Fue el último equipo (junto a Baskonia) que se fue de vacaciones, pero el Real Madrid ya tiene los deberes prácticamente hechos para la próxima temporada. Al campeón de la Euroleague y la Liga Endesa solo le queda decidir quién será el elegido para suplir a Luka Doncic, un momento que todos sabían que llegaría, y se han preparado bien para ello. Los blancos seguirán contando, una temporada más, con el núcleo de campeón, donde parece que solamente tienen salida Anthony Randolph y Chasson Randle, que no seguirán en el equipo la temporada que viene.
Llega Klemen Prepelic, un escolta que, para el que escribe estas líneas, podría llegar a estar entre los mejores “doses” de toda Europa. Un jugador de perfil parecido a Carroll, pensado a largo plazo, ya que a pesar de que el de Wyoming siga a un nivel pletórico, sus 35 hacen que, al menos, haya que cubrirse las espaldas de cara al futuro. Y no han podido escoger a nadie mejor. Prepelic es una máquina de anotar, con un lanzamiento exterior salvaje. En los 10 partidos que jugó de Eurocup, anotó más de 20 en cuatro de ellos y solo se quedó por debajo de los dobles dígitos en dos. Excelente 40% desde el exterior, que ya venía avisando cuando ametralló los aros del último Eurobasket con un 43% y más de dos triples anotados por partido. Jugador rapidísimo, potente de cara al aro, buen defensor… El perfil perfecto de escolta de futuro para el Real Madrid.
Pero probablemente las mejores (y rápidas) noticias que han tenido los blancos estas semanas han sido las renovaciones de sus jugadores clave. Quién diría hace un año que perfiles como el de Rudy Fernández, Facundo Campazzo o Trey Thompkins iban a convertirse en piezas imprescindibles para el Real Madrid. Apenas unos días después de terminar la Liga, ambos jugadores, atados para las próximas temporadas pese a recibir buenas ofertas por Europa e incluso la NBA.
La incógnita, más allá del jugador que sustituya a Doncic, del que ya hablaremos más adelante, es cómo gestionará Pablo Laso la vuelta de Kuzmic a las pistas y si será necesario fichar un perfil parecido al de Anthony Randolph. Por un lado, el Real Madrid contará con un trío de pívots de primer nivel, pero incompatibles en cancha. Estamos hablando del propio Kuzmic, Ayón y Tavares, que ha ido ganando protagonismo semana a semana hasta, como mínimo, haber igualado al mexicano en la rotación y abandonar la etiqueta de “segundo pívot”. Por otro lado, con Felipe Reyes de “4 y medio”, la figura del ala-pívot tirador recae al 100% en Trey Thompkins. Una puesta que, aunque buena, podría dejar coja esa posición en caso de lesión o bajón de nivel del americano. Por lo tanto, no sería de extrañar que llegase al Real Madrid un ala-pívot de ese perfil (¿Shengelia? ¿Sikma?) y que complementase el ya de por sí dominante juego interior blanco.
Por otro lado, los casos de Yusta y Radoncic. Está claro que, pese a su calidad y tremendo futuro, no tienen sitio en este Real Madrid, salvo casos de lesión o descanso. Son dos jugadores, especialmente Radoncic, que necesitan estar sobre la pista y ganar minutos para poder saber hasta dónde llega su potencial. Una cesión parece clara en el caso del montenegrino, que, recordemos, todavía tiene 19 años. El caso de Santi Yusta es diferente. Ya ha salido cedido y se supone que su vuelta al Real Madrid venía dada porque el nivel del madrileño estuviese acorde al de la plantilla y fuese uno más. La realidad ha sido muy distinta. Yusta prácticamente no ha jugado en el final de temporada y se ha visto que todavía está verde para codearse con los mejores de Europa. La pregunta es si una nueva cesión serviría para algo o solo sería repetir los pasos ya andados, sin avanzar, por ninguna de las dos partes. Desde luego, el jugador, no puede permitirse pasar tantas semanas fuera de la rotación.
Y otro asterisco, el de Gabriel Deck. El argentino, de 23 años, ha decidido dar, por fin, el salto a Europa y, copiando los pasos de su compañero Campazzo, lo ha hecho a lo grande. Estamos hablando de un alero muy grande, de más de dos metros, con capacidad para jugar también en la posición de “4” gracias a su físico y capacidad para desbordar a hombres más altos desde fuera. Para los más románticos, recuerda a un joven Andrés Nocioni. La pregunta ahora mismo es si su nivel sirve para aportar desde ya al máximo de la Euroleague, o debería pasar una temporada fuera de Madrid. En el pasado FIBA Américas, en el que Argentina fue subcampeona, promedió 12,4 puntos, 6,8 rebotes y 2,2 asistencias, siendo ya uno de los referentes de la nueva generación blanquiazul. De momento, muchas incógnitas a su alrededor, pero la fe de que puede ser un fichaje que dé muchas alegrías al proyecto en los años que vienen.
Vamos a lo interesante. El fichaje estrella de este verano del Real Madrid. Sonó Calathes, que finalmente renovó por Panathinaikos. También de Milos Teodosic, pero parece que las intenciones del serbio pasan por la NBA y Kokoskov vería con buenos ojos que fuese el mentor de la joven plantilla de Phoenix. Parece complicado.
De los jugadores que podrían venir, para mí, el ideal sería Quino Colom, que ahora mismo es uno de los agentes libres “tapados” de Europa. El Barcelona Lassa demostró este año que no se puede sobrevivir a una temporada como las de ahora sin tres bases y el andorrano vendría como anillo al dedo a la dupla Llull-Campazzo. Base muy físico, como ellos, que no deja de demostrar año tras año que debe jugar en la Euroleague y que debe hacerlo en España. Se trata de un director de juego que estaría entre medias de ambos entre ejecución y dirección. Un jugador muy del estilo de Laso.
Otro que no vería con malos ojos es Malcolm Delaney. Ya conoce la competición, sabe lo que es jugar una Final Four y, aunque hay indicios de que podría acabar en Barcelona, podría ser un refuerzo de primer nivel para la plantilla. Hay muchas opciones de que vuelva a Europa después de no haber cuajado en la NBA.
En cualquier caso, el Real Madrid ha sido un alumno aventajado y ha dejado los deberes hechos antes de tiempo. Tiene mucho margen de maniobra y ninguna prisa por encontrar a los dos jugadores que terminen de cerrar una plantilla que seguirá manteniendo al núcleo campeón de Europa (salvo Doncic).