Llull recupera su mejor versión y no da lugar a sorpresas ante Bilbao Basket (93-83)

Duelo de bases: Empezó ganando la partida Jonathan Rousselle a Facundo Campazzo. Puntos con electricidad desde el inicio añadido a un muy buen movimiento de balón subieron la valoración del francés rápidamente. Por el otro lado, el base merengue, casi sin darnos cuenta, se plantaba en cinco asistencias en el segundo cuarto. Luego empezó a añadir triples y ahí se acabó el duelo, a favor para el argentino. Una clase magistral de cómo dirigir a su equipo. Finalmente, Campazzo acabó con 13 puntos y 9 asistencias para 22 de valoración, por los 16+5 de Rousselle.

República Checa, Cabo Verde y el mal de altura: El jugador del Real Madrid Walter Tavares se comió a su par de negro. El caboverdiano dominó la pintura con la débil o nula oposición de Ondrej Balvin, que veía como el gigante merengue agrandaba y agrandaba la ventaja madridista con su superioridad bajo el aro. Así acabaría como el mejor del partido Tavares, con 26 de valoración y un doble-doble de 12 puntos y 14 rebotes. El checo finalizó con otro doble-doble de 12+12, pero la sensación en el Martín Carpena fue clara.

Llull y el idilio con la Copa: El menorquín volvió a su competición fetiche en busca de mejores sensaciones y las encontró. Borró cualquier duda de un plumazo en la segunda parte. El internacional español se fabricó él solo 12 puntos consecutivos que fueron clave para que el Real Madrid se despegara definitivamente en el marcador. Acabó como máximo anotador del partido con 19 puntos y la impresión de que va a jugar un papel muy importante si el conjunto blanco se quiere llevar la Copa del Rey tres años después.

Después de la sorpresa del partido inicial de esta Copa del Rey, el Real Madrid se veía las caras con la sensación de lo que llevamos de temporada, Bilbao Basket. El comienzo fue el esperado: Rousselle atacaba a Campazzo sacando rédito, mientras que al otro lado los blancos buscaban a Anthony Randolph -que pasó de una pedrada inicial a siete puntos casi seguidos- y Gabriel Deck en el poste bajo, como le gusta a Laso comenzar muchos de sus ataques (11-12, min. 6).

Se animaron los ‘Hombres de Negro‘ con un par de triples, los mismos que los madrileños, pero mucho más eficiente para los primeros -2/4 por 2/8 intentos-. Paralelamente iba ganando protagonismo el duelo en las alturas entre Balvin y Tavares, hasta que Mumbrú decidió sentar a su hombre. De hecho, un palmeo de Tavares en el último instante desestabilizaba, por la mínima, un duelo muy igualado tras el primer asalto (23-21).

El guión seguía tal cual lo previsto y el conjunto merengue seguía llegando a la pintura rival con facilidad, todo lo contrario que le pasaba a los de Miribilla. El corte surrealista de la película lo protagonizaron Rudy Fernández y Sergio Llull. Dos airballs desde el perímetro sorprendían a medio pabellón, mientras que el otro medio lo celebraba. Y no se pararía desde el 6’75, menos los vascos que con Sergio Rodríguez primero y Rousselle después ponían a los suyos por delante, a pesar del primer triple -ahora sí- de Rudy (34-33, min. 15).

Apareció tímidamente Axel Bouteille con su primera canasta en el torneo copero. Casi 15 minutos tuvieron que pasar. A la par empezaba a destacar un Llull que quería demostrar por qué la Copa del Rey es su competición fetiche. Poco o nada se movía la diferencia entre ambos equipos, anclados en la guerra desde el triple y en la inconsciente e insistente búsqueda del anotador de cada conjunto. De ella se despegó Campazzo, que solo llevaba tres puntos, y de camino intentó despegar a los suyos del marcador. No duraría mucho la ventaja, con la devolución por correo urgente de Bouteille del triple del argentino. Al descanso, el Real Madrid estaba por encima, pero con Bilbao Basket muy cerquita, 50-47.

Salieron decididos los vascos en no darle un milímetro de ventaja a su rival y en apenas 10 segundos un triple de Kulboka devolvió la igualdad al vídeomarcador. Al otro lado, Jaycee Carroll despertaba después de una gris primera parte y se resarcía con siete puntos. Al francotirador le siguió Walter Tavares. El caboverdiano se adueñó de la zona y a partir de ahí los de Pablo Laso fraguaron un parcial de 17-2 que condenó a Bilbao Basket. Ni Kulboka desde el perímetro ni los continuos intentos de Bouteille surtieron efecto. Un arreón protagonizado por Sergio Rodríguez y las buenas defensas de Lammers rebajaron la diferencia y mantuvo las esperanzas de los ‘Hombres de Negro‘ para el último cuarto, 73-63).

Y las esperanzas crecieron en la primera posesión negra. Triple de Rousselle que apretaba el marcador por debajo de los dobles dígitos. Los madrileños empezaban a acumular errores en el tiro y los de Álex Mumbrú lo aprovechaban intermitentemente. La aportación de Rodríguez estaba siendo fundamental para los suyos. Desde LEB Oro, no lo olvidemos. Bilbao Basket fantaseaba con ponerse a tiro de su rival, pero con seis puntos de margen, Llull recuperó sensaciones. Y de qué manera. 12 puntos consecutivos del mallorquín fueron suficientes para poner tierra de por medio. Entre medias, un 3+1 sensacional le sirvió para desatar toda la rabia contenida. 

El Real Madrid volvía a rentas superiores a los diez puntos (87-74, min. 37), mientras que el cuerpo técnico bilbaíno tenía que buscar un remedio ante el veneno del base-escolta. Resurgieron los del norte desde la línea de tiros libres. La dupla francesa de Miribilla logró un mini-break de cinco puntos en busca de una remontada que se convertía en una lucha contra el reloj. A falta de un minuto, Tavares posterizaba a Lammers sentenciando el partido y llevando al conjunto merengue a semifinales por 93-83.

Real Madrid  93

RETAbet Bilbao  83