Hubo opciones verdiblancas de seguir recortando la distancia, pero no acertaron los sevillanos. “Es como si tuviéramos que correr una carrera de 100 metros con una mochila de piedras”, argumentaba Joan Plaza para explicar esa situación de partido. Según el catalán, el vestuario no cree que debería de “tener tres victorias más” pero sí que “una más haría justicia al trabajo”. La segunda y eliminatoria técnica a Joan Plaza parecía una premonición sobre lo que pasaría después. Y así fue: Txus Vidorreta tiró de pizarra, de la experiencia de Marcelinho Huertas y la calidad de Fitipaldo para sentenciar el partido (72-81).
Expulsado el técnico del Betis, Joan Plaza. #LigaEndesa pic.twitter.com/LRubT6E0xQ
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Cumplida la jornada 10, hay factores, como la ansiedad, en los partidos que empiezan a ser determinantes: “Fallamos canastas debajo del aro que con calma no fallaríamos, pero hacerlo a 180 pulsaciones y con un bagaje 2-7 en derrotas hace que empieces a dudar de ti mismo. La liga pone a cada uno en su sitito y nos falta una o dos marchas más para ser competitivos”.
El Betis es colista de la ACB y no lo es por culpa del arbitraje, aunque algunos vean en los colegiados la excusa de varias derrotas. Los números reflejan con claridad la difícil situación de los andaluces: Pasado un cuarto de la competición, el conjunto verdiblanco es el peor en puntos a favor (73,2) y en contra (89,2); rebotes (31,2); asistencias (13), porcentaje en triples (31,7) y pérdidas (17,2) de la competición.
OFICIAL | Acuerdo para la desvinculación de Khadeen Carrington del #CoosurBetis
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Marcado por ser un equipo frágil en su mentalidad, los fichajes incorporados en la actual plantilla no terminan de responder: algunos por una inexplicable irregularidad como Shannon Evans o Marko Todorovic. Por su parte, otros como Pepe Pozas o Vrenz están resultando hasta ahora fichajes fallidos. Un caso aparte es lo del ya rescindido Khadeen Carrington. El exterior de Trinidad y Tobago anotó 22 puntos con tres triples en seis intentos. Desde entonces, el ‘0’ verdiblanco no ha vuelto a anotar un triple ni a jugar como en el estreno liguero. Frente a Tenerife, el escolta aportó tres puntos y 0/4 en triples. En diez jornadas, un 3/25 en lanzamientos de tres puntos y un porcentaje del 12%. Números imperdonables en un equipo cuya afición responde al apoyo que demanda al club, pero ese apoyo no se transforma en buenos resultados.
