El Real Madrid llega a la Copa del Rey en una línea ganadora que lleva al entorno del club a ser moderadamente optimista. Y es que no es para menos. El club blanco lleva sumadas 7 victorias consecutivas en ACB y otras 2 en Euroliga, que les sitúa en el momento más dulce de la temporada. Los de Messina transmiten una sensación de equipo sólido cuya maquinaria está bien engrasada. La configuración de la plantilla es evidentemente más equilibrada que la del curso pasado y los roles están bien distribuidos. Se podrá discutir sobre la mayor o menor calidad de su juego, pero ahí están los resultados obtenidos.
La 7ª victoria consecutiva del Real Madrid en ACB ha tenido como víctima a Bizkaia Bilbao Basket, equipo que no le ha puesto las cosas fáciles a los blancos, cayendo por tan solo 4 puntos (76-72).
Los de casa salieron más enchufados y en los primeros minutos estuvieron cerca de romper el partido (19-7, min. 8). En ese primer momento crítico, la salida a cancha de Aaron Jackson (8 puntos, 8 rebotes y 3 asistencias) y Kostas Vasileiadis (16 puntos) le dio frescura al ataque visitante y los bilbaínos se conectaron de nuevo al encuentro. Así, una canasta de Chris Warren (12 puntos, 2 rebotes y 3 asistencias) situaba a Bizkaia Bilbao Basket a un solo punto de los blancos en el ecuador del 2º periodo (24-23, min. 14). Los de Katsikaris no serían capaces en el resto del encuentro de alcanzar la cabecera en el marcador, yendo siempre a remolque del conjunto de Messina.
La resistencia bilbaína no permitiría a los blancos irse en el marcador, pero, a su vez, los Hombres de Negro desaprovechaban una y otra vez sus oportunidades de ponerse por delante. Precipitaciones, falta de concentración y errores incomprensibles que, a la postre, condenarían a Bizkaia Bilbao Basket y que echarían por tierra su, en general, buen trabajo durante los 40 minutos de juego. Ese tipo de errores que no permiten a Bizkaia Bilbao Basket dar el paso de buen equipo a gran equipo. Circunstancia que deberá mejor para aspirar a más en la liga. Hay buenos mimbres, pero, en ocasiones, falta ese punto de confianza y experiencia necesaria para dar un salto de calidad como equipo.
En estos parámetros de juego descritos, el Real Madrid entraría en el último periodo con una ventaja de 6 puntos (58-52, min. 30), que se estiraría hasta los 12 tanto a 6 minutos para el final (65-53, min. 34). Con todo, los de Katsikaris no bajarían los brazos e irían recortando diferencias poco a poco. Al final, el Real Madrid, con mayor oficio, solventaría un encuentro que se apretó en su último minuto con un triple de Kostas Vasileiadis que puso a los suyos a 3 puntos (75-72). Pero de ahí no pasaría la cosa.
En el plano individual, a destacar el dulce momento que atraviesa Pablo Prigioni (14 puntos, 5 rebotes y 1 asistencia), que volvió a redondear una buena actuación. Por su parte, Nikola Mirotic (13 puntos y 5 rebotes) se sigue reivindicando como hombre importante en el conjunto blanco. Mirza Begic, minutos limitados (5 minutos y 2 puntos). Y escasa, de nuevo, la participación de Nikola Velickovic (5 minutos en pista), que pasa por un momento realmente crítico como jugador blanco. Por parte bilbaína, el griego Kostas Vasileiadis fue el estilete ofensivo del equipo, con 16 puntos logrados en el mismo número de minutos en pista, incluyendo 4/7 en triples. A destacar en los bilbaínos el inusual mal partido de Marko Banic, que acabó el encuentro sin anotar un solo punto.