La final arrancó con unos intensísimos minutos focalizados en el duelo argentino entre Campazzo y Vildoza. Los playmakers marcaron un ritmo endiablado en los primeros compases, en los que ninguno de los dos equipos conseguía despegarse. Parecía que era Edy Tavares quien desequilibraría la balanza, pero entonces apareció Jannis Timma con 7 puntos casi consecutivos que daban a Baskonia una ventaja que duraría muchos más minutos de lo previsto (10-14, min. 7). Tardó más de ocho Pablo Laso en hacer sus primeros cambios casi forzados ante los evidentes síntomas de agotamiento de sus jugadores. A pesar de contar con Tavares como claro referente interior, con unos minutos escandalosos (8 puntos sin fallo, 3 rebotes), el Madrid no encontraba el equilibrio desde fuera (1/7 en triples) y tampoco podía agarrarse a la “vía Doncic”, desactivado durante el primer cuarto. Al final, un 17-19 para Baskonia.
Marcelinho Huertas cogía el testigo de Vildoza con maestría y desde el “dos contra dos” en pick and roll hacía que su equipo sumara de forma constante. En lado contrario, un Madrid sin ideas en ataque que solamente era capaz de sumar dos tiros libres de Llull en los dos primeros minutos del cuarto. El desacierto exterior comenzaba a ser un problema serio para los blancos (1/9), y ahí apareció Rudy Fernández para mejorar la estadística y, de paso, despertar a un Wizink Center desquiciado con los primeros minutos de su equipo (24-25). Pero fue la única acción positiva del balear en estos minutos, en los que perdió 3 balones y recibió una técnica. Baskonia sin embargo seguía con las ideas muy claras y una bomba de Janning puso el 24-31 en el minuto 15. Colapso total en los locales ante el desacierto en el triple y la falta de referentes: entre Doncic y Llull sumaban un 1/10 en tiros de campo.
Los problemas de faltas de los bases vitorianos (2 de Huertas, 3 de Vildoza) obligaron a Pedro Martinez a recurrir a un Granger visiblemente fuera de forma. El Real Madrid aprovechó unos minutos de desconcierto de Baskonia para asestar el golpe que volvía a meterles en el partido. Con Carroll y Felipe Reyes, el Madrid encontró el acierto (2 triples del americano) y el orden en ataque para anotar 15 puntos en poco más de 3 minutos. Con una bandeja de Doncic, casi sobre la bocina, el marcador mostraba al descanso un empate impensable, por sensaciones, apenas unos minutos antes (37-37).
A Baskonia, de nuevo con Luca Vildoza a los mandos, no le costó mucho tomar de nuevo las riendas, con Poirier y Shengelia anotando cómodamente en la pintura (42-49). Y con la misma facilidad respondió el Real Madrid con un parcial de 8-0. Luka Doncic se colocaba como máximo anotador de los suyos (10) y despertaba a un Real Madrid que se ponía por delante por primera vez desde el minuto 6 de partido (50-49). El partido entraba en un momento de bloqueo en el que ninguno de los dos equipos conseguía contrarrestar las buenas defensas. Entonces apareció Rodrigue Beaubois para anotar 9 puntos consecutivos, de todos los colores, y devolver una ventaja a Baskonia que Janning estiró con un triple sobre la bocina. Baskonia se iba al último cuarto con la máxima ventaja del partido (58-67).
El fantasma de la pasada Final de Liga Endesa, en la que el Madrid perdió un partido en casa ante Valencia Basket que le costó la eliminatoria, comenzaba a deambular por el Palacio de los Deportes.
De nuevo, apareció Jaycee Carroll para anotar su tercer triple de la noche (los mismos que el resto del equipo) y Rudy lo apoyó con una bomba que parecía devolver al Madrid a la senda, pero Baskonia lo refutó rápidamente (63-72). Pero es en estos momentos cuando aparece el Real Madrid más asesino, el único capaz de aniquilar un partido desde el desmadre. Gracias a unos pequeños instantes de ese caos ordenado, asestó un 7-0, coronado con un triple de Llull, en transición, de los de toda la vida (viniendo de un 0/3), que volvía a ponerle a tiro.
Baskonia se negaba a regalar un partido que dominó más de un 80% de los minutos, pero se encontraba con un problema mayúsculo: Jaycee Carroll. Un triple y un 2+1 en apenas 40 segundos para poner el 76-77 entrando a los últimos 3:30 de partido. Todavía le dio tiempo de anotar dos tiros libres antes de sentarse y pasarle el relevo a un Jeffery Taylor al que le bastaron unos segundos en pista para anotar un triple lleno de emoción para los suyos (81-79).
Pero Baskonia no había dicho su última palabra. Reaccionó casi a cuentagotas, aprovechando que el Real Madrid hoy daba una de cal y otra de arena. Aprovechando las visitas a la línea de tiros libres, los vascos conseguían entrar con ventaja al último minuto de partido (84-86). Le tocó entonces a Ayón enfrentarse a los tiros libres, pero falló dos que daban medio partido a Baskonia. En el siguiente ataque, Shengelia sacaba otra falta tras el rebote ofensivo y no perdonaba, colocando un 84-88 a falta de 23 segundos que empezaba a sonar a sentencia. Tampoco anotó Thompkins a la desesperada y los vitorianos no volvieron a fallar en los tiros libres. La victoria, ganada a base de intensidad y carácter, se marcha para Vitoria (90-94).
Baskonia da el primer gran golpe de la eliminatoria. Un año más tarde, Pedro Martínez vuelve a robarle el factor cancha al Real Madrid en la final de la Liga Endesa.
