Joan Plaza comentaba hace unos días que el equipo está inmerso en una carrera de fondo. Para los kilometros finales, que se recorrerán allá por primavera, la plantilla blanca debe estar acoplada a la perfección y todos sus miembros tienen que sentirse implicados en el proyecto. El técnico catalán, que admitió tras el partido contra el Barça haber cometido “cagadas“, sigue probando diferentes sistemas, formaciones y estados de ánimo. Y si hablamos de esto último tenemos que referirnos a un tímido jugador, al que le ha costado muchísimo sonreír dentro de la cancha.

Desde que llegó a la capital española, todo fueron dudas acerca del rendimiento de Pelekanos. Primero, porque no jugaba con su selección en el Eurobasket, después vino el estúpido debate sobre si era mejor Tomas o el propio Pelekanos. Nada, en definitiva, que ayudase a su integración en un equipo y ciudad de las que conocía bastante poco. No habla español y esa barrera idiomática no hacía más que complicarle la situación. Plaza pedía paciencia y se refería a su situación como la de un juvenil, puesto que era la primera vez que abandonaba Grecia. Mientras, apenas pasada la primera jornada de la ACB, los foros se empezaban a inundar con comentarios sobre la conveniencia de su fichaje. Los discretísimos primeros partidos del alero tampoco ayudaron, pero estaba claro que a este Real Madrid no viene cualquiera. Conscientes de su calidad y de lo mucho que puede aportar al equipo, el público de Vistalegre se volcó desde el primer día con él, en un trato ejemplar que no siempre se ha tenido con los jugadores. Son buenos tiempos para la sección de basket y el público transimite un espíritu positivo. Lo que quedaba patente es que el griego le ponía empeño, muchísimas ganas y se le veía por momentos angustiado.

 Sin embargo, todo esto cambió el pasado jueves. Plaza decidió situarlo de titular junto a Sekulic y el griego respondió a la confianza con una
buena actuación, mate incluido. La cara del dorsal número 5 al abandonar la cancha reflejaba la satisfacción de las cosas bien hechas. 

Pelekanos poco a poco encuentra su lugar en el baloncesto español. Esta mañana ha vuelto a disputar minutos de calidad frente al León. Me siento plenamente integrado en el equipo y desde mi llegada aquí siento la confianza y el respaldo de todos los jugadores del equipo y del cuerpo técnico. Yo siempre tengo confianza en mis posibilidades y se que con trabajo y un poco de suerte las cosas saldrán. Trabajo para ayudar al equipo a conseguir victorias y de momento lo estamos consiguiendo. El otro día no me salió un mal partido pero creo que puedo hacerlo mejor, aunque repito que lo único importante es que el equipo gane“.