¿Por qué era tan bueno Sasha Djordjevic? Por Oriol Junyent

Cuando ‘Sasha’ Djordjevic fichó por el Barça en enero del 97 yo era jovencito, tenía 20 años y alternaba el equipo EBA del Cornellà, que estaba vinculado con el primer equipo del Barça aunque ya había debutado en ACB la temporada anterior ante el Baloncesto Salamanca. Pero mi recuerdo de Djordjevic era anterior a todo eso. Lo viví como que venía una superestrella de Europa, bueno, justamente esa temporada venía de la NBA. Era uno de los mejores bases del momento y uno de mis ídolos. Me acuerdo que cuando jugaba yo solo, muchas veces imitaba el increíble tiro con el que ganó la Copa de Europa con el Partizan en el 92. Mi reacción fue de mucha alegría por tener un jugadorazo así en Barcelona.

Los Portland Trail Blazers le habían cortado tras muy pocos partidos y el club tuvo la ocasión de ficharlo. Él no hablaba nada de su paso por la NBA. ¿Por qué no triunfó en la NBA? Bajo mi humilde opinión, estuvo en la NBA en una época en que la liga era muy dura físicamente. En el aspecto de dureza en defensa, bloqueos...etc. A él no le gustaba ese tipo de juego tan duro y, aparte, no defendía muy bien. Creo que si hubiera jugado en la NBA de la actualidad hubiera triunfado. Antes ya había triunfado en Italia, con el Partizan y con la selección.

ALEKSANDAR DJORDJEVIC (1967, BELGRADO. 1'88m), EL JUGADOR

Con él tuve la suerte de coincidir 2 temporadas. En la primera etapa (1996-97), yo no tenía ficha con el primer equipo. Yo era el típico jovencito que sube a jugar con el primer equipo y en ese periodo no tuve tanta relación con él. Normalmente los júniors o los más jóvenes no hablan tanto con los jugadores de la primera plantilla ni sales a tomar copas, ni a cenar. En la segunda etapa (1998-99), ya tenía ficha de senior y ya hablábamos más. Pude saber que era tiempos duros para él, porque coincidió con la guerra de su país y no tenía muchas ganas de divertirse. Igualmente era un super profesional y entrenaba al 100%. Aprendías de él a competir todos los días, era un ganador nato. No quería perder nunca. Se quejaba un poco de mis bloqueos cuando entrenábamos, pero luego en el partido cuando lo dejaba solo, no se quejaba tanto… ¡ja,ja, ja!

Era un jugador con mucha calidad ofensiva: tiraba en suspensión, penetraba... destacaría que dominaba la parada y tiro. Muy inteligente a la hora de elegir la mejor opción para anotar. Como he dicho antes, una de sus mejores virtudes es ser un ganador nato, no le gustaba perder a nada y no se rendía nunca. No le temblaba nunca la mano, ni la cabeza en los momentos complicados o últimos tiros y jugarse el tiro o crear una buena situación para otro compañero. Uno de sus puntos débiles era que no defendía muy bien.

¿Cómo pararlo? Tenías que rezar mucho para que no tuviera un buen día, porque si pasaba eso, daba igual quien pusieran delante, era imposible. También tuvo lo suerte que en su época en el Barça, tenía de compañero de base a Nacho Rodríguez (ahora director deportivo del Barça) que era muy pesado a la hora de defenderlo. Nacho era otro jugadorazo que nunca se rendía y no daba un balón por perdido). Yo creo que competir cada día contra Nacho era una ventaja para Sasha porque cuando llegaban los partidos, le era más fácil superar las defensas. La mejor manera para defenderlo, era jugar muy duro contra él. Presionarlo toda la pista, empujarlo en los bloqueos, era el típico jugador que si le dejas llevar su ritmo te destroza. Hay jugadores que son como tiburones, cuando perciben sangre te destrozan. Ese tipo de jugadores que cuando veían una debilidad en su contrincante lo destrozaban. Mentalmente era muy fuerte, solo el poder jugar, y bien, cuando tu país está en guerra dice mucho de lo fuerte que era.

Un ejemplo, el verano de antes de venir a Barcelona, jugó el Europeo de Atenas de 1995. Con la entonces selección Yugoslava. Llegaron a la final y fue ante Lituania y les ganaron (96-90). Sasha metió 9 triples y acabó con 41 puntos. Me acuerdo de esa final, de verla por la tele y flipar con esas dos selecciones. Fue una de las mejores finales de Europa que haya visto. Qué calidad de jugadores y tanto él como Sarunas Marciulionis, estuvieron increíbles. Que manera de llevar un equipo y que liderazgo por parte de ambos. Una master class para futuros bases.

Hoy en día no hay ningún jugador que se pueda comparar Djordjevic. Salen muchos jugadores mejores tanto física, como técnicamente. Pero la mentalidad de los antiguos jugadores (ganadores, ganas, garra...), ya no se ven casi. No veo jugadores con ese hambre actualmente y que a la vez tengan su calidad técnica o la de otros antiguos jugadores.
Después jugaría también tres temporadas en el Real Madrid donde conseguiría un título de Liga en el Palau Blaugrana, precisamente, en su temporada de transición de Barcelona a Madrid en la 1999-00.

