Irremediablemente, el fútbol lo impregna todo. La coincidencia de nombres de dos de los pilares más importantes de las dos secciones del Real Madrid, ha facilitado las proclamas de la afición blanca. Si para muchos el capitán de fútbol debe ir al combinado nacional, para otros tantos, López, el genial base del conjunto de baloncesto, debe estar este verano en Pekín. Al menos eso cantaba buena parte de la grada de Vistalegre en la noche de hoy. A estas alturas, no les vamos a descubrir sus cualidades. Sin embargo, sí que es de justicia decir que desde hace un tiempo Raül López ha decidido echarse el equipo a las espaldas. Hoy ha dado una lección magistral de cómo debe jugar un base. Anotaba cuando era necesario, driblaba cuando la jugada así lo requería y sobre todo, dejaba muchas muestras de lo buen jugador que es.
El partido prometía un duelo sensacional entre Reyes y Gasol, y sin embargo, no hubo tal. Tampoco se piensen que Papadopoulos ayudó demasiado. Al griego hace tiempo que se le espera, mientras afloran los primeros pitos.
Con el capitán madridista cargado pronto de faltas por una técnica un tanto incomprensible y con Bullock vestido de corto, pero no apto para el combate, Plazá tiró de Sekulic, al que el técnico catalán reconoce un gran trabajo oscuro jornada tras jornda. El montenegrino hizo la labor sucia y aportó, en su medida, todo lo que tiene dentro.
Capacidad de superación
La victoria local se cimentó en conceptos como la concentración y la regularidad, esa que les permite seguir al frente de la tabla, con la participación en la Euroliga del año que viene casi en el bolsillo. Para Plaza, ese era y es el primer objetivo de la temporada en un equipo que, en boca de su propio entrenador, reconoce estar dolido por no llegar a la Final Four. El técnico catalán repitió que quizá ésta le venía un poco pronto a sus hombres, algo que ya había advertido a principio de campaña. No obstante, Plaza señaló que sus jugadores se recuperaron muy pronto del varapalo de Jueves Santo, algo que se pudo comprobar frente al Girona.
El Real Madrid planteó un partido muy físico con el deseo de frenar al hombre franquicia de su rival, que no es otro que Marc Gasol. El pívot bregó de manera incansable y sin embargo no fue una de sus mejores actuaciones, aunque más de uno firmarían partidos como el que hizo el catalán. El problema para los visitantes radicó en que el Madrid bloqueó con acierto su labor. El hermano de Pau se vio muchas veces rodeado de brazos, impotente ante la muralla de kilos que una jugada sí y otra también, se le echaba encima. Como solución dobló muchas veces el balón a los exteriores y fue ahí donde estuvo la otra clave del partido. Y es que al Madrid le salió perfecta la jugada, pues dificultó el juego de Gasol y además encajó pocos puntos, fruto del desacierto de tiro del Akasvayu. En ese sentido, Pedro Martínez dijo estar satisfecho por el trabajo de su equipo y no se mostró preocupado por los errores en los lanzamientos.
Con este triunfo, el Real Madrid da un paso de gigante para asegurarse la primera plaza de la Liga Regular lo que, aparte del premio gordo de la Euroliga, da ventaja de campo en todas las eliminatorias.