¿Crees que llegaste demasiado joven a España? ¿Estabas preparado para el salto que diste en tu carrera allá por 2002 cuando llegaste a Badalona?
Si bien llegué a España siendo muy joven, considero que estaba preparado para dar ese salto tan importante. En ese entonces yo ya sabía lo que era vivir lejos de mi familia, pues desde hacía un año había dejado mi ciudad natal para seguir mi carrera deportiva en la capital…esto, sumado a que el baloncesto es mi vida y que llegaba a un club tan importante como el Joventut, hicieron que todo fuera una especie de “sueño hecho realidad”.
¿Recuerdas qué otro uruguayo llegó contigo aquel verano de 2002 a Badalona?
Llegamos junto con Esteban Batista. Recuerdo que Oscar Moglia –nuestro agente y amigo- nos ofreció la oportunidad de ir a Badalona…nos contó lo que era España, la ACB, el Joventut, la gente del club, y unos días después estábamos viajando rumbo a Badalona.
Compañero de Selección, se está saliendo en la ACB… ¿Qué nos puedes decir de él?
Con Esteban Batista compartí equipo desde juniors, por lo que nos conocemos a la perfección. Soy testigo del gran sacrificio y profesionalismo que siempre ha tenido y de su asombrosa evolución. Puedo asegurar que todo lo bueno que está viviendo lo tiene merecido. No me sorprende que haya sido el primer uruguayo en llegar a la NBA, ni que haya disputado una final de Euroliga con Maccabi Tel Aviv siendo fundamental en ese equipo, ni que ahora esté siendo uno de los principales jugadores de la Liga ACB…cada vez que participamos con la Selección Uruguaya en los Campeonatos Internacionales y se enfrenta a Anderson Varejao, Nene, Splitter, Oberto, Scola, Al Horford, e inclusive los integrantes del Dream Team, deja bien claro que está a ese mismo nivel. A sus excelentes cualidades deportivas le agrega una dosis importantísima de fuerza, garra y actitud que son las que lo diferencian de cualquier otro jugador. Si tenemos en cuenta que recién tiene 25 años, vamos a coincidir que aun tiene muchísimo para seguir creciendo. Es muy fácil jugar con él, lo aseguro.
¿Qué recuerdos tienes de aquel torneo junior de Hospitalet de 2003 en el que eclosionaste junto a Rudy Fernández?
Tengo el mejor recuerdo; esa ha sido mi carta de presentación en el baloncesto español. Tuve la suerte de integrar un gran equipo, de poder lograr jugar un muy buen baloncesto y de ser Campeones luego de muchos años. Tuve el privilegio de jugar junto a Rudy…pudimos llegar a entendernos de maravillas, pues tiene un talento impresionante. A Rudy lo defino como el típico jugador que cualquier base sueña con tener a su lado, así de sencillo.
¿Cómo viviste el proceso de la consecución de tu pasaporte español? ¿Crees que el ser extracomunitario te cerró la puerta de la ACB con el DKV? ¿Te benefició o perjudicó tanto tiempo entrenando pero sin prácticamente jugar?
Sufrí muchísimo. Para un jugador como yo, que siente al baloncesto como lo más importante de su vida, se me hizo insoportable el no poder jugar por tanto tiempo. Toda la ilusión y la alegría que me causó llegar a Badalona, se fue transformando poco a poco en sufrimiento cada vez que tenía que ver los partidos desde la tribuna. Es muy duro entrenar día a día y cuando llega el partido tener que verlo desde afuera. Esto sin dudas me pasó factura…pero soy una persona con carácter y personalidad y con la ayuda de la gente que siempre estuvo al lado mío pude salir adelante y volver a ser ese mismo jugador que conocieron cuando llegué a España. Por mi forma de ser y de sentir el baloncesto, yo necesito sentir que puedo ayudar a mi equipo a ser cada día mejor, ilusionarme por lograr objetivos, competir al máximo de mis posibilidades…y eso solo lo logro estando adentro de una cancha de baloncesto.
¿Qué nos puedes contar del affair entre la Federación Española y la Uruguaya para que vistieras la camiseta de sus respectivas Selecciones Nacionales?
Fue algo muy complicado para mi y a su vez motivo de orgullo ya que eso quería decir que reconocían mi talento y mis condiciones. Por un lado estaba Uruguay, mi país, el que me vio nacer y donde tengo mis seres queridos y por otro lado estaba España, que me recibió como un hijo más, que me brindó todo el cariño, el reconocimiento y la posibilidad de ser un español más. Al final FIBA dictaminó que jugara por mi país de origen, cosa que hago con mi máximo orgullo, pero tengo que reconocer que España ocupa un lugar privilegiado en mi corazón.