SASHA, PERSONAL

Como buen balcánico, tenía mucho carácter, tanto para lo bueno como para lo malo. Dentro de la pista no le gustaban mucho las bromas, le gustaba entrenar concentrado y serio. Pero me acuerdo que él, en el año en que yo era más joven y él siendo la estrella del equipo, nos trataba como a uno más y eso dice mucho de su forma de ser. No iba de sobrado con los jóvenes y cuando salíamos a la cancha, el minuto o los dos minutos que nos daban (je,je,je), siempre intentaba hacer jugadas para que los chavales metiéramos alguna canasta.

Durante sus años en Barcelona Aíto García Reneses fue su entrenador. Al principio bien, pero después de la final de la Copa de Europa en Roma de 1997, en la que perdimos ante el Olympiakos con un partidazo del base rival David Rivers, se torció todo un poquito. Pero lo bueno es que los dos dejaron de lado el pequeño altercado que tuvieron y como grandes profesionales que son, remaron en la misma dirección y consiguieron varios títulos juntos. Un par de Ligas y una Korac, creo. Pero en el deporte es normal que haya algún que otro encontronazo, con personas que tienen carácter y jugando vas a muchas pulsaciones. Se dicen cosas que no piensas y luego te arrepientes. Lo importante es olvidarse de los egos y luchar por un bien común.

Sasha, fuera de la pista era diferente, le gustaba bromear, era muy generoso, no te dejaba sacar la cartera casi nunca, se relajaba más. Le recuerdo oírle decir una frase en más de una ocasión: "u pičku materinu", supongo que era como “me cago en ti” o algo parecido. Normalmente me lo decía después de alguno de mis bloqueos en algún entrenamiento… ¡je, je, je! Anécdotas buenas no os puedo contar, se quedan en el vestuario y las que se pueden contar no son graciosas. Lo siento amigos de Solobasket.

LA JUGADA QUE MÁS ME IMPACTÓ

Ahí no tengo ninguna duda, sin pensarlo diría el triple contra la Penya en la final de la Copa de Europa en 1992. Mejor la verla que explicarla:

DIJERON DE ÉL...

-Aíto García Reneses, ex técnico suyo en el F.C. Barcelona: “era un 1-2. Enorme tirador, inteligente y ambicioso. Si me preguntaran si entonces ya lo veía como entrenador diría que sí pero al principio de su carrera como entrenador dudó si seguir siéndolo. Tras una parada se adaptó y va a seguir siendo entrenador adaptando su ambición ganadora de jugador a la de técnico”.

-Juan Carlos Arteaga, ex árbitro ACB e internacional: “haciendo honor al país de donde proviene… fue un jugador muy pasional y con carácter ganador. Además, una calidad técnica sobresaliente: visión de juego, pasador extraordinario y un buen tiro. Argumentos técnicos que lo hacían letal en muchas ocasiones. Por su carácter ganador tuve muchos encontronazos con él. Sabía romper los partidos, liarla y sacar a todo el mundo de quicio . Mucha experiencia en batallas duras, sabiendo el mantener la cabeza fría mientras iba desquiciando a los contrarios con sus acciones y provocaciones a veces. Haciendo memoria no se si fue Sahsa en un Real Madrid Barza tenía sangre y vino y se la limpió en mi camiseta. Evidentemente le pite falta técnica o lo eche , no recuerdo bien. En cambio, Djordjevic, fuera de la pista es una persona muy cordial.
También llegué a pitar a Drazen Petrovic. También de los balcanes, era lo que decía al principio... quizás Petrovic mucho peor carácter”.

-Tommy Jofresa, ex jugador ACB e internacional: "Sasha ha sido el protagonista, probablemente, de uno de los episodios más tristes de nuestra carrera deportiva, no hablo sólo por mí, también por muchos integrantes de la Penya y muchos aficionados, como sabéis, pero a pesar de esa situación, y añadido que jugó con mi hermano Rafael (Jofresa) en el Barça, debe decir que nos hemos tenido un cariño y un respeto brutal siempre. Y eso lo hablábamos los tres. Cuando coincidió con Rafael en el Barça también. Siempre hubo mucha competencia pero maravillosa. Como anécdota contaros que siempre que me veo con Sasha y dos damos dos o tres besos, él luego se besa la mano, que es el mismo gesto que hizo cuando nos anotó aquel triple con el que nos ganó en Estambul. Un cabroncete pero lo hace con cariño y nos queremos mucho. Es uno de los grandes bases con más clase que ha tenido la historia del baloncesto europeo. Una pasada, un tío con un talento innato increíble y, sobre todo, su mentalidad. Una mentalidad ganadora fuera de lo normal. Un jugador muy completo". 

-Carlos Jiménez, cofundador de Solobasket y autor del libro Historia del Baloncesto en España: “Liderazgo y determinación por un tubo más talento y unas piernas que le permitían flotar en el aire durante unos segundos. La coordinación más perfecta en un tiro en suspensión entre dedos, muñeca, brazos piernas, pies… siempre encontraba la forma de equilibrarse tras una parada a toda velocidad y cuadrarse, si hacía falta, en el aire. Sólo así pudo anotar aquel triple ante la Penya en el 92 con parada y media vuelta que le valió un título a pesar de la mochila emocional que arrastraba por la guerra y tener que jugar en la cancha del Fuenlabrada, lejos de su casa. Aún así, consiguieron ser campeones. Genio y figura. Tan comprometido con ganar que a pesar de que en aquella temporada no se hablaba con Danilovic, la otra estrella del Partizan, los dos se conjugaron en pista con tal de llevarse la victoria a pesar de ser unos veinteañeros”.