El ex ACB José ‘Piculín’ Ortiz y emblema en Puerto Rico como jugador de baloncesto internacional tras disputar 4 Olimpiadas y ser considerado por la mayoría como mejor jugador de la historia de su país ha ingresado en prisión después de haber dado positivo por cocaína en un control sorpresa estando. ‘Picu’ ya estaba vigilado de cerca por la ley. Todo empezó el el 29 de junio del 2011 cuando fue arrestado por cargos de posesión de drogas y cultivo de marihuana. Los agentes federales hallaron 218 plantas en una casa alquilada por Piculín, junto con municiones para rifles AR-15. Ortiz confesó a las autoridades que el material era suyo.
Para el juicio, Ortiz fue representado por un defensor público, el ex jugador se encuentra en quiebra, y alegó no tener dinero para un abogado. Antes, el juez, había decidido enviar a Ortiz a una clínica de rehabilitación y cumplir servicios a la sociedad, pero esta nueva recaída ha hecho que la magistrada federal Camille Vélez Rivé ordenara que fuera llevado a prisión donde ahora le podrían caer hasta 40 años.
"Usted ha decepcionado a mucha gente, ha decepcionado a su familia, ha decepcionado a los niños a los que le enseñaba baloncesto, a mí y a la Corte…usted se declaró culpable y cambiaron las circunstancias… le di otra oportunidad y falló y no tengo ninguna garantía hoy de que si le doy otra oportunidad, usted la cumplirá, su fianza es revocada”, fueron las duras palabras Vélez Rivé según recogió vocero.com.
La magistrada le indicó que le dio tres oportunidades para que permaneciera en libertad bajo fianza. La primera fue el pasado 30 de junio, día de su arresto. Señaló que en esa ocasión tomó en cuenta las circunstancias y hechos del caso y que consideró que merecía que permaneciera en libertad. La segunda, fue cuando concluyó su tratamiento para superar su adicción a las drogas en el Hogar Santísima Trinidad y le permitió trabajar. La tercera, el pasado viernes, tras hacer declaración de culpabilidad. “Pero no puedo darle una cuarta oportunidad”, apuntó.
Es un hecho probado que a Piculín no le acompañó ningún familiar ni ningún amigo a la audiencia judicial. Tras el juicio fue trasladado al Centro de Detención Metropolitano de Guaynabo donde podría seguir su tratamiento.
El licenciado Ramos, de la Oficina del Defensor Público, había argumentado que la situación por la que atravesaba su cliente era una “médico y mental”. Antes, Ortiz ya había aseguró que seguía en una depresión severa, que le llevó a caer en el alcohol y la cocaína. Argumenta que desde su retirada todo ha ido cuesta arriba: bancarrota en sus negocios de hostelería, divorcio con su mujer (Nirita Ruiz, con la que tiene dos hijos) y fracaso político.
Ahora son muchas las personas que le han escrito en su Facebook y que intentan ponerse en contacto con él para darle ánimos.