En enero de 2005 eras cedido a Pamesa Castellón de LEB-2, ¿cómo era tu primera experiencia con presencia regular en un equipo en España?
En ese tiempo yo tenía sensaciones encontradas; por un lado tenía la obsesión por jugar, por competir, pero por otro lado sentía que había perdido gran parte de mi fuego sagrado, lo que me hacía disfrutar en una cancha de baloncesto. Todo lo que había sufrido por entrenar y no poder jugar durante tanto tiempo, no iba a ser fácil superarlo. Me costó muchísimo encontrar mi juego, volver a ser quien era.
La siguiente temporada iniciabas un periplo por la LEB: Huelva, Lugo, Melilla… Posiblemente el momento más sonado fue cuando abandonaste Lugo, ¿Qué sucedió para que desaparecieras?
Me sucedió lo mismo que en Pamesa Castellón; no me sentía bien pues me daba cuenta de que no podía llegar a recuperar el juego que yo estaba capacitado para hacer y el que me llevó a lograr el reconocimiento de todos. Seguía obsesionado con los perjuicios de tanto tiempo de inactividad y de no encontrar la manera de volver a ser quien era. Por un lado sentía que tenía que responderle a los directivos, entrenadores y compañeros que habían confiado en mi, pero por otro lado sentía que no estaba contento, no disfrutaba como antes y así no iba a poder rendir como yo quería.
¿Quién tomó la decisión de la desvinculación de la Penya?
Así fue que, junto con Oscar Moglia, con quien hablo muchísimo y confío plenamente, llegamos a la conclusión de que así no podíamos seguir. Me hizo ver que mi talento seguía intacto, que era un jugador con una gran personalidad y que para retomar mi verdadero nivel debería regresar a Uruguay por un par de temporadas, a un equipo que me brindara la posibilidad de jugar como yo necesitaba, con máximo protagonismo, que peleara por objetivos importantes…en una palabra, que me permitiera recuperar la alegría dentro de una cancha de baloncesto. Con 22 años tenía margen de sobra como para invertir ese tiempo en recuperar mi verdadero nivel, para luego regresar a la alta competencia totalmente recuperado. Los dirigentes de la Penya estuvieron de acuerdo en todo, y de común acuerdo rescindimos el último año de contrato que me quedaba, cosa que resultó muy beneficioso para ambos…el club no tuvo que hacer frente a mi último año de contrato y yo pude recuperar mi verdadero nivel en este tiempo.
¿Cómo es el sistema de competición de la liga uruguaya? ¿Cuál es el nivel de la competición?
La Liga Uruguaya es una competición con un nivel bastante bueno, y que va mejorando sobre todo en temas de organización e infraestructura. Deportivamente, 9 ó 10 de los 14 equipos podrían participar perfectamente en cualquiera de las Ligas importantes del continente (Argentina, Brasil, Venezuela, etc.) y los 4 principales equipos disputarían el titulo de cualquiera de ellas. El nivel de los extranjeros es bastante bueno, pues a pesar de que no es un medio de los más poderosos económicamente, les sirve como vidriera para llegar a otros países que les ofrezcan mejores condiciones contractuales. La competición se lleva a cabo en 3 etapas: la primera en un régimen de todos contra todos a disputarse en 2 ruedas de local y visitante; allí clasifican los 10 primeros equipos que pasan a disputar la segunda etapa que clasificará a los 8 primeros, para llegar a disputar la tercera etapa que son los play offs. La competición va desde Septiembre a Marzo.
Has probado dos veranos con Houston Rockets, ¿cómo ha sido la experiencia?
Excelente. Para mí fue muy importante que los Houston Rockets se fijaran en mí y me abrieran sus puertas. Me sirvió para darme cuenta de que puedo jugar perfectamente en ese nivel. Sé que tienen un muy buen concepto de mi, que aprecian mis condiciones y que si yo destaco en un equipo europeo, tengo buenas posibilidades de llegar a jugar con ellos. Conocí la NBA por dentro, y desde ya lo tengo como uno de mis grandes objetivos. Confianza me sobra y capacidad de trabajo y sacrificio también, así que seguramente lo lograré.
Jaime Lloreda estaba jugando en Uruguay y ahora milita en CAI Zaragoza, los uruguayos Batista y Granger juegan en la ACB ¿Te ves retornando a nuestro país?
Cuando dejé España ha sido para regresar, eso siempre lo tuve clarísimo. Una vez que considerara que estaba pronto para ser exitoso, para ser el Panchi Barrera que todos conocieron, el que brillaba junto a Rudy, regresaría pues es el lugar donde quiero triunfar y donde quiero vivir. Hoy estoy pronto, este es mi mejor momento pues tengo la madurez y la experiencia suficiente como para destacarme en la ACB…esta segunda oportunidad no la voy a dejar pasar por nada del mundo.
Aunque ahora mismo estarás pensando en la segunda fase de la liga uruguaya que disputarás con Unión Atlética, ¿Dónde te ves en un futuro cercano?
A partir de Marzo en España sin dudas…he recibido muchas ofertas de diferentes países pero no me veo en otro lugar que no sea España. Es una materia pendiente que tengo, y lo voy a hacer por mí y por quienes confiaron en mí.
Una final con Hebraica en tu regreso a Uruguay, semifinales con Atenas un año más tarde, ¿qué papel esperas que haga Unión Atlética en lo que queda de esta temporada?
Mis dos temporadas en Uruguay han sido excelentes y han ido en franco ascenso…la primera con Macabi ha sido importantísima pues era la que me mostraría si podría recuperar mi nivel y la segunda con Atenas era la que me permitiría seguir evolucionando y limando detalles para llegar a lograr todo lo que buscaba. Por suerte logré todos mis objetivos, y hoy puedo decir que la decisión que hemos tomado ha sido más que positiva, pues hoy recuperé todo mi juego y le agregué la madurez y el profesionalismo imprescindibles para triunfar en el máximo nivel internacional. Tengo que coronar esta etapa en Uruguay, ganando el título de Liga con Unión…sería ideal para regresar a España de la mejor manera.
Este año también jugaste en Venezuela con Trotamundos de Carabobo. ¿Cómo fue la experiencia? Cuéntanos eso de que salían a lesionarte…
Mi experiencia en Venezuela fue muy buena; Trotamundos es un equipo importante, poderoso, con un gran plantel y un excelente entrenador. Por suerte logré un muy buen nivel de juego, y el equipo pudo conseguir buenos resultados. En ese momento, yo tenía como gran objetivo llegar en las mejores condiciones a la Summer League de la NBA en Las Vegas, y no podía correr riesgos de lesiones, ni ningún contratiempo que me hiciera perder esa oportunidad… la Liga Venezolana es dura, se juega fuerte, los árbitros dejan jugar bastante más de lo que lo hacen en otros países y mi forma de jugar llevaba a que muchas veces me defendieran pasando los límites normales; esto hacía que corriera riesgos que en ese momento no quería correr por lo que se me venía. Pero en definitiva, estoy muy contento de haber jugado ese tiempo en Venezuela, me sirvió mucho para sumar experiencia y espero poder regresar algún día pues me han tratado bárbaro allí y ese baloncesto me gusta mucho jugarlo.
Tuviste un gran papel con tu Selección en el FIBA Américas de Puerto Rico demostrando tu madurez en el juego. ¿Qué futuro le ves a la Selección Uruguaya?
La Selección Uruguaya pasa por un gran momento; tenemos todo como para pelear por objetivos importantes con posibilidades reales de éxito. Hay talento, madurez y mentalidad ganadora, todos aspectos fundamentales a la hora de competir a alto nivel. Obviamente que hay cosas por mejorar, pero tenemos hambre de gloria y eso va a ser determinante para que en poco tiempo estemos en lo más alto del continente. Hoy no somos uno de los participantes del próximo Mundial de Turquía por apenas 30 segundos…pero lo importante es que estamos en el camino correcto, y los resultados no van a tardar en llegar.
Argentina, Brasil y Puerto Rico estarán en el próximo Mundial. Te has enfrentado a ellas este pasado verano. ¿Qué nos puedes contar de estos Equipos Nacionales?
Son grandes selecciones, con jugadores muy importantes, con entrenadores de gran jerarquía, y sobre todo Brasil y Argentina seguramente van a ser serios aspirantes al título Mundial. Me gustaría que a Brasil le vaya bien, pues siento una especial estima por Moncho Monsalve, una persona que me ayudó muchísimo en mi carrera deportiva.
Para terminar, ¿en qué ha cambiado el juego del Panchi Barrera que conocimos en España?
Ha cambiado mucho en todo sentido; sobre todo en la mentalidad, en el profesionalismo, en la madurez. Trabajé muchísimo en mejorar los detalles de mi juego que tenía que mejorar, me consolidé como jugador, me convencí que puedo jugar en cualquier lado, pero mi mayor felicidad la encuentro cuando veo los resultados que voy obteniendo. Hoy tengo clarísimos mis objetivos y se perfectamente como lograrlos. Hoy soy el jugador que siempre soñé ser y lo voy a demostrar primero en España y luego en la NBA.