Fichar a jugadores extranjeros jóvenes es una tendencia en la Liga Endesa. Considerando la crisis económica de la mayoría de equipos, jugadores con cierto prestigio acaban recalando en ligas como la rusa o la turca, donde los contratos son más jugosos y no hay incertidumbre de pagos. Por si fuera poco, la fuga de talentos a la NBA también está aumentando año tras año; así pues, se podría decir que cada año hay más huecos que llenar en las plantillas de los equipos.
Desde hace unos años, los directores deportivos de los clubs ojean con mucho cuidado jugadores de la NCAA, sobretodo a aquellos que destacan pero que por algún motivo u otro, no son “carne de NBA”. Este tipo de jugador acostumbra a salir en les últimas rondas del Draft -o incluso no salir-, pero la mayoría de los jóvenes apuran sus opciones en la mejor liga del mundo, ya sea con ligas de verano o en la liga de desarrollo, donde cada equipo de la NBA tiene un equipo vinculado del que pueden pescar a jugadores en caso de que haya lesiones en el primer equipo. Aún así, algunos jóvenes que no tienen la NBA entre ceja y ceja deciden cruzar el charco y probar suerte en Europa, jugando minutos y curtiéndose en un nivel físico mucho más exigente que el de su periplo universitario.
Está claro que fichar a un jugador que acaba de terminar su ciclo universitario es arriesgado, ya que se trata del primer contrato profesional del jugador, y posiblemente, su primera experiencia fuera de Estados Unidos. El peaje a pagar puede ser caro, pero si este período de adaptación es corto, el equipo tiene en su plantilla un jugador de nivel, con un contrato no muy elevado, y con ganas de darse a conocer en Europa, un win-win en toda regla.
El club que más ha apostado por estos jóvenes talentos ha sido el Río Natura Monbús, fichando hasta 8 jugadores sin experiencia europea en los últimos 4 años, y se podría decir que les ha tocado una de cal y otra de arena. Del exitoso fichaje de Mike Muscala (que terminó en la NBA a media temporada), a fichajes que pasaron sin pena ni gloria como Tyler Haws o Alec Brown pasando por los no-exitosos Daniel Miller, Durand Scott o Nick Minnerath. En el caso de éste último, se acabó prescindiendo del ala-pívot, que aunque dejó un par de highlights con la camiseta del Obradoiro, no rindió como se suponía. La recisión de contrato de este jugador no fue un caso aislado: en los últimos tres años (desde la temporada 2013-2014), el 29% de rookies que han recalado en la Liga Endesa no han terminado la temporada (7/24).
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La lista de jugadores que han tenido su primera experiencia europea como profesionales en España (en los últimos 3 años e incluyendo la próxima temporada) es la siguiente:
Río Natura Monbús (8): (2013-2014) Mike Muscala, Nick Minnerath, Durand Scott, (2014-2015) Daniel Miller, (2015-2016) Tyler Haws, Alec Brown, (2016-2017) Rosco Allen y Shayne Wittington*.
UCAM Murcia (4): (2013-2014) Scott Wood, Dwayne Davis, Ehimen Orukpe y (2014-2015) Sadiel Rojas.
Divina Seguros Joventut (3): (2013-2014) Nik Cochran, (2015-2016) Ousmane Drame y (2016-2017) Tomasz Gielo.
Real Betis Energía Plus (3): (2013-2014) Scott Bamforth, (2015-2016) Xavier Thames y (2015-2016) LaDontae Henton.
Dominion Bilbao Basket (2): (2013-2014) Jackie Carmichael y (2014-2015) Ethan Wragge.
Morabanc Andorra (2): (2015-2016) Shawn Jones y (2016-2017) David Walker.
Laboral Kutxa Baskonia (1): (2014-2015) Orlando Johnson* y (2016-2017) Trevor Cooney.
Herbalife Gran Canaria (1): (2015-2016) Kevin Pangos.
Iberostar Tenerife (1): (2015-2016) Kerry Carter.
Montakit Fuenlabrada (1): (2015-2016) David Wear*.
Movistar Estudiantes (1): (2014-2015) James Nunnally.
ICL Manresa (1): (2014-2015) Isaac Fotu (cedido del CAI).
* Los casos de Wittington, Wear y Johnson pueden no parecer comparables con los demás, pues los tres ya habían disputado minutos en la NBA (sobretodo el tercero), pero los tres llegaron jóvenes a la Liga Endesa y con nulo rodaje en competición europea.
Visto el riesgo que supone fichar a un jugador directamente de la NCAA o de la D-League, hay equipos a los que les interesa más contratar a jugadores que ya tengan una mínima experiencia europea, ya que tal vez el sueldo sea mayor, pero la apuesta no es tan aventurada. La idea de estos fichajes es asegurarse de que los jugadores ya se han adaptado correctamente al baloncesto europeo, y que podrán rendir a partir del primer minuto. La primera experiencia europea para estos jóvenes jugadores suele ser dura, pero si el mismo jugador es capaz de encajar las críticas y mejorar a partir de estas, sus posteriores temporadas serán mucho mejores. Un caso muy claro es el de James Nunnally, escolta americano que llegó al Estudiantes la temporada 2013-2014: en su primer partido, Nunnally las metió de todos los colores para terminar con 17 puntos, pero en un abrir y cerrar de ojos entró en una dinámica negativa que supuso la resición de su contrato después de la jornada 7. El año pasado, el mismo Nunnally fue el MVP de la liga italiana, y ha fichado por el todopoderoso Fenerbahçe de Zeljko Obradovic, para ocupar el rol de Ricky Hickman. Está claro que Nunnally era un jugador totalmente válido para el Estudiantes, pero el rookie pagó este peaje de adaptación, un golpe bajo que seguro que le sirvió para adquirir una madurez que ahora le ayudará para disputar minutos en el subcampeón de Europa.
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En este caso, los equipos que más fichajes de rookies experimentados han hecho (en los últimos 3 años) son la Penya y el Valencia, con 3 cada equipo. El caso de los de Badalona es mucho más claro y ejemplifica muy bien el comentado riesgo: las dos apuestas de jugadores recién salidos de la universidad (Cochran, Drame) salieron mal, pero en cambio, los tres jugadores fichados con una mínima experiencia (Brandon Paul, John Shurna y Devoe Joseph) rindieron a un nivel más que aceptable. En el caso de los valencianos, los jugadores que llegaron, aunque no tuvieran demasiada experiencia europea, ya eran jugadores consolidados: Justin Hamilton, que, aunque tuviera una etapa dudosa en Croacia, venía de rozar las dobles figuras en anotación el último tramo de temporada con los Timberwolves, Luke Harangody -con minutos en la NBA y habiendo llegado a una final de Eurocup-, y Dwight Buycks, que llegó con un cartel muy bueno pero no cuajó.
La lista de jugadores que tuvieron su segunda experiencia europea como profesionales en España (en los últimos 3 años e incluyendo la próxima temporada) es la siguiente:
Divina Seguros Joventut (3): (2013-2014) John Shurna, Devoe Joseph y (2015-2016) Brandon Paul.
Valencia Basquet (3): (2014-2015) Dwight Buycks, Luke Harangody y (2015-2016) Justin Hamilton.
Herbalife Gran Canaria (3): (2013-2014) Ben Hansbrough, (2014-2015) DaJuan Summers y (2016-2017) Royce O’Neale.
ICL Manresa (2): (2014-2015) DJ Seeley y (2016-2017) Scott Suggs.
Blancos de Rueda Valladolid (2): (2013-2014) Omari Johnson y Armor Johnson.
Real Betis Energía Plus (1): (2016-2017) Kenny Chery.
Morabanc Andorra (1): (2015-2016) Stephen Holt.
Real Madrid (1): (2015-2016) Trey Thompkins.
Retabet GBC (1): (2015-2016) Andrew Lawrence.
CAI Zaragoza (1): (2015-2016) Isaac Fotu.
Laboral Kutxa Baskonia (1): (2014-2015) Colton Iverson.
F.C. Barcelona (1): (2014-2015) DeShaun Thomas.
UCAM Murcia (1): (2014-2015) Scott Bamforth.
En el siguiente gráfico se muestra una comparativa de los jugadores que han llegado a la Liga Endesa en los últimos tres años, conjuntamente con la visualización del porcentaje de jugadores que han sido cortados a media temporada (con una clara diferencia respecto los rookies y los que llegaron con un mínimo bagaje europeo).

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Gráfico 1. Comparativa de los fichajes realizados en las últimas 3 temporadas.
El problema del anterior gráfico es que el rendimiento de los jugadores no se ve plasmado, así que en el Gráfico 2, se puede visualizar una comparativa de las estadísticas de todos los rookies que han pasado por la Liga Endesa en los últimos tres años. Para simplificar, la comparación está hecha en base a los valoración/minutos jugados del jugador, pues son las cuantificaciones que mejor ejemplifican el rendimiento (se podrían dar excepciones como especialistas en el triple, cuya influencia va más allá de la valoración, pero son casos aislados). En este gráfico, las estadísticas de los jugadores sin experiencia europea están marcados con un círculo azul, y la de los jugadores con un año de experiencia, con un cuadrado violeta. Los jugadores que fueron cortados a media temporada también están diferenciados, en este caso con el color rojo en su correspondiente símbolo.
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Partiendo de los datos del gráfico, se puede observar que el rendimiento de los jugadores con mínima experiencia europea es razonablemente mejor que el de los puramente rookies. De hecho, solo cuatro novatos han superado los 9 por valoración de media en los últimos tres años (Kevin Pangos, Isaac Fotu, Scott Bamforth y Mike Muscala), mientras que en el caso de los jugadores con un año de adaptación, esta barrera ha sido superada por 12 jugadores. Así pues, queda reforzada la teoría que dice que la experiencia es un grado: los fichajes de jugadores recién salidos de la universidad rinden, en líneas generales, a un nivel inferior que el de los que tienen una mínima experiencia.
Veremos si este año Rosco Allen, Tomasz Gielo, Trevor Cooney (temporero hasta la fecha de este artículo) y David Walker cambian la dinámica y se convierten en garantías para sus respectivos equipos.