El Barça Basket tiene como misión defender la quinta plaza en la clasificación de cara a las dos últimas jornadas de la ACB, donde no contará con factor cancha en playoffs debido a que ya no tiene al alcance a Unicaja, el equipo que cierra las plazas que dan a ese derecho, y que si todo sigue igual será el rival de los de Joan Peñarroya, ante una entidad que ha ganado todos los títulos que ha disputado hasta el momento.

Alex Abrines se abre en su temporada más dura con el Barça: “Me ha costado acostumbrarme al rol”

El Barça, sin embargo, ha pasado por una temporada con muchos problemas físicos y lesiones de jugadores fundamentales, pero también de recién llegados, y aun así se quedaron a tan solo un punto de estar en la Final Four de Euroliga, lo que Alex Abrines considera “un fracaso” porque tienen que “aspirar a todo”.

Siendo uno de los jugadores que más continuidad ha tenido a nivel físico en el Barça Basket, se ha tenido que ir adaptando a las necesidades de un equipo con más bajas de las esperadas, y eso ha minado su capacidad anotadora, teniendo su promedio más bajo en puntos desde que regresara a Europa en 2019 entorno al 34 % en ACB, algo que ha valorado el propio protagonista en una entrevista en EFE:

 

 

“En un partido me pueden llegar cuatro tiros solo al contraataque, y al siguiente puede que no tenga ninguno. Es difícil mantener la confianza si tiras mucho un día y al siguiente nada. Cuesta coger ritmo de anotación cuando estás dos o tres partidos en los que no te llega la bola, o fallas el único tiro que lanzas”, reconoce Alex Abrines al respecto.

De hecho, no duda en admitir que hay una baja que le ha hecho especialmente daño por la relevancia que ha tenido en su juego: “Eso no es excusa, tendría que haber metido más. Me ha costado acostumbrarme al rol. Con la baja de Lapro, otros jugadores más anotadores, como Punter y Brizuela, han asumido su papel. Mi función ha cambiado un poco, de ser un tirador a un rol más defensivo, que llevo perfeccionando en los últimos años”.

Abrines a Peñarroya: “El trabajo de elegir quién está en el banquillo no es mío”

En la mencionada entrevista también navega por su relación con Joan Peñarroya y cómo se adapta al hecho de tener cada año un entrenador nuevo, algo que atañe que escapa de sus responsabilidades: “El trabajo de elegir quién está en el banquillo no es mío. Mi opinión me la debería quedar para mí. Con el que esté, iré hasta el final”, a la vez que admite que no sabe qué pasará con su futuro: “No sé lo que pasará, pero estoy muy cómodo aquí”.

 

 

Sobre su trabajo con Joan Peñarroya ha explicado que le ayuda en buscar “otras formas de anotar” más allá del triple porque es consciente que tiene más para dar:  “Me dice que ataque más el rebote ofensivo o alguna puerta atrás. Sé que está intentando dibujar alguna jugada de tirador para mí, involucrarme un poco más en ataque. Sabe que estoy haciendo un buen trabajo en defensa, pero también que en ataque puedo dar mucho más”